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lunes, 27 de junio de 2011

LA GRAN NOTICIA DE ESTE BLOG BEATIFICACIÓN DE MADRE MARÍA INÉS TERESA ARIAS

Papa avala beatificación de monja mexicana María Inés Teresa del Santísimo Sacramento .
El Universal .Hasta ahora María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, cuyo nombre original era Manuela de Jesús Arias Espinoza, tenía el título de 'venerable sierva de Dios'

El Papa Benedicto XVI avaló hoy un 'milagro' atribuido a la religiosa mexicana María Inés Teresa Arias, fundadora de dos congregaciones religiosas, y aprobó su elevación a los altares como beata de la Iglesia católica.

El pontífice firmó este lunes el decreto de reconocimiento del 'milagro' durante una audiencia que concedió al prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano, Angelo Amato, informó la sala de prensa del Vaticano.

Hasta ahora María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, cuyo nombre original era Manuela de Jesús Arias Espinoza, tenía el título de 'venerable sierva de Dios'.

Fundadora de la Congregación de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento y de los Misioneros de Cristo de la Iglesia Universal, la religiosa nació en Ixtlán del Río (Nayarit) el 7 de julio de 1904 y murió en Roma el 22 de julio de 1981.

Hija de padres con intensa vida espiritual, mostró su vocación a la vida religiosa desde muy pequeña. El 7 de junio de 1929 ingresó al monasterio de las Clarisas que, a causa de la persecución religiosa, se encontraba expatriado en Los Ángeles, California (Estados Unidos) .
En el convento tomó el nombre de Sor María Inés Teresa del Santísimo Sacramento; el 12 de diciembre de 1930 hizo sus primeros votos temporales mientras en 1933 emitió los votos perpetuos.

En 1940 expuso a la abadesa de su monasterio el deseo de iniciar una congregación religiosa y el entonces obispo de Cuernavaca (Morelos) , Francisco González Arias, decidió apoyarla en su iniciativa, acogiendo en su diócesis la fundación.
El 12 de mayo de 1945, El Vaticano aprobó el nuevo grupo y el 21 de agosto de ese mismo año María Inés y otras cinco monjas abandonaron la casa Ave María de las Clarisas para trasladarse a Cuernavaca para comenzar su camino independiente.

En poco más de seis años el núcleo creció hasta alcanzar el número de 92 religiosas en dos casas, la de Cuernavaca y otra en Puebla. Así, el 22 de junio de 1951, la Sede Apostólica aprobó definitivamente la Congregación de Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento.

La primera superiora fue la madre María Inés, quien guió a la orden hasta su muerte. En 1969 se trasladó a Roma donde abrió la casa general.

Su intensa actividad la llevó a establecer 47 casas en numerosos países: México, Japón, Estados Unidos, Costa Rica, Indonesia, África, Italia, Irlanda, España, Corea y Alemania, entre otros. Falleció el 22 de julio de 1981 en la capital italiana.

También este día el Papa Benedicto XVI autorizó la beatificación de 21 'venerables', así como el reconocimiento como 'venerables' de otros ocho 'siervos de Dios'.

Entre otros, el pontífice reconoció el martirio de varios muertos durante la Guerra Civil Española, entre ellos Salvio Huix Miralpeix, obispo de Lleida, y Josefa Martínez Pérez con 12 compañeras de la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul.

Asimismo, avaló la beatificación de Carlos Lampert, sacerdote de la diócesis de Innsbruck Feldkrich, quien falleció en el campo de concentración nazi de Halle sul Saale (Alemania) el 13 de noviembre de 1944.

Se desconoce la fecha y el lugar de beatificación de María Inés Teresa Arias, que deberá ser definido por El Vaticano en las próximas semanas.

QUE NOTICIA TAN FELIZ... tenía apenas una semana dicíendole a ella en oración... Madrecita Inés ahora sigues tú... que ya te beatifiquen para tenerte en los altares....¡Qué alegría más grande! Aleluya Aleluya!!!!

4 comentarios:

  1. Termino de recibir tu correo. Gloria a Dios. ¡Qué emoción y cuánto sentimiento hacia Madre María Inés... al leer su biografía!
    Otra Santa más para seguir sus huellas.
    Felicidades Josefina por tener a esta sirva de Dios en la portada de tu blog.
    Tus plegarias han llegado al Cielo.

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  2. Antes que nada quiero expresar un respeto a los que no piensen como yo, no es nada personal ok

    Pero la iglesia a permitido idolatrar a personas que dicen haber tenido una vida santa, heróica en sus virtudes, y eso esta bien, mientras no este puesta toda la fe en ello.

    La santidad es y ha sido un doble juego para el Vaticano.

    Yo no conoci a María Inés, pero si conocí su vida, tengo sus libros y notas íntimas, tambien conozco a muchas misioneras clarisas y créme que hacen lo contrario de lo que dicen las constituciones y su espiritualidad. Entonces los frutos de esa supuesta santa debería darse en sus "hijas espirituales" no?

    Porque no canonizarla o beatificarla de acuerdo al comportamiento de sus hijas, de acuerdo a sus obras? pues esa sería la herencia y lo comprometida que sería pertenecer a esa congregación.

    No dudo que son humanas y tienen defectos y caen en tentaciones, pero no se suponen que viven una vida de oración para vencer en las pruebas y hacer la caridad al menos a sus hermanas?

    No se confundan fieles y creyentes, seamos razonables y no sigamos las huellas de ningún mortal.

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  3. Espero que aprueben mi comentario, pues de lo contrario sería un daño moral y ustedes los que valoran lo que se debe publicar, están siendo cómplices de una devoción falsa.

    No pierdan el rumbo, a la única persona que hay que dar nuestro corazón, nuestra obediencia y nuestras emociones es a Dios.

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  4. Apreciable anónimo: Gracias por tu comentario y lo mismo que tú respeto mucho tu comentario. Sin ningún afán de controversia, solo deseo aclarar algunas cositas. Primero la Iglesia no ha permitido nunca "idolatrar" a una persona. a lo que nos invita es a "venerar" es decir, a tener en cuenta que la vida que en este caso Madre Inés llevó es digna de ser imitada y como beata honrarla y pedirle su intercesión ante Dios único a quien se adora.
    Lo de que sus hijas espirituales hagan o dejen de hacer cae en el ámbito de la opinión. Y no creo que a nadie se le deba juzgar en su santidad personal por los actos de los demás. La santidad es una aventura personal es decir, llevar tu compromiso bautismal hasta la santidad, misión de todo cristiano.
    Las huellas de algún mortal como madre Inés son precisamente para conducirnos por el camino que recorrió Jesús mismo.
    Como dije en un principio, resepto tu opinión y expongo la mía.
    Dios sea bendito en todo y en todos

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