TESTIMONIOS DE LOS FAVORES Y MILAGROS DE MADRE MARÍA INÉS

Nunca había escuchado hablar de la Madre María Inés Teresa Arias, fundadora de la Congregación de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento, hasta que mi hermana, que es catequista y muy amiga de las Hermanas Misioneras Clarisas de la Parroquia de San Juan de Tibás, me regaló un estampita, con una oración y me contó la historia.

Es por esta razón que hoy les escribo algunos de los favores que he obtenido del Señor por medio de la Madre M. Inés Teresa.

Gracias a ella he encontrado cosas perdidas, como el caso de un radio de comunicación, de mucho valor, que se le perdió a mi esposo ocasionándole un problema muy serio en el trabajo. Una vez solicitada la intervención de la Madre, casi de inmediato se recibió una llamada telefónica, avisando que el radio había aparecido y no hubo más problemas.

En otra oportunidad, por intercesión de la Madre, pudimos una compañera y yo, hablar con la familia de otra amada compañera en agonía, y con la fuerza que nos dio el Espíritu Santo, les explicamos el estado grave en que ella estaba, y logramos que aceptaran despedirse de ella y dejarla partir a la casa del Padre, lo cual ocurrió a los pocos días.

Mi hijo mayor es un niño con parálisis cerebral y tiene episodios de conducta muy violentos, en una ocasión, por accidente, al córtale las uñas le corté un dedito y eso me dolió muchísimo y no sabía que hacer. Mi hijo lloraba y la sangre saltaba por todos lados, acudí a la Madre María Inés Teresa y como un milagro la sangre paró de salir y no encontré ni siquiera una pequeña herida, ni marca de herida en el dedito. Para mi, la Madre M. Inés Teresa es mi compañera, mi amiga, la persona que el Señor ha puesto en mi camino para que yo lo ame cada día más, para que yo crea en Él todos los días y le de gracias por todos los favores que por medio de la Madre me concede. Y acepte los que no me concede y siempre acepte la Voluntad del Señor.

Me he convertido en una propagadora de la devoción a la Madre M. Inés Teresa A. Sierva de Dios, y doy gracias públicamente por todo lo que he obtenido por su intercesión.

SRA. GEINNY SALAS DE FONSECA

Revista "Una Conquista".

AÑO XII SEGUNDO SEMESTRE 1998 N. 23