Si el corazón de la Virgen de los Dolores fue traspasado por una espada que le causó un dolor que no se puede describir al ver a su Hijo morir.... también el ver a tantos niños inocentes morir en el seno de sus propias madres debe causarle un dolor enorme.
¡No matarás!, manda el 5to. Mandamiento.
Sí, desde que Caín mató a su hermano Abel, el homicidio ha sido castigado por Dios y repudiado por los hombres que verdaderamente aman la paz.
Todo homicidio es un crimen. Pero lo es particularmente odioso cuando la víctima es inocente e indefensa.
Por eso el aborto ha sido siempre uno de los crímenes más inicuos que un hombre pueda practicar.
Pero, es aún peor que se apruebe una ley que permite la matanza masiva de inocentes. Así la sociedad entera mancha sus manos con la sangre de esas víctimas.
El Papa Juan Pablo II decía: Un país que mata a sus hijos es un país que se condena a la decadencia y a la destrucción.
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