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lunes, 17 de octubre de 2011

UNA EXPERIENCIA CON EL PAPA JUAN PABLO II

 El jueves me llamó por teléfono mi hermana para felicitarme por mi cumpleaños, como siempre sucede entre hermanas, la plática derivó en mil temas casi todos al mismo tiempo, hablamos por mucho rato, cosa que también sucede entre hermanas. Entre los tópicos que tocamos nos detuvimos en el reciente y sentido fallecimiento de Jorge, que padecía de cáncer.... y luego en el recuerdo que ella tenía de una amiga querida, el recuerdo fue más o menos asi:

PRIMERA PARTE:
Cuando el Santo Padre Juan Pablo II viajó a El Salvador,  en los viajes internos que hizo dentro del país, uno de los pilotos quiso saludarlo dentro del avión, pero, viendo que el Papa rezaba el rosario, espero en la puerta de la cabina hasta que terminó su oración, luego el Papa le hizo seña para que se acercara y platicaron un buen rato.... al terminar, el Santo Padre le entregó su rosario como recuerdo de aquella conversación, que fue recordada por aquel hombre junto con el rosario como uno de los acontecimientos más maravillosos de su vida. Luego de unos años, ya para jubilarse de su trabajo, estando en su oficina sacando en cajas sus cosas para despedirse entraron unos hombres que quisieron secuestrarle y en el intento lo asesinaron. Aquel rosario quedó en manos de su madre quien lo conservó como una gran reliquia y que además le aportó un gran consuelo ya que su hijo ahora muerto, había transformado su vida desde aquel día.

SEGUNDA PARTE: En EEUU, después de mucho tiempo  a la hermana de aquel piloto, le diagnosticaron un cáncer, esta hermana es la amiga de mi hermana... La madre, que en cuanto supo que su hija tenía aquel padecimiento, sin pensarlo un intante, le envió desde el Salvador, el rosario del Papa. En su enfermedad lo llevaba consigo y lo rezaba constantemente.
En una ocasión en que tenía que ir a su quimioterapia, teniendo problemas para transportarse, mi  hermana se ofreció a llevarla y estar con ella mientras la recibía. Estando en el hospital a un lado de donde ella se encontraba, había una muchacha también en quimioterapia, pero se encontraba en un estado de abatimiento y depresión tremendo. Mi hermana se percató de la situación y se la comentó a su amiga, le preguntó:
- ¿traes contigo el rosario del Papa?
- Claro, siempre
- ¿me lo prestas para que ella lo tome en sus manos?
- por supuesto.....
Mi hermana cuenta que cuando lo tomó, sintió un estemecimiento y emoción muy grandes, sintió algo, algo... que no puede explicar... lo llevó a la cama contigua,  le preguntó  la joven si era católica, dijo que sí, y le explicó que ese rosario perteneció al Papa Juan Pablo II, y que su compañera de enseguida se lo prestaba para que lo tuviera en sus manos.(mientras me platicaba todo esto, me estaba emocionando tanto que se me ponía la piel "chinita")
En cuanto la muchacha lo tomó en sus manos, mi hermana, vio como se le transformó el rostro... le pidó que se lo dejara un rato mientras lo rezaba... mi hermana permaneció junto a ella y lo rezó completo... al terminar, el abatimiento y la depresión habían desaparecido totalmente... su rostro emanaba paz y le agradecía mucho a mi hermana y a su amiga el gesto...... ¿qué pasó después? no lo sabemos pero fue algo cercano, ya que mi hermana fue parte de ese momento en que la gracia de Dios se dio a través de su Madre Santísima, del Papa Juan Pablo.
Me gustó mucho contarles porque en medio de todo esto, está mi hermana... que emoción.


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