Páginas

sábado, 24 de marzo de 2012

LLEGÓ EL PAPA

Llegó el Papa a México, y aunque solo puedo verlo por tv, la emoción es mucha, las lágrimas y la alegría inundan el alma. Es el Vicario de Cristo, y nos viene a visitar, a confirmar en la fe, a darnos un mensaje de esperanza, de fe, de amor. Y lo hace muy bien. Sus primeras palabras desde el aeropuerto nos apuntan a la dirección correcta. A Dios. "Como peregrino de la esperanza, les digo con san Pablo: «No se entristezcan como los que no tienen esperanza» (1 Ts 4,13). La confianza en Dios ofrece la certeza de encontrarlo, de recibir su gracia, y en ello se basa la esperanza de quien cree. Y, sabiendo esto, se esfuerza en transformar también las estructuras y acontecimientos presentes poco gratos, que parecen inconmovibles e insuperables, ayudando a quien no encuentra en la vida sentido ni porvenir. Sí, la esperanza cambia la existencia concreta de cada hombre y cada mujer de manera real (cf. Spe Salvi, 2). La esperanza apunta a «un cielo nuevo y una tierra nueva» .

No quiero perderme ni uno solo de los momentos en que esté con nosotros. Aunque las dificultades parece que se imponen no voy a dejar de ver al Papa, ya veré como le hago... pero el Papa viene a vernos, yo quiero verlo. También tengo ilusión porque la hija de una amiga anda por allá y nos ilusionó con mandarnos recuerditos benditos.

2 comentarios:

  1. Estando muy lejos de México, siento la visita del Santo Padre como si viniera a "mi casa". En oración por todo el pueblo mejicano.

    ResponderEliminar
  2. Gracias querida Josefina por la unidad en la fe y en la cercanía de vivir este acontecimiento junto a nosotros. Dios te bendiga

    ResponderEliminar

Bienvenido(a) a expresar tu opinión. Gracias por tu comentario. Dios te bendiga