Páginas

lunes, 17 de septiembre de 2012

MI DOMINGO. paterno

Definitivamente oír dos misas me ayuda a recordar mejor las lecturas. Una le veo en la mañana temprano por TV, la otra es por la tarde a la que asisto de "cuerpo presente". Antes de que iniciara la misa, estuve observando a dos familias que llegaron un poco después que yo y se acomodaron en las bancas de más adelante.
 
Primero llegó una mamá joven, morena y muy guapa con una niña como de unos 10 u 11 años, seguidas por dos niños mas chicos como de entre 8 y 9 años y el pequeñito cerca de los 4 o 5 añitos.
Estos niños eran güeros, muy güeros (rubios), tanto que hasta las pestañas eran casi blancas, sobre todo el más chico, contrastaban con la mamá y la hermanita.... en seguida se acomodó junto a ellos el papá, tan güero como los niños... pero eso no fue lo que más observé, sino las actitudes de los dos niños..... los dos, luchando por ser el más cercano a su papá.... por supuesto que el mayor desplazó al chico.... que, sin manera de ganarle a su hermano no le quedó otra arma que el llanto... inmediatamente los ojitos y la nariz del niño se pusieron rojas, rojas, y las lágrimas se le saltaron... tanto la mamá como el papá preguntaron ¿qué te pasa? y el niño restregándose la cara dijo que quería estar junto a su papá..... sin más palabra, el papá se puso en las piernas al niño y asunto solucionado, aparentemente, el grandecito repegado a su papá, apretado contra su brazo trataba de llamarle la atención más que su hermano... así permanecieron un buen rato, hasta que el chiquito tuvo ganas de ir al baño.... entonces recordó que también tenía mamá y fue ella la que lo llevó fuera... no una sino tres veces durante la misa.
 
La otra familia llegó un poco después, una mamá con dos hijos hombres, el papá y una señora que supongo era una tía por la cercanía de los niños con ella, los dos niños eran algo mas grandes que los otros, uno como de 11 o 12 años y el otro como de 9 o 10.... En esta familia se repitió el mismo patrón, los dos chicos uno a cada lado de su papá sin dejar ni un espacio entre ellos, apretados contra sus brazos. mirándolo a la cara... pendientes de él......
 
Realmente es hermoso el amor paterno, es tan necesaria esa intimidad, esa admiración por la imagen paterna que fue un verdadero privilegio ver el espectáculo repetido y tan cercano. ¡Cuántas niños quisieran vivir así!
Dios bendiga a las familias, a los papás que están junto a sus  hijos y les dan tanto amor y confianza. También pedimos por aquellos que no han sabido, ni han querido; o no  han podido ejercer su paternidad.

1 comentario:

  1. Qué hermoso todo lo que apreciaste de estas dos familias en la Casa del Señor.
    De forma muy distinta es lo que aprecié hace dos domingos. Mira. Entra la abuela con el nieto de 6 años. Venga darle a la abuela, estirándola que quería marchar. La abuela acariciando al niño. El niño dándole de nuevo a la abuela. Total. Sabes quién ganó? Pues quién va a ser "el rey de la casa" Consiguió salirse con la suya. Marcharon los dos en el momento de la Comunión. Después a la salida, la abuela vino a mí a disculparse. No entendí el porqué.

    ResponderEliminar

Bienvenido(a) a expresar tu opinión. Gracias por tu comentario. Dios te bendiga