MI DOMINGO. entre experiencias místicas e históricas

Es un día grande por muchas razones, Domingo de Cuaresma II, Transfiguración de Jesús para mostrar a sus apóstoles que la Gloria de Dios precede la Pasión. Día grande e histórico porque el Santo Padre se despide de nosotros. Pero de la manera en que él lo dice da tanto consuelo: "No abandono la Iglesia sino que la serviré de otro modo". No me extenderé porque empiezo a llorar.....

 

En la misa de 9 de la mañana a la que fuimos tuve experiencias encontradas, el pensamiento del Santo Padre no me abandonó en toda la misa, el sentimiento fuerte de ofrecerla por la Iglesia y por todos los que me han sido encomendados, teniéndolos fuertemente atados en mi corazón para que ninguno se me olvidara, entre ellos a Fray Luis, del que hablé en otros "mis domingos"... un Fray con ojos de santo que estaba padeciendo de Altzhiemer y ayer falleció. Goza ya de la presencia del Señor sin ningún peligro de que olvide algo. Descanse en paz.

 

Luego la homilía tan sencilla pero al mismo tiempo profunda, el Fray habló de lo que no se acostumbra  hablar... de que así como Juan, Pedro y Santiago tuvieron esa experiencia mísitica, también nosotros las tenemos, el Señor se nos da a conocer en lo íntimo del corazón..... y daba por hecho que todos hemos sentido de manera muy particular una certeza de la presencia del Señor. Eso me hizo vivir con mayor profundidad esa intimidad dulce y suave con Jesús Eucaristía.

 

Helena muy bien portada, abrigaditos porque el aire frío y colado con la puerta del templo completamente abierta...Al terminar la misa nos dirigimos directamente hacia la mesa donde las hermanas Clarisas tenían sus empanadas y rompope. Hoy nos tocó de pistache, muy bueno, las empanadas buenísimas. No puede evitar como siempre, tocar a cada una... es ese sentimiento de tocar a alguien que escuchó la voz de Dios y le respondió con un !sí! lleno de alegría, así lo veo en sus rostros y toda esa actitud feliz que se nota en cada uno de sus movimientos y expresiones.