MI DOMINGO. en la balanza

Mi domingo... uno mas.... ha comenzado muy temprano.... después de pensar... me levanto ya... me espero otro rato.... escuchar en el silencio algún indicio de movimiento.... de voz aunque sea pequeña.... Desde antes de acostarme, dejé mi ropa en el baño para evitar cualquier ruido extra.

Me levanté.... entré al baño... procuro que el agua no golpeteé fuerte para no provocar más ruido del necesario.... la ropa preparada para cambiarme la levanto con cuidado... los zapatos igual.... al salir cierro la puerta en cámara lenta para que el picaporte no haga ningún sonido.... en el barandal de la escalera he dejado mi celular y mis lentes... los tomo con cuidado y bajo paso a paso....abajo, me peino, me pongo un poco de perfume, tomo mi bolsa y salgo de la casa de puntillas.. cierro con llave y.... "la chiquita" ladra y lloriquea porque me voy... "shhhhhh".... no entiende, aulla como si fuera la última vez que me verá...... encomiendo la casa, JA y a Helena a Dios y me subo al carro, arranco y me voy..... que sensación... son las 6:45 de la mañana..... el aire húmedo y tibio... ni siquiera llega a fresco... no prendo el aire acondicionado del carro para no sentir diferencia al llegar a San Francisco.... no han prendido la refrigeración... es la misa de 7 de la mañana, al entrar un vaho caliente del acumulamiento de calor durante la noche... uf... nimodo.... La misa, la misa, es el centro de mi domingo. Me domina una tristeza que quiero cambiar. Estoy triste porque voy sola... pienso... no lo estoy... estoy rodeada por mis hermanos en la fe... cada uno de los que estamos aquí tenemos una historia que en la fe nos une.....Tuve un rato antes de que empezara la misa para encomendar a todo y a todos.... me mantuve de rodillas un rato.... es una postura que me relaja.... me recuerda donde estoy.... y la paz va llegando.

 

Transcurre la misa demasiado rápido para mi gusto... quisiera que fuera eterna... llega el momento de la comunión... el ir en peregrinación por el pasillo central para recibir a Jesús, me recuerda que estoy en camino, en camino al Reino.... voy pensando en eso mientras avanzo.... se me presenta la Hostia y mi mirada se clava en Ella, la tomo y camino como fantasma, siento que nadie puede verme ni percibir mi presencia.... solo Él y yo..... pero yo.... yo no soy capaz de comprender.... el evangelio ha hablado de los que quieren seguirle y no saben cómo. De los que quieren volverse, de los que tienen pendientes... de los que se asustan ante la invitación. Yo también... soy así. Voy a mi lugar y guardo silencio.... lo dejo a Él que se quede conmigo si quiere, si puede soportarlo.... y lo hace. Jesús no defrauda... me fortalece aunque ni siquiera me entere.

 

Al volver a la casa, Helena ya está despierta, JA prepara el desayuno.... y empezamos un día más... un día más en que Helena oirá la misa por tv, todavía no está lista para ir a Misa. JA se va a la misa de nueve, y.....Eso de oír misa por tv, es un decir... se levanta mil veces... se cambia de playera como diez veces... va y viene... y así... empieza nuestra pasión del día... pesar cada minuto... la balanza no se estabiliza cambia el peso del tiempo de un lado a otro y la carga emocional vacila en cada movimiento.

 

Son las 4 de la tarde y hemos pasado por todos los estados de ánimo... el calor arrecia... y la voz de Helena suena en este momento tranquila..... y yo también.... luego... una mirada inquieta... nos pone alerta... luego... una sonrisa... nos reanima..... no cabe duda, el Señor nos fortalece.. aunque yo, no sea capaz de comprender.