HOY LA JORNADA DEL ENFERMO Y LA VIRGEN DE LOURDES

HOY DÍA DE LA VIRGEN DE LOURDES. Este es un día especial en que la Iglesia propone en el mensaje del Santo Padre celebrar con obras este día de la Nuestra Señora de Lourdes. Desde el prinicipio del mes está en la barra lateral el mensaje de la Jornada Mundial del Enfermo, ojalá que ya algunos hayan podido leerlo y así entrar en la dinámica que la Iglesia necesita hoy de todos los fieles: estar unidos, en un solo sentir, en un solo corazón... para algunos será con su participación activa junto a los enfermos, para otros, precisamente los enfermos, con el ofrecimiento de sus dolores y sufrimientos, para otros, la gran mayoría con la oración y la ofrenda para ayudar en tantas necesidades alrededor del mundo como lo es que haya hospitales, medicamentos, servicios médicos en tantos lugares que están sin nada que ayude a los enfermos.

La Iglesia siempre ha estado presente cumpliendo el mandato del Señor, y por eso nosotros tenemos que ser los que pongamos el ejemplo, cumpliendo con las obras de misericordia según nuestras posiblidades, y en esto tendríamos que ponernos una mano en el corazón para ser sinceros y poner al máximo nuestras capacidades. A veces nos conformamos con sentir tristeza por los enfermos y eso no basta....

Pidamos hoy a la Santísima Virgen de Lourdes que nos abra el corazón y sepamos ser hermanos con los hermanos más sufrientes y dolidos que se encuentran a nuestro alrededor, a veces, de nuestra propia familia.

ORACIÓN A NTRA. DE LOURDES: Dóciles a la invitación de tu voz maternal, oh Virgen Inmaculada de Lourdes, acudimos a tus pies en la humilde gruta donde aparecisteis para indicar a los extraviados el camino de la oración y penitencia, dispensando a los que sufren las gracias y prodigios de tu soberana bondad.

Recibid, oh reina compasiva, las alabanzas y súplicas que pueblos y naciones, unidos en la angustia y la amargura, elevan confiados a Ti.

¡Oh blanca visión del paraíso, aparta de los espíritus las tinieblas del error con la luz de la fe! ¡Oh mística rosa, socorre las almas abatidas, con el celeste perfume de la esperanza! ¡Oh fuente inagotable de aguas saludables, reanima los corazones endurecidos, con la ola de la divina caridad!

Haz que nosotros tus hijos, confortados por Ti en las penas, protegidos en los peligros, apoyados en las luchas, amemos y sirvamos a tu dulce Jesús, y merezcamos los goces eternos junto a Ti. Amén.

Oración compuesta por Pío XII