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jueves, 26 de junio de 2014

KEPLER, LA CIENCIA Y DIOS

“Dios mío, gracias  por guiarnos hacia la luz de tu gloria con la luz de la Naturaleza. Llevé a cabo la tarea que me encomendaste y me regocijo en tu creación, cuyas maravillas me has concedido que descubra a los hombres.  Amén. – Johann Kepler”

El Don de Ciencia
Pbro. José Martínez Colín


1) Para saber

Otro de los dones del Espíritu Santo que el Papa Francisco ha desarrollado es el Don de Ciencia.
Al hablar de ciencia tal vez pensamos en los descubrimientos de las leyes que regulan la naturaleza y el universo. Pero la ciencia del Espíritu Santo es otra, es un don especial que nos lleva a entender a través de lo creado, la grandeza y el amor de Dios y su relación profunda con cada criatura, señaló el Papa.
Este Don nos permite contemplar a Dios en la belleza de la naturaleza y en la grandiosidad del cosmos, y descubrimos cómo cada cosa nos habla de Él, cada cosa nos habla de su amor. Todo esto suscita en nosotros un gran estupor y un profundo sentido de gratitud. Y así, el Espíritu nos lleva a alabar al Señor desde la profundidad de nuestro corazón y a reconocer, en todo lo que tenemos y somos, un don inestimable de Dios y un signo de su infinito amor por nosotros.

2) Para pensar

“Debemos construir una nave que surque el inmenso océano del Universo”. Así se expresó, hace más de tres siglos el astrónomo alemán Johannes Kepler. Ese sueño se hizo realidad en gran parte gracias a él. La vida de este sabio no fue fácil: a la edad de cuatro años quedó lisiado de una mano y con una permanente debilidad de la vista debido a la viruela. Aún niño tuvo que trabajar de mesero, aunque no dejó los estudios. Su esposa murió muy joven y su segundo hijo No obstante se sobrepuso a las desgracias y decidió dedicarse a la astronomía.
Hizo grandes descubrimientos: propuso que la tierra gira sobre sí misma a treinta kilómetros por segundo. Afirmación que desconcertaba a todos. Puso los fundamentos de la astronomía y de la óptica geométrica. Sin embargo, durante su vida fue poco reconocido e incluso despreciado. Murió pobre, pero satisfecho de haber contribuido a conocer el mundo que nos rodea.
Esa visión les ha faltado a quienes utilizan de modo equivocado las cosas: sean las armas, en exagerar la bebida alcohólica, el uso de la televisión o el cine para ver programas pornográficos, etc. Hay que saber darles un uso ordenado para que nos lleven a Dios. Pensemos cuánto nos están acercando a Dios las cosas que usamos.

3) Para vivir

En concreto, este don nos lleva a reconocer en toda la Creación la obra amorosa de Dios y, por tanto, a agradecerle todo. Nos lleva a cuidar, respetar y dar un buen uso a la creación. Además, este Don nos ayuda a amar al Creador siempre antes que a las criaturas y nos permite no apegarnos a las cosas. Este Don nos da una visión verdadera del mundo que nos rodea.

Kepler, además de ser un gran científico –Einstein le llamaba “el genio incomparable”–, supo descubrir a Dios y su grandeza en la naturaleza. Aún se recuerda esta oración compuesta por él:  “Dios mío, gracias te sean dadas por guiarnos hacia la luz de tu gloria con la luz de la Naturaleza. Llevé a cabo la tarea que me encomendaste y me regocijo en tu creación, cuyas maravillas me has concedido que descubra a los hombres. Amén.”

sábado, 21 de junio de 2014

“¡Dios llora en las guerras!”



Monseñor Juan José Aguirre, obispo de Bangassou y misionero comboniano, presenta Solo soy la voz de mi pueblo, un libro donde cuenta sus experiencias desde 1980, cuando llegó a África por primera vez



Son las 5:15 de la mañana. El cielo aún no se ha vestido del todo y amanece en Bangassou, al sur de la República Centroafricana. Allí, con el temblor de las bombas sonando de fondo y en medio de la tempestad que está desarmando en piezas el país, Juanjo abre la puerta de su choza y mira con ternura a Sahel, un niño descarnado de apenas cinco años que llama con tesón a su ventana de madera. Las estadísticas dicen que la República Centroafricana es el quinto país más pobre del planeta; sin embargo, el hambre -aunque a veces carga su fusil con retazos de odio y sinrazón- aún no ha conseguido ganarle la batalla a la esperanza. Juan José es obispo y, además, el padre de cada uno de los habitantes de un pueblo perseguido, y Sahel es un pequeño chiquillo que, vestido de nada, quiere cosquillear la barba poblada de su “monseñor” y regalarle una sonrisa. ¿Acaso el amor de Dios entiende de cifras o etiquetas?

Juan José Aguirre nació hace 59 años en Córdoba, siendo el tercero de los nueve hermanos que completan su familia. Aunque casi abandona esta tierra con solo tres meses de vida, con 27 años, tras despedirse de sus padres con el abrazo emocionado del que marcha para escribir paz con su vida, aterriza en Centroáfrica de la mano de los misioneros combonianos. Inmerso en un mundo de vivencias y cadencias donde Dios no dejaba de sorprenderle, con 43 años se encuentra con una de las noticias más sorprendentes que podían asestarle: es nombrado obispo de Bangassou (República Centroafricana).  Desde entonces, merced a la huella que cincela sus pasos como humilde profeta de los más necesitados, luce con cierta timidez el título de monseñor. No por vergüenza o desprecio, sino porque nunca fue amigo de las grandes celebridades: “aquí, en África, en el servicio del episcopado, eres un misionero más. Con un carisma diferente, ni mejor ni peor que los demás; eso sí, pesado como una mochila llena de ladrillos”.


La voz de su pueblo

Hace unos días, la editorial PPC ha presentado su libro “Solo soy la voz de mi pueblo”, un diario escrito en forma de cruz y cargado de experiencias humanamente desgarradoras; un legado que, sin duda alguna, no dejará indiferente a nadie.

Con la excusa del libro, un servidor –que, además de periodista, es un fiel amante de las historias que se escriben con la tinta del corazón- quiso saber de él, de su situación, de su misión, de su voz, de su alegría, de su dolor… de ese amigo que, aún con todo lo que pesa su agenda de barro, nunca mira con mala cara al que se acerca a él para robarle un puñado de su tiempo. Tras conocerle, no sorprende -para aquel que ha tenido el gozo de cruzar con él un abrazo- que las puertas de su casa de paja y barro estén siempre abiertas; ya sea en su Córdoba natal, en los tonos de su teléfono o en medio de la selva centroafricana.

Con la ternura de los que aman y la paciencia de los santos, contesta tranquilo a cada pregunta.

martes, 10 de junio de 2014

Y.....¿se dicen católicos?

No entiendo a esos católicos que critican al Papa, la verdad no los entiendo. ¿cómo pueden llamarse católicos y decir esa sarta de estupideces contra el Papa?..... toman una foto y la miran con una lupa, una lupa maligna... solo para fijarse en lo que según ellos es prueba de que algo está mal.... lo marcan con un círculo rojo y luego hacen comentarios atroces... lo mismo con los videos..... ¡deténte en el minuto 1.0005 y ahí se ve como el Papa volteó a ver a un gay!.... además el niño que le regaló la pulsera de colores es porque también es gay...... El Papa se avergüenza de ser católico: escondió su crucifijo en la faja blanca....porque al sentarse quedó un poco oculta.......Dios mío... es increíble. pero los hay.... y se creen que están defendiendo a la "verdadera iglesia" ¿acaso la verdadera Iglesia son ellos mismos y sus posturas absurdas? No soportan el ecumenismo, lo distorsionan todo y para su obtuso pensamiento el Papa es un apóstata..... Y no me quiero meter con las "profecías" ese es otro maremagnum de locuras.... 

Toman un texto y lo desmenuzan luego juntan unas cuantas palabras y ahí está: El Papa dijo una blasfemia..... Esos católicos me dan vergüenza.... luego, yo también tomo la lupa y especulo: ¿Serán estos católicos de verdad? ¿no serán enemigos de la Iglesia que se disfrazan de católicos para crear confusión y animadversión entre los sencillos e ignorantes? sería mas creíble, mas entendible, que pensar que un católico pueda llegar a esos ridículos extremos.

lunes, 9 de junio de 2014

ESTOY DE MUDANZA

Estamos a 9 de Junio y desde el 13 de Mayo día de la Virgen de Fátima, se nos informó que debemos dejar esta casa.... será vendida y nosotros tenemos que buscar otro alojamiento. Como el informe nos lo dieron en esa fecha tan significativa he procurado tener mucha confianza en que el cambio será para bien. He tenido en otras ocasiones la dicha de comprobar que la Virgen de Fátima me tiene cariño, me lo ha demostrado, por ejemplo,  el día de mi cumpleaños 13 de Octubre, día del gran milagro en 1917. También cuando tenía un problema de salud que desapareció sin dejar rastro un 13 de mayo. 

No voy a negar que estamos pasando por mucho estrés... pensando en que esta situación se nos presenta en pleno verano "cachanilla" es decir, con muchísimo calor (43° a 45°C), y que la situación económica está crítica. Que no sabemos como va a ser para Helena que es tan sensible a los cambios y que es primordial para nosotros mantenerle sus rutinas que le dan seguridad y tranquilidad. Pero como dije en un principio, tengo confianza, sé que la Virgen no nos abandonará, que es tanto lo que le pedimos y pedimos, que ya le tengo deshilachado el manto, y como es mi Madre ya me escuchó y sé que está mirando fijamente a los ojos de su Hijo Jesús para que atienda nuestras peticiones y encontremos una casa donde vivir y a Helena  la haga sentirse bien. (y a nosotros también).

Además, como es natural, estamos quitando, moviendo, tirando cosas que ya no son útiles y no es necesario llevarlas con nosotros a donde nos toque estar..... entre todas esas cosas, se ha ido lo de la catequesis.... pensé que me costaría trabajo desprenderme de todo eso pero no ha sido así, en realidad voy aligerando el equipaje... y eso me ha hecho reflexionar, que los cambios y el proceso de envejecimiento se llevan bien, nos van aligerando, nos van liberando de ataduras, sobre todo de las ataduras a las cosas.... y sirve de limpieza, de orden.... da un sentido de lo esencial.... solo lo esencial..... solo lo necesario.... solo lo mas indispensable..... no hace falta más.... todo sobra.... incluso estorba.... y en el envejecimiento es importante tener esta mentalidad porque finalmente, ante la muerte nada nos llevaremos.

Pero no está demás, encomendarnos a las oraciones de los que amablemente leen este blog. Ya que las oraciones siempre son riqueza espiritual que dispone el alma para dar lo mejor y agradecer a Dios por su presencia en todas las situaciones de la vida.

miércoles, 4 de junio de 2014

¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?

Hace unos días en un reportaje, en un programa de televisión, daban unas cifras espeluznantes sobre la cantidad de niños huérfanos en el mundo, se hablaba de 132 millones de niños, en Africa, en Oriente Medio y América Latina.... muchos de esos niños eran huérfanos porque sus padres habían muerto en guerras, otros por el hambre o el sida.... terribles cifras,  cada número es una creatura, con una historia desgarradora de dolor, abandono y soledad... miedo... rabia....pena...angustia..... ¿cómo crecerán esos 132 millones de niños? ¿cuáles serán sus condiciones de vida? ¿a qué estarán expuestos en su orfandad? ¿qué mundo construirán?....

Se hacen investigaciones sobre embriones (la mayoría humanos muertos antes de desarrollarse), se habla de alta tecnología para lograr la fecundación in vitro etc. etc..... para que los padres puedan procrear, sin tomar en cuenta valores ni moral....sin importar el costo ni económico ni vital.... miles de millones de dolares para encontrar "que hay vida" en una bacteria en Marte..... mientras esos millones de niños siguen ahí, debatiéndose en la incertidumbre de su futuro..... ¿qué clase de seres humanos somos los que vivimos en este siglo XXI? se nos puede distinguir de los bárbaros,  de las civilizaciones primitivas? Si, si se nos puede distinguir.... en aquellas épocas lejanas no había conocimientos, información, estudios, avances tecnológicos, rapidez de comunicación para tener acceso a las realidades y ser objetivos en las respuestas, ..... nosotros tenemos todo eso a nuestro alcance...lo que no tenemos es sensibilidad, conciencia recta, amor.... aquellos darán cuentas según su época y nosotros.......también  y seremos juzgados por los que esperaban una brizna de humanidad para con sus hijos.

¿Qué hace un cristiano ante estás realidades tan apocalípticas? ¿nos quedamos cruzados de brazos esperando a que otros, "los que pueden", hagan algo?...... o ¿ponemos nuestro granito de arena, en la evangelización.... con la oración.... con nuestro ejemplo?

martes, 3 de junio de 2014

¿VEMOS LAS COSAS COMO DIOS?

El Don de Sabiduría
Pbro. José Martínez Colín

1) Para saber

Dentro de sus intervenciones referidas a los dones del Espíritu Santo, el Papa Francisco habló recientemente del Don de Sabiduría. Nos aclaró que no se trata de la sabiduría humana, que es fruto del conocimiento o de la experiencia y por la que vemos las cosas según nuestro gusto, con amor o con odio, con envidia. Por eso necesitamos de este don que nos permite poder ver las situaciones, los problemas, con los ojos de Dios, a sentir con el corazón de Dios.
La persona que tiene este don no es que tenga una respuesta para cada cosa, sino que sabe cuándo una cosa es de Dios y cuándo no es de Dios.

2) Para pensar

Suele decirse, y con razón, que sabe más una viejecita no muy instruida, pero con fe, que un gran científico que no cree en Dios. Ello es así porque la viejecita conoce las verdades más fundamentales sobre la realidad, mientras que el científico tiene sólo una parte del saber y no el más importante. Saber que hay un solo Dios, que es nuestro Padre y que espera nuestra correspondencia a su amor para ser felices en la vida eterna: saber estas verdades está muy por encima de otros conocimientos.
A ello se refería nuestro Señor Jesucristo cuando exclamaba: “Te doy gracias, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla” (Mt 11,25).
Es un conocimiento más íntimo y profundo de Dios y sus misterios. Así como sólo conoceremos verdaderamente el sabor de una fruta al comerla, así sólo conoceremos las cosas de Dios, a partir de nuestra unión con Él.
Cuando alguien muestra cierto aburrimiento ante las cosas de Dios, es posible que necesite esforzarse por acercarse más a Él: confesarse y comulgar con más frecuencia. Se puede observar cómo las personas que más luchan por acercarse a Dios, son las que más disfrutan de las cosas relativas a Él. Si fomentemos nuestra unión con Dios, Él nos dará ese gusto por las cosas divinas.
Pensemos cómo es nuestro gusto por las cosas divinas, para saber cuánto nos falta acercarnos a Dios.

3) Para vivir

El corazón del hombre sabio tiene el gusto y el sabor de Dios. Podemos escucharlo o podemos no escucharlo. Dice el Papa Francisco que si escuchamos al Espíritu Santo, Él nos enseña a ver con los ojos de Dios, escuchar con las orejas de Dios, amar con el corazón de Dios, juzgar las cosas con el juicio de Dios. Este don surge de la intimidad con Dios, de la relación íntima que tenemos con Dios.
Decía el Papa que esa sabiduría se palpa cuando una madre le reconviene dulcemente y explica con paciencia a su hijo el por qué su proceder no fue correcto. O cuando el esposo y la esposa se pelean y no se miran o si se miran lo hacen con el ceño fruncido... pero deciden hacer las paces y vuelven a empezar de nuevo en paz… Eso es el don de la sabiduría.
Con esta sabiduría, finalizaba el Papa, vamos adelante, construimos la familia, construimos la Iglesia, y todos nos santificamos. Y pidámosle este don a la Virgen, quien es la Sede de la Sabiduría.