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lunes, 30 de noviembre de 2009
MADRECITA INÉS, INTERCEDE
Tengo muchas ganas de hablar de mi Madrecita Inés, así le decimos ahora con mucha confianza Helena mi hija y yo. Todos los días estamos en contacto con ella. A Helena nunca se le olvida cambiar su medallita con la reliquia de una blusa a otra.
Ir conociendo su vida me hace quererla todavía más. Como que me siento a mis anchas platicando con ella porque la siento muy cercana, tal vez el que sea mexicana me inspira ese sentimiento.
Le pido muchas cosas distintas, y todas las escucha, unas me las concede al momento, otras, como que se tarda un poquito pero siempre responde. Alma (su sobrina), dice que cuando hace un favor deja como un signo que indica que fue por su intercesión. Y lo he confirmado.
Me escuchó en una ocasión por anticipado. A través de un sueño que por su intensidad me despertó, donde me dijo que la salud de un amigo se mejoraría, bueno, no me lo dijo con palabras sino con su sonrisa que era lo mas profundo y claro que alcanzaba a notar en el sueño. Pero cuando lo soñé todavía no pasaba nada, entonces cuando nuestro amigo estuvo hospitalizado y en situación de agravarse empecé una vez más a pedirle y recordé lo que había soñado y tal cual, así fue, se mejoró.
Una amiga me platicó que un problema muy serio de su trabajo se le resolvió por su intercesión y ahora siempre porta su reliquia y también recurre a ella constantemente.
Entre las oraciones diarias está la de Madre Inés y tan solo con empezar a rezar ya me siento acompañada por ella y como está en el Cielo, siento también la presencia fuerte de María de Guadalupe, tan dulce y maternal.
Ahorita le estoy pidiendo dos favorsotes uno para mi y otro para una amiga y sé que me lo concederá porque ella es muy favorecedora, quiere que nos acerquemos en confianza al amor infinito de Cristo.
domingo, 29 de noviembre de 2009
MISIÓN CONTINENTAL. Parroquia y Diócesis
Como la Gran Misión Continental es permanente, tenemos que continuar un día y otro hablando de ella. No puede pasar de moda, no puede relegarse y darle prioridad a cosas más "atractivas" la Misión es "siempre". también en Adviento.
Las parroquias no son instituciones sociales para competir unas con otras. Son comunidades cristianas que sólo están divididas geográficamente y forman, las diócesis. Pero todas forman la comunidad universal, la Iglesia de Cristo.
La Diócesis presidida por el Obispo, Sucesor de los Apóstoles. Ella es la Iglesia de Cristo en nuestro territorio.
Antes que feligreses de una parroquia, antes que miembros de tal o cual movimiento o asociación somos parte viva de la Iglesia diocesana. El Obispo es nuestro genuino pastor, el conjunto de sacerdotes del presbiterio diocesano son colaboradores en el cuidado pastoral de la Iglesia.
No son "sacerdotes de nuestra parroquia" son sacerdotes de nuestra Iglesia diocesana al servicio de nuestra parroquia, de nuestra comunidad o movimiento.
La experiencia de tu fe la vives siempre en una Iglesia particular (diócesis). Colabora a la unidad de tu Iglesia.
sábado, 28 de noviembre de 2009
ROJO Y AZUL
Acabo de ver un programa en el canal EWTN sobre los iconos, y entre las muchas cosas interesantes que escuché una me llamó muchísimo la atención, porque cada vez que vea uno voy a meditar en la grandeza de Dios hecho hombre.
Hablando de los colores explicaron que Jesús tiene la túnica roja y el manto azul, significa que el rojo es lo divino y el azul lo humano.
Y que la Virgen tiene la túnica azúl y el manto rojo porque Ella es humana revestida de lo divino......
Y así otras muchas explicaciones todas hermosas, y decían que los iconos son "ventanas al cielo".
viernes, 27 de noviembre de 2009
MEDALLA MILAGROSA
jueves, 26 de noviembre de 2009
JUEVES SACERDOTAL
ORACIÓN PARA EL AÑO SACERDOTAL
Jesús, Buen Pastor,que has querido guiar a tu pueblo
mediante el ministerio de los sacerdotes:
¡gracias por este regalo para tu Iglesia y para el mundo!
Te pedimos por quienes has llamado a ser tus ministros:
cuídalos y concédeles el ser fieles.
Que sepan estar en medio y delante de tu pueblo,
siguiendo tus huellas e irradiando tus mismos sentimientos.
Te rogamos por quienes se están preparando para servir como pastores:
que sean disponibles y generosos para dejarse moldear según tu corazón.
Te pedimos por los jóvenes a quienes también hoy llamas:
que sepan escucharte y tengan el coraje de responderte,
que no sean indiferentes a tu mirada tierna y comprometedora,
que te descubran como el verdadero Tesoro
y estén dispuestos a dar la vida "hasta el extremo".
Te lo pedimos junto con María, nuestra Madre de Guadalupe,
y San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars,
en este Año Sacerdotal. Amén.
Rezar cinco Padrenuestros, Avesmarías y Gloria.
martes, 24 de noviembre de 2009
HACER DE LA VIDA UN HIMNO.
LIBRO COMPLETO
JUAN ESQUERDA BIFET Hacer de la vida Un Himno Semblanza Biográfica De Madre María Inés-Teresa Arias.
PRESENTACIÓN
LEER TODO
JUAN ESQUERDA BIFET Hacer de la vida Un Himno Semblanza Biográfica De Madre María Inés-Teresa Arias.
PRESENTACIÓN
No es cosa difícil para mí colocarme en la longitud de onda del Padre Juan Esquerda Bifet al referirme a su Semblanza biográfica de Madre María Inés-Teresa Arias, pues él mismo declara haber emprendido su primorosa tarea partiendo del conocimiento personal de la Madre. En efecto a mí también me cupo la misma suerte, es decir la de captar de lo vivo la misma suerte, es decir la de captar de lo vivo la transparencia evangélica de su alma y de secundar, por más modestamente que fuese, aquel cántico de gozo que se desprendía de cada uno de sus gestos y cada una de sus palabras y que relucía en el brillo sin ocaso de su dulcísima sonrisa. Los destellos de esta luminosa alegría interior llegaban a percibirse hasta en su ausencia, como bien lo saben sus Hijas y los huéspedes de sus casas. Era un aleluya perenne, que tenía su manantial en “la esperanza que no engaña” (Rom 5,5).
No me hallaba yo sin saber que su vida su misión estaban marcadas por la cruz y no podía ser de otra manera para un alma que había dicho a Jesús: “Maestro, te seguiré a donde quiera que fueres” (Mt 8,19). De algunas de sus mayores penas ella misma me había enterado y eran los mismos sufrimientos de la Iglesia que Madre Inés-Teresa amaba entrañablemente, identificada como se sentía no solamente con su misterio, sino también con su terrena realidad existencial Era también éste un motivo para sentirse, como el Apóstol, “rebosante de gozo en medio de todas sus tribulaciones” (2 Cor 7,4).
TODAVÍA NO ES RECUERDO, ES PRESENTE...
El que la Asamblea haya terminado no significa que la Misión concluya,............. !apenas empieza!
Es bueno manter fresco el recuerdo de dónde viene la gran Misión Continental
para estimular, aprender, orar y luchar por la Evangelización del Continente.
lunes, 23 de noviembre de 2009
No hay fecundidad sin dolor
Continuamos con la Biografía de Madre María Inés Teresa Arias.
En cada capítulo crece el interés por su vida, toda impregnada por la presencia de Dios y de la Virgen de Guadalupe, sin embargo, todo es natural y sencillo, eso no quiere decir que esté libre de dificultades y sinsabores e incluso grandes dolores, pero por eso mismo nos invita a buscar el camino de la santidad a cada uno según su situación de vida.....
11.- Sé que no hay fecundidad sin dolor.
Ese pequeño grupo de religiosas se da prisa en transformar la quinta Jesús María, en un pequeño convento de cinco habitaciones; la mejor, por supuesto se convierte en la capilla donde en primer lugar destaca el altar de cedro labrado y un hermoso cuadro de la Santísima Virgen de Guadalupe, que les han obsequiado. ¡Cuánto disfrutan los primeros días, acomodando el sagrario, el cáliz, los floreros y los pocos muebles con que cuentan!
Para el domingo siguiente, el Padre Vicario General, José García celebra la primera misa para la bendición de la capilla. Su homilía resalta sobre todo, la importancia que representa para la Iglesia universal el surgimiento de una nueva fundación misionera. Una de las principales intenciones de esa primera celebración Eucarística, es dar gracias por la ilimitada generosidad de don José María y su esposa Lupita, hermana de la madre María Inés, pues sin su ayuda hubiera sido imposible continuar. ¡Qué ajenas estaban las religiosas de que, precisamente ese domingo, la familia Suárez vivía una de las tragedias más tristes de su matrimonio. Una de sus hijos, Luisito de tan sólo nueve años de edad, muere ahogado en una casa de campo. Una víctima más se coloca en los cimientos de esa nueva Obra.
Cuando la hermana María Inés hacía su primera adoración al Santísimo, poco después de la Misa, es interrumpida por una de las religiosas. Le comunican que su sobrino se encuentra gravemente enfermo; ella, al instante, presiente lo peor. Hacía tan sólo tres días que lo había visto y el niño estaba en perfecto estado de salud. ¡Una accidente! –supone aterrorizada-. Llama de inmediato a la casa de su hermana, y en persona, su cuñado le responde. ¿Qué ha sucedido José María? ¿Verdad que ya murió Luisito? Y él, con voz irreconocible le contesta que acaban de sepultarlo.
La primera reacción de María Inés es correr a la capilla a rezar un Te Deum por aquella enorme pérdida. Saturada de dolor le impreca al Señor, como lo había hecho en otro tiempo la propia Santa Teresa:… por eso tienes tan pocos amigos, ¿así es como pagas todo lo que han hecho por estas tus siervas? …pero que se haga, Señor, tu voluntad. Primero su hermana María, ahora aquel pequeñito, que a tan corta edad donaba sus “domingos” a las alcancías de los Hermanos Cristianos que trabajan para la Propagación de la fe; ese niño que preocupaba por llevarles fruta y pan a los hijos de los vaqueros. Su pequeño Luisito ha muerto.
La tragedia había sucedido de la forma más inesperada. En un paseo dominical, la familia se dirige a San José Purrúa. Dispuestos, padre e hijo, a nadar en una gran alberca, de pronto, don José María retrocede al darse cuenta de que trae puesto su reloj de pulso. Le pide a su hijo que espere unos minutos y corre hacia el interior de la casa para dejárselo a su esposa; cuando regresa, Luisito no se encuentra a la vista.
Como han transcurrido sólo unos cuantos minutos, revisa cuidadosamente a su alrededor, y por un momento, le viene a la mente la idea de un secuestro. La angustiada madre, a los llamados de su esposo no hace más que repetir: “Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío”, mientras el padre, aún en traje de baño grita, lo nombra, y busca por todas partes.
Jamás pueden imaginar que un distraído trabajador de la hacienda, ignorando la presencia de los huéspedes, había quitado la compuerta de la inmensa alberca, para dejar salir el agua a una barranca. El niño, que por supuesto sabía nadar, se avienta al agua en el momento en que su padre se aleja, pero el remolina de la corriente que fluye con fuerza hacia la salida, lo arrastra de inmediato. Cuando el hombre se da cuenta de lo que pasa, coloca de nuevo la compuerta; pero ya es demasiado tarde. El cuerpecito inerte de Luisito va a quedar en el fondo de la barranca.
Don José María, al llegar al funesto lugar, toma en sus brazos el cuerpo de su hijo muerto y su impresión es tal, que casi desmaya y lo deja caer. La incrédula madre del niño se lo recibe y su sufrimiento se duplica al sostener la cabecita de su pequeño. Una enorme herida había abierto su cráneo.
Invadidos de dolor, deciden no dar parte a la policía, pues el dueño del balneario es el expresidente de la república, y la noticia al trascender puede motivar investigaciones que aumentarían sin duda, el sufrimiento. Nada ni nadie puede devolverles la vida de su hijo.
El niño es velado en la sala principal de su propia casa y allí van llegando, anonadados de pena, los parientes y amistades.
María Inés junto con las hermanas de la nueva orden, suplican a Dios a través de largas jornadas de oración y sacrificios, por la pronta resignación de su hermana y su cuñado. Se enteran tiempo después que José María ha permanecido encerrado más de un mes y no tiene ningún interés en su trabajo y mucho menos en los negocios. Acompañado de su esposa sólo va a misa los domingos, y luego al Panteón Español a llorar sobre la tumba de Luisito. Su dolor es todavía imposible de superar.
Los grandes o pequeños logros de la Madre María Inés parecen ir siempre acompañados de dolorosos sufrimientos. Nunca le falta oblaciones o sacrificios que ofrecerle al Señor por las almas y la obra misionera.
MISIÓN CONTINENTAL
Trabajar por la unidad no significa que tú tienes que hacer de todo. Pero si debes tener una visión clara del conjunto, de la totalidad de tu parroquia.
Pero en la tarea diaria concretarnos en nuestro cometido, teniendo en cuenta nuestras posibilidades, hablilidades, inclinación. !Eso sí! atento a pensar en tus posibilidades y disponibilidad en función de las necesidades y no al revés. !Atento! a no descalificar otras opciones distintas de las tuyas, a no perder de vista la acción de toda la parroquia, movimiento o asociación.
Un buen discípulo y misionero siente como propia la tarea del resto de los evangalizadores; está disponible al encuentro y al diálogo. Promueve y participa en encuentros y reuniones para programar juntos la acción pastoral, da vida con su participación activa, haciendo todo lo posible para que no queden reducidos a palabras en el papel o a simples nombramientos.
Sé un apasionado de la espiritualidad pastoral: parroquial y diocesana.
EL CELAM Y NOSOTROS (3)
Documentos Conclusivos
La Iglesia
La historia de la Iglesia sólo se puede alcanzar a comprender plenamente desde la fe que la Iglesia misma custodia y transmite
A través de sus documentos se han ido perfilando grandes líneas de un esfuerzo evangelizador común.
un intenso compromiso pastoral con los hombres y mujeres de América Latina.
Los documentos conclusivos de las últimas tres Conferencias han tenido una amplia y cálida recepción en las Iglesias locales de Latinoamérica (El de Río no se promovió pero es igualmente importante)
Han ido fortaleciendo en este tiempo una forma común de expresar y vivir la fe.
Han ayudado a conocer la variedad, riqueza y características particulares de las Iglesias locales de América Latina.
La Iglesia
La historia de la Iglesia sólo se puede alcanzar a comprender plenamente desde la fe que la Iglesia misma custodia y transmite
Las Conferencias Generales deben ser miradas desde la fe para poder comprender su sentido más profundo y más pleno como parte de la vida de la Iglesia en América Latina. Esto permite comprender también que las Conferencias han sido ocasiones para que el Pueblo de Dios se revise y renueve en vistas al cumplimiento del divino Plan.
domingo, 22 de noviembre de 2009
MI DOMINGO (5)
Una fiesta que me consuela, Cristo Rey del Universo. Cuando veo tanta enfermedad, todas las dificultades que cada día nos agobian, todo el bien que se deja de hacer y parece que triunfa el mal sobre el mundo, la luz de Cristo brilla con fuerza este día y nos dice que Él es el Rey, no como imaginamos la realeza nosotros sino como Él la muestra desde la Cruz, entonces me lleno de consuelo y entiendo en qué consiste mi vocación bautismal en que fui constituída profeta, sacerdote y rey.... para reinar sirviendo al igual que Cristo.... y me dan ganas de cantar: !Que viva mi Cristo, que viva mi Rey, que impere doquiera triunfante su ley!
La Hna. que me da todos los domingos a Jesús para Helena, se llama Ana Imelda, y le llevé un separador con la Virgen de Guadalupe y una foto chiquita de Helena con sus datos para que la conozca. Platiqué un ratito antes de la misa con Soledad, me contó que fue portera y que siempre estuvo en su lugar, así como toma también su lugar en la capilla. Un ancianito al entrar a la capilla llevado en su silla de ruedas dijo con una sonrisa: !Ahhh que bonito huele, huele a Altar!.....
sábado, 21 de noviembre de 2009
Presentación de la Santísima Virgen
Este Sacerdote parapléjico por un accidente sigue viviendo su sacerdocio ahora como maestro y a través de este medio. Y nos habla de la fiesta que se celebra hoy.
viernes, 20 de noviembre de 2009
EL CELAM Y NOSOTROS
Vamos a hablar de discipulado, y lo primero es ponernos de acuerdo para ver que entendemos por discipulado:
Se dice de alguien que se ha encontrado con Cristo, le sigue, con amor y se une con sus hermanos de fe en una comunidad para dar testimonio de Él.
Esto a grandes rasgos, ahora bien, estamos hablando de discipulado porque la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe se realizó en Mayo de 2007 en Aparecida, Brasil. Y el tema de esta Conferencia Gral, es precisamente Discípulos y misioneros de Jesucristo. Así que nuestro tema está centrado en ello.
Pero que es eso de la Conferencia Gral del Episcopado de donde viene, cual es su importancia y por qué es importante para nosotros?
Nadie se interesa por lo que no conoce… Nadie ama lo que no conoce. Y mucho menos tendrá conciencia de ser nada más y nada menos que protagonista de estos acontecimientos.
En muy pocas palabras vamos a hacer un recorrido por la historia de las conferencias generales del Episcopado Latinoamericano y del Caribe:.....
procuraré a diario ir desarrollando el tema para quien guste darle seguimiento.
Este Tema se desarrolló en Mayo del 2007 pero sigue siendo actual y necesario para comprender mejor la "Gran Misión Continental"
Todo el material de este blog está a total disposición de quien guste tomarlo
Todo el material de este blog está a total disposición de quien guste tomarlo
LA RELEVANCIA DEL PAPA EN LA IGLESIA (5)
Y Pablo VI en el segundo período del Concilio declara «Que el Concilio celebre a nuestro Señor Jesucristo...» «Cristo nuestro principio; Cristo, nuestra vida y nuestro guía; Cristo, nuestra esperanza y nuestro término... Que no se cierna sobre esta asamblea otra luz si no es Cristo, luz del mundo; que ninguna otra verdad atraiga nuestros ánimos fuera de las palabras del Señor, único Maestro; que ninguna otra aspiración nos anime si no es el deseo de serle absolutamente fieles... » El Concilio, es pues, un llamado a la fidelidad a Cristo y a la unión con Él, para la Iglesia y para el mundo.
Con la muerte de SS Pablo VI , llega el Papa de la Sonrisa Juan Pablo I, que en un instante gana los corazones del mundo entero, pero, muy pronto pasa a tomar su lugar en el Cielo y deja su lugar a un Papa Polaco el primer Papa no italiano en 450 años...
jueves, 19 de noviembre de 2009
El Papa recibe a Sheikh Hasina, primera ministra de Bangladesh
Es siempre edificante ver el amor y el respeto que inspira el Santo Padre y lo que representa aun en personas que no profesan la fe católica.
MISIÓN CONTINENTAL. estrechez de miras
No podrás colaborar bien a la unidad del cuerpo, si tienes en tu cabeza la idea de un "cuerpo mutilado", es decir, difícilmente colaborarás a la unidad de tu propia comunidad, si no tienes una idea clara de todo lo que ella es y de cual es la totalidad de su misión y de todo lo que se necesita para llevarla a cabo.
Si piensas que el quehacer de la parroquia es el culto, la catequesis de niños, y piensas a lo sumo que también es necesria Cáritas, y que la evangelización es hacia adentro de la parroquia solamente, estás achicando su misión y por eso no te cuadra que haya otro tipo de preocupaciones y actividades.
Celebrar la fe, transmitir la fe, y vivir la fe abre un abanico inmenso de necesidades y tareas, todas ellas necesarias para ser fieles a lo que nos encomienda el Señor.
Ten un visión amplia de la Iglesia y tendrás el ámbito justo para trabajar por la unidad, sin estrechez de miras y sin descalificaciones precipitadas de personas y grupos.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
UNA JACULATORIA CON MUCHO PODER
Desde que mi amiga la Dra. Gaby me llevó a la devoción de la Divina Misericordia hay algo que me empuja a rezar la Coronilla todos los días, pienso en las personas enfermas o en su último momento de vida y recuerdo las palabras de Jesús a Santa Faustina:
“Hija Mía, anima a las almas que digan la Coronilla que te he dado. Me satisface conceder todo que piden de mí diciendo este Coronilla. Cuando los pecadores endurecidos lo dicen, llenaré sus almas de paz, y la hora de su muerte será feliz. … Escribir que cuando dicen este Coronilla en presencia del moribundo, estaré parado entre mi padre y la persona que muere, no como el juez justo sino como Salvador Misericordioso” (diario, 1541).
Y recuerdo lo que dice el mismo diario:
1565 Cuando entré por un momento en la capilla, el Señor me dijo: "Hija Mía, ayúdame a salvar a un pecador agonizante; reza por él esta coronilla que te he enseñado". Al empezar a rezar la coronilla, vi a aquel moribundo entre terribles tormentos y luchas. El Ángel Custodio lo defendía, pero era como impotente ante la gran miseria de aquella alma; una multitud de demonios estaba esperando aquella alma. Mientras rezaba la coronilla, vi a Jesús tal y como está pintado en la imagen. Los rayos que salieron del Corazón de Jesús envolvieron al enfermo y las fuerzas de las tinieblas huyeron en pánico. El enfermo expiró sereno. Cuando volví en mí, comprendí la importancia que tiene esta coronilla rezada junto a los agonizantes, ella aplaca la ira de Dios.
Un día platicando sobre esto, una amiga de mi amiga Vicky comentó que en una ocasión fueron al Hospital General o a Seguro Social, ya no recuerdo bien, para acompañar a una persona enferma con oración; hicieron la Coronilla y los enfermos de las otras camas se llenaron de consuelo y participaban de la oración; y cuando ya se retiraban se encontraron en el pasillo a una familia desesperada que lloraban porque su enfermo estaba agonizante pero muy inquieto y estaban asustados, habían mandado llamar al padre pero aún no llegaba, ellas, queriendo ayudar en algo, les preguntaron si querían que rezaran juntos y ahí en el pasillo rezaron otra vez la Coronilla, dentro en el cuarto el enfermo comenzó a tranquilizarse y a volver en sí y pronto llegó el sacerdote le administró los sacramentos y murió en ese momento.
Ella no sabía lo que decía el Diario de Santa Faustina y cuando se lo comenté se estremecía de saber lo que en realidad había sucedido cuando ellas rezaron por el enfermo aquel... por eso cuando ya tengo mucho sueño, o me siento cansada, recuerdo todo esto y comienzo mi oración que aunque pobre e indigna se vuelve infinita por la grande Misericordia de Dios que quiere que todos se salven y que nos hace cooperadores por su mucho amor que nos tiene.
UNA EMPRESA ABRUMADORA (10)
BIOGRAFÍA MADRE MARÍA INÉS TERESA ARIAS.
10.- Hay momentos en que me parece abrumadora la empresa.
Doña Fidelita de Ortiz, una bienhechora, ya viuda, que había perdido a su única hija, le había prometido tiempo atrás a la madre María Inés, regalarle una casa. Con el paso de los meses, cambia de opinión y decide cederla a los padres jesuitas. Las casas en Cuernavaca empezaban a cotizarse muy alto y doña Fidelita acepta, sin embargo, hacerles un donativo en efectivo, que les ayude a enganchar algún terreno o casa, el resto había que conseguirlo.
José María, el cuñado de la hermana María Inés, de nuevo aparece en escena y les vende a un precio muy bajo un atractivo terreno situado en la llamada Privada de la Selva, uno de los límites de la ciudad. Después de realizarse la operación de compra-venta, con la debida escrituración, empieza el penoso proceso de construcción de la futura casa madre, que debido a las limitadas aportaciones, se lleva varios años.
Así pues, los problemas continúan. Es necesario conseguir una casa mientras se construyan las primeras habitaciones del futuro convento que apenas y con muchos esfuerzos, se encuentra en la etapa de cimentación. María Inés sabe que es urgente tener un lugar mientras tanto, pues es un requisito indispensable. Su ángel salvador no podía ser otro que su cuñado Chema. Sin tener otra alternativa y con la confianza que siempre le había inspirado, se atreve a proponerle ingenuamente: ¿José María, y si tu compraras una casa en Cuernavaca y nos la prestaras durante un tiempo? El esposo de su hermana Guadalupe, asombrado por las ocurrencias de la monjita sólo contesta: “¡Mira!, ¡qué fácil solución!”
Como era de esperarse, muy pronto José María Suárez adquiere la ansiada casa con la que las futuras misioneras inician su obra. La admiración y agradecimiento hacia aquel hombre tan caritativo y generoso no tiene límites. La alegría es inmensa. Don José María, años después se referiría a su cuñada de la siguiente manera: “ A esta mujer fuerte nada ni nadie la detenía. Nunca tuvo dinero para sus obras; sin embargo las emprendía. ¿Quién se atreve a tal cosa? Solamente ella. La Obra que Dios le encomendó a la madre María Inés Teresa no tiene fundamento más que en la confianza y en el abandono. Ella que sabía resaltar la bondad y poder de Dios, su divina Providencia, se lanzaba porque sabía de quien se confiaba”.
Por fin el día 2 de agosto de 1945, el señor obispo de Cuernavaca manda llamar a la hermana María Inés para entregarle en su despacho el documento donde la Santa Sede aprueba la fundación. La emoción, el gozo y la sorpresa se confunden en un solo sentimiento: la tercera prueba estaba ya en sus manos. Ella, la hermana Clara, su cuñado y su hermana Lupita comparten con un abrazo, la buena nueva. El 18 de agosto es el día en que el padre Oñate, en nombre del arzobispo, ejecuta el Rescripto de la Santa Sede, es decir, otorga la aprobación oficial que autoriza a las seis religiosas a dejar el monasterio del Ave María.
Salir del amado convento por última vez, es más difícil de lo que puede imaginar la futura misionera. Decir adiós a la querida capilla, a las hermanas y hasta al propio jardín, que con tanta devoción había cultivado, es otro de los muchos desprendimientos afectivos que tiene que sufrir.
María Inés Teresa Arias sale del Ave María sólo porque es allí donde ha recibido el carisma misionero. Su deseo de salvar almas y propagar el amor por la Guadalupana, justifican cualquier sacrificio.
lunes, 16 de noviembre de 2009
RECORDAR LO QUE SE QUIERE OLVIDAR
Para recordar el testimonio de aquellos hombres, la Iglesia católica en Polonia celebró el 29 de abril la Jornada del martirio del clero polaco durante la segunda guerra mundial.
En esta entrevista concedida a Zenit, Vladimir Redzioch recoge el testimonio del arzobispo Majdanski.
--Excelencia, ¿por qué le arrestó la Gestapo justo al inicio de la guerra?
--Monseñor Majdanski: Fui arrestado, al igual que otros alumnos y profesores del seminario, porque llevaba sotana. Los alemanes que nos arrestaron no nos preguntaron nuestras señas (lo hicieron después, en la prisión). Se puede decir, por tanto, que fui arrestado como sacerdote católico.
--¿Cómo era la vida en el campo de concentración de Dachau?
--Monseñor Majdanski: En la entrada del campo, estaba escrito «Arbeit macht frei» («El trabajo hace libres»), pero en realidad el trabajo inhumano en el frío del invierno y en el calor del verano, con insuficientes razones de comida, con golpes y humillaciones, buscaba destruir al hombre.
Al final, cuando la persona ya no era capaz de trabajar, era conducida con los así llamados «transportes de los inválidos» en las cámaras de gas.
--Usted fue uno de los prisioneros que fueron sometidos a experimentos médicos.
--Monseñor Majdanski: Sí. En Dachau un tal profesor Schilling hacía pseudoexperimentos científicos. En pocas palabras, experimentaba con los prisioneros la reacción del hombre a las diferentes substancias que nos inyectaban.
Antes de ir a someterme a los experimentaos, había pedido a mi profesor del seminario que informara a mis padres de mi muerte y le dejé mi «tesoro», dos rebanadas de pan duro.
Si sobreviví, fue un auténtico milagro. Por desgracia, el padre Jozef Kocot, mi compañero de habitación, profesor de filosofía en el seminario, murió en silencio, sufriendo de manera inenarrable.
--¿Qué significaba para ustedes, sacerdotes, el campo de concentración?
--Monseñor Majdanski: Creíamos que habíamos vuelto a los tiempos de Nerón y Diocleciano, a los tiempos del odio por el cristianismo y por todo lo que representaba el cristianismo. El campo de concentración era la encarnación de la civilización de la muerte: no es casualidad que en los uniformes de los alemanes había calaveras.
Nuestros verdugos alemanes blasfemaban contra Dios, denigraban a la Iglesia y nos llamaban los «perros de Roma». Nos querían obligar a ultrajar la cruz y el rosario. Para ellos no éramos más que números que había que eliminar.
Nos quedaba la alianza con Dios, la oración recitada a escondidas, la confesión sin que nos vieran. Echábamos mucho de menos la Eucaristía. En esta «máquina de muerte», los sacerdotes eran llamados al sacrificio de la vida, a ser fieles hasta la muerte.
El padre Stefan Frelichowski y el padre Boleslaw Burian crearon una especie de alianza en la que sus miembros se comprometían a soportar de la manera más coherente con el Evangelio todas las humillaciones y sufrimientos del campo, y ha rendir cuentas de todo ello a la Virgen a las nueve de la noche.
El padre Frelichowski, cuando estalló la epidemia de tifus, se ofreció como voluntario para servir a los enfermos. Murió dando la vida por los demás, como san Maximiliano Kolbe (canonizado por el Papa).
--¿Vio morir a muchos compañeros?
--Monseñor Majdanski: Murieron la mitad de los sacerdotes polacos encerrados en Dachau. Vi cómo morían muchos sacerdotes de manera heroica. Fueron fieles a Cristo, quien había dicho a sus discípulos: «Seréis mis testigos». Morían como sacerdotes católicos y como patriotas polacos.
Algunos hubieran podido salvarse, pero ningún negoció pactos: en 1942, las autoridades del campo ofrecían a los sacerdotes polacos la posibilidad de un trato especial, a condición de que declararan su pertenencia a la nación alemana. Ninguno dio el paso adelante.
Cuando al padre Dominik Jedrzejewski le ofrecieron la libertad si renunciaba a sus funciones sacerdotales, serenamente respondió «no». Y murió.
El martirio del clero polaco durante el infierno nazi fue una página gloriosa de la historia de la Iglesia y de Polonia. Es una pena que se haya cubierto con un velo de silencio.
domingo, 15 de noviembre de 2009
MI DOMINGO (4)
Hoy fue un domingo igual y diferente, pues resulta que "mi viejita" no se llama Lupita, sino Soledad y hoy la vi en Misa de 8:00, regresó del hospital y está muy bien... gracias por sus oraciones, aunque pedimos por Lupita, Dios sabía que las oraciones iban dirigidas para Soledad.
Pues lo impresionante de esto es que platiqué con Soledad, me dijo ella misma como se llamaba, cómo le fue en el hospital y lo que le dieron de comer.... y me enteré.... de cuántos años tiene...... nada más que unos poquitos.... solo 104 añitos. Perfectamente lúcida, simpática, con una personalidad alegre. Qué lección de vida.
También me tocó estar sentada junto a otra viejita de la que no sé su nombre todavía; ella es la enojoncilla, pero también es agradable, como que tiene sus ratos... tiene también su personalidad, es alta, delgada con el pelo liso peinado hacia atrás completamente blanco pero con vestigios de rubio; y hoy al darme la paz la miré de frente y sus ojos eran de un hermoso color azul transparente, cuando inició la Misa el coro cantaba con mucha fuerza y ella se balanceaba con el ritmo de la canción...
Como cada domingo la Hna. me dio a Jesús para Helena, pero al terminar la Misa, se me acercó y me preguntó que le pasaba a Helena y si ella quería recibir la comunión. Le dije que si, y la dificultad para que pueda estar en misa, y que la oye por TV, le di su nombre completo y también el mío.... me dijo que pedirían por ella. En realidad se había tardado en pedirme más explicaciones, porque me ha entregado por varios domingos el Tesoro más grande del universo...
sábado, 14 de noviembre de 2009
ANTE LA MUERTE
Un chino, recién ganado para el Cristianismo, yacía gravemente enfermo y próximo a morir. En aquel trance el buen hombre envió a por un sacerdote. Pero como la casa misión se hallaba a una distancia enorme, el mensajero tardó casi tres días en alcanzarla. Correspondió hacerse cargo de aquel servicio al Padre Tremanns, y púsose al punto en camino, llegando, al cabo de otros tres días de viaje, donde estaba el enfermo.
Encontró a éste en tal estado de gravedad, que todo hacía presumir la inminencia del desenlace. Confesóle y administróle la Sagrada Comunión, que recibió con todo su ardor de neófito.
Luego de esto, dijo aquel hombre al sacerdote: “Querido padre, te agradezco con toda el alma lo que por mí has hecho. Atravesaste vastas llanuras y encumbradas montañas para venir en mi auxilio. Ni los rigores de los elementos, ni las fatigas de tan largo camino te arredraron. Ahora, pues, una promesa te hago solemnemente, y todos pueden decirte que sé cumplir lo que prometo: Cuando llegue al Cielo, después de haber prestado a Dios el acatamiento que le corresponde, mi primer acto será pedirle que te bendiga copiosamente, por los desvelos y afanes que conmigo has tenido.”
Estas muestras de agradecimiento de un espíritu sencillo y pueril emocionaron en gran manera al misionero, y bastaron a recompensarle crecidamente las incomodidades y sinsabores de tan fatigoso viaje.
Todos los cristianos deberíamos tener siempre muy presentes los favores que debemos a los sacerdotes, y por los que ellos no recibirán recompensa mundana alguna. De esta manera nos inclinaríamos más y más a quererlos y respetarlos.
jueves, 12 de noviembre de 2009
MISIÓN CONTINENTAL. apasionado por la unidad
Antes que la unión para una tarea está la unión de vida, en las venas espirituales de cada uno de nosotros corre el Espíritu que se ha derramado para formar un solo cuerpo desde nuestro bautismo. De ahí se derivan lazos de unión, comprensión, amistad, perdón y ayuda mutua y deben ser muy fuertes, tan fuertes como los lazos familiares o mas.
Realiza esa experiencia de fraternidad en el Señor y gustarás la alegría de vivir unidos como hermanos. Con tu tarea evangelizadora colaboras a la "unión de la familia de los hijos de Dios". No regatees esfuerzos. Pide constantemente al Señor un corazón disponible para la fraternidad y apasionado por la unidad.
martes, 10 de noviembre de 2009
ALGO QUE OFRECER (9)
9.- ¡Cuánto gozo se siente tener algo que ofrecer a Dios!
Transcurren los días y las dudas siguen asaltándola: ¿será voluntad de Dios que a pesar de todo, prosiga?; ¿Qué arrostre las dificultades que se presentan?, ¿Qué hable con mis superiores?, -se pregunta. De lo que está plenamente convencida es de que el claustro no le ha permitido llevar la vida contemplativa que soñó en un principio. Muchas más horas de oración pudo dedicar en la casa de sus padres, en comparación con el tiempo que le permiten los arduos trabajos manuales que por necesidad, les exige el convento. Por esa razón, ella se cuestiona la posibilidad de emplear todas esas horas de trabajo material en obras de campo misión, para que muchos infieles conozcan y amen al verdadero Dios.
Una nueva tribulación desgarra moralmente a la religiosa; María, su hermana mayor, después de permanecer varios meses en cama, con agudos dolores, se encuentra grave y debe ser sometida a una delicada operación. María Inés sabía de la enfermedad de su hermana y suplicaba a Jesús todos los días en el Sagrario por su salud, y aunque confiaba que pronto se recuperaría, de antemano se somete a su voluntad.
El 19 de abril de 1944 como a las 10:30 de la mañana le permiten hablar por teléfono al Sanatorio Español de la ciudad de México para conocer el resultado de la cirugía. Uno de sus primos toma la bocina y sin más, le comunica que la enfermedad de María no tiene remedio, es un caso perdido. Los médicos no habían podido hacer nada, sólo cerrar la herida de nuevo pues el mal ha invadido ya muchos órganos. El fatal pronóstico habla de unos cuantos días de vida. Las palabras de su primo le provocan casi un desvanecimiento. La pena parece ahogarla. Su madre, su pobre madre de nuevo tendrá que desprenderse de otro ser muy querido; ¿cómo podrá soportarlo?, se pregunta.
Frente al Santísimo brotan abundantemente las lágrimas. A su querida hermana no la verá más. En la soledad de la capilla le ofrece por entero la vida de María y la gran pena de su madre: Tu conoces Señor, mejor que yo, su heroica resignación, su abandono en tus amorosas manos, su abnegado y cristiano corazón. Todas las heridas las ha recibido siempre bendiciéndote, dándote gracias. Es la mujer fuerte del Evangelio. Continúa haciendo oración frente a Jesús Eucaristía cuando le viene la inspiración de escribirle a su hermana y pedirle el generoso sacrifico de su vida.
Con el permiso de su superiora, pide a la Santísima Virgen ponga en su pluma aquello que sea de mayor provecho para el alma de su hermana moribunda, y al Espíritu Santo que vivifique con su divina acción, todo lo que escriba. Completamente conmovida, María Inés le pide a su hermana el sacrificio de su vida por todas las intenciones del Sagrado Corazón y también por el proyecto misional que ya ella conoce. En la post-data le suplica a su madre lea la carta en algún momento favorable y sacrifique su dolor como el gran padre de la fe, Abraham, aquél día en que el Señor le reclama la vida de Isaac.
El 21 de abril, su madre le lee la carta a su hija María con la que, en principio, la propia enferma se entera de que ya no hay esperanza de sanar. Con la garganta anudada, la señora Arias no bien termina de leerla, cuando su hija acepta de inmediato ofrecer cada uno de sus sufrimientos, por los deseos de que muy pronto la Obra misionera sea aceptada.
La agonía de María se prolonga varios días más. Los médicos no se explican la entereza de la muchacha para soportar los dolores que seguramente deber ser terribles. Ningún alimento ni bebida puede tolerar su organismo. Tanto sus parientes como el sacerdote y las religiosas del hospital, quedan convencidas de que se trata de un alma privilegiada. Inspirada por la gran devoción que siente por la Santa Madre de Dios, la enferma repite de día y de noche, sin cesar, jaculatorias y alabanzas.
Este año que la Iglesia celebra el patrocinio de San José, protector de los agonizantes, muere con heroica alegría, María Arias Espinoza. Su madre, como lo había hecho en los casos anteriores, no se mueve de su cabecera y la ayuda a bien morir. Hasta el final, la hija moribunda puede contestar con voz clara y fuerte, todas las oraciones.
Para María Inés, la aceptación de la muerte de su hermana, que antes de aquella carta ignoraba su mal fuese irremediable, representa una esperanza para la realización de la Obra. Como el grano de trigo sepultado en la tierra, pidiendo la germinación, el cuerpo de su hermana se convierte en la primera piedra del edificio espiritual de Obra misional.
María Inés tiene entonces ya la segunda prueba que le había pedido a Dios para reconocer en ella, su voluntad de continuar.
El 5 de mayo, pocos días después de la muerte de María, la madre superiora le entrega una carta cerrada enviada por el vicario de las religiosas. Aunque ella repite sin cesar, antes de abrirla: ¡Fiat! ¡Fiat!, desea intensamente que la respuesta sea de aceptación. Con paternal delicadeza, el padre Oñate le exhorta en la carta a confiar contra toda esperanza para luego exponerle que el señor arzobispo se niega a dar su consentimiento porque considera que ya hay suficientes fundaciones en México y además la escasez de sacerdotes no permite atender a tantas casas religiosas.
Otra vez las dudas y la desesperanza. No obstante María Inés continua con las mismas íntimas disposiciones de confianza y abandono total en Dios. Es, entonces, en esos momentos de prueba, cuando siente una soledad que parece agobiarla profundamente. Aunque sus superioras y los dos sacerdotes jesuitas, a quienes consultaba todas sus inquietudes, apoyan sus ideas; ninguno hace nada en forma efectiva para su realización.
En esa última carta el vicario le recomienda escribir a un obispo de otra diócesis que tenga necesidad de ayuda misional; de esa manera, él mismo solicitaría la probación de una fundación de esas características. Con los debidos permisos, la religiosa escribe al señor obispo de Tepic, al que confía sus proyectos y el deseo de que lo apruebe. La correspondencia entre ellos se prolonga hasta finales de 1944.
Como las circunstancias no revelan ningún avance, la madre abadesa insta a la hermana María Inés a que se entreviste con el obispo de Cuernavaca. Con renovadas esperanzas platica con Monseñor Francisco González Arias y para sorpresa de ella, acoge con entusiasmo su proyecto misional y es él mismo, quien envía las preces a Roma el 3 de diciembre de 1944, fiesta de San Francisco Javier.
La Segunda Guerra Mundial aun no había terminado; la Curia Pontificia tenía muchos asuntos que le preocupaban y el estudio de la solicitud se llevaría tiempo. Mientras tanto el obispo de Cuernavaca le recomienda buscar una casa, pues de ser aprobada dicha solicitud, debe contar con un lugar que pueda convertirse en la sede de la futura fundación.
Las diligencias que esta responsabilidad implica, ya no le permiten continuar con su delicada misión de maestra de novicias y tiene que renunciar a su cargo. Tanto a ella como a sus alumnas les cuesta mucho la separación. Las novicias se habían encariñado con su maestra y no les sería fácil acostumbrarse a una suplente.
domingo, 8 de noviembre de 2009
MI DOMINGO (3)
Este Domingo de las viudas y las viejitas pobres doblegó mi corazón. Llegué al Asilo a la Misa de 8 de la mañana mas temprano que de costumbre, todavía no abrían la reja de la entrada, saludé a algunos que esperaban afuera.... y nos abrieron, fui directamente a "mi lugar", disfruté la soledad de la capilla y cerré mis ojos un rato para prepararme a la Misa, un señor muy amable me tocó el hombro y me ofreció gel desinfectante para las manos (?). Empezaron a llegar los servidores, cada uno sabe lo que tiene que hacer: acomodan los micrófonos, las flores, los manteles, las canastas etc. etc.
Un muchacho, que no me había tocado verlo, ayudaba a las religiosas a acomodar a los viejitos de sillas de ruedas, y yo me di el lujo de decirle en donde iba cada uno.... pero !oh sorpresa! "mis viejitas" que se sientan junto a mi no llegaron, me estaba inquietando hasta que la religiosa cruzó delante de mi para hablar con una señora que si puede caminar pero no sabía que hacer, y le preguntaba a la Hna. que hacía, le dijo que no se quedara... en seguida me dio la explicación porque estaba yo con cara de metiche (me imagino), ...Es que vienen por ella pero a la pobre casi siempre la dejan plantada.... y aproveché la confidencia para preguntarle por "mis viejitas" -que ahora sé que se llaman Bertha y Lupita- (Bertha es la señora delgadita, endeble que no quiere que le ayude a levantarse, y Lupita es la de la foto). Dijo la hermana: Bertha, al rato la traen pero Lupita está muy malita en el hospital, hay que pedir por ella. Ya no hablé ni pregunté nada, inesperadamente se me viniron las lágrimas a los ojos y me quedé callada.
Se fue llenando la capilla y la banca donde estaba, así que quedé ocupando el lugar de Bertha. Ya empezada la Misa la trajeron e inmediatamente salté de su lugar y me fui a la banca de atrás, con "Pancho" que luego les platicaré de él. Y quedamos un poco apretujados.
El Padre Alan, que es muy ameno y dicharachero, hoy venía algo apagado, daba la impresión de que algo le dolía, así que la homilía estuvo mas seria que lo que acostumbra, pero ya saben, las lecturas de hoy son del libro de reyes, "la viuda de Sarepta", el Evangelio, "la viejita que deja dos moneditas"... otra vez mi mente se fue a Lupita en el hospital...
A la hora de la comunión, la Hna. me entregó a Jesús en el relicario (para Helena) y Pancho quería saber que era.... luego fui a comulgar y regresé a mi lugar, todos apretujados, y me acordé de un dibujo que he guardado por mucho tiempo... Pensé en Jesús viendo a la anciana que dio todo lo que tenía... y también a mi viejita, en que Él era tan pobre como ella y como muchos ahora. Y que Él estaba apretujado junto conmigo.
Si alguno lee esta reflexioncita, les encargo una oración por "mi viejita"...
sábado, 7 de noviembre de 2009
Y ....¿LOS ENFERMOS?
Escúchalo, ámalo, anúnciale a Cristo nuestra esperanza”.
Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud, en nombre de los obispos argentinos.
FUENTE: AICA
“Que los niños descubran la misteriosa presencia de Jesús en los hermanos enfermos. Que los jóvenes, especialmente las chicas consideren que el Señor podría llamarlas para consagrarse a la defensa y cuidado de la vida. Que nuestros parientes enfermos y ancianos puedan confiar en la generosidad de sus hermanos y sus hijos. Y que puedan contar con la cercanía de los sacerdotes y amigos de nuestras comunidades eclesiales”
“el enfermo debe ser centro y protagonista de nuestro encuentro. Él tiene algo que decirnos. El prestar atención a lo que nos manifiesta, nos dispone a compartir su vida y sostenerla. Por la palabra del Señor sabemos, que en cada enfermo visitamos a Cristo mismo”.
“la espiritualidad cristiana está orientada a la salud en sentido total; porque tiende a la restauración del hombre entero en Cristo. Amar al enfermo significa compartir su anhelo de sanarse”
“Hay que respetar la obra que Dios está haciendo en el enfermo. Porque lo ama y reconoce en él o ella a su propio Hijo. Con Cristo, todo lo humano tiene sentido; especialmente el dolor y la enfermedad. Él es nuestra Esperanza. En el bautismo hemos muerto y resucitado con Cristo; por eso hemos de animar al enfermo para que se deje alcanzar por Él. Junto a Cristo está su Madre quien nos ayuda a acoger y completar las vivencias de su Hijo, y participar así en la redención del mundo”
Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud, en nombre de los obispos argentinos.
FUENTE: AICA
viernes, 6 de noviembre de 2009
UN MINUTO FRANCISCANO 6
Un minuto franciscano para jalar aire y renovar la fe y la alegría
!PAZ Y BIEN!
PERO QUE IMPRUDENCIA...EMILIA
Emilia Kaczorowska tiene casi cuarenta años. Vive en una modesta población de un país europeo. Emilia tiene un hijo y me cuenta de las dificultades a las que ella y su marido se enfrentan cada día para sacar adelante la familia. Sabe que yo tengo cierta intuición y buen criterio para aconsejarla y por eso acude a mí con frecuencia. Esta vez, hablando de los hijos, comentamos lo incierto que aparece el futuro para una familia como la de ellos. Yo sé que Emilia morirá en no más de diez años, y no sólo eso, sino que su marido morirá al poco de comenzar la guerra. Su hijo mayor morirá también. ¿La planificación familiar es una necesidad para ellos? ¿Qué futuro les puede esperar? Quizá sea mejor que no nazca... Además, Emilia tiene ya casi cuarenta años. A esa edad, puedes tener un hijo deforme... Puedes recurrir a diversos procedimientos para evitarlos. Serías insensata, inhumana, irresponsable... ¿Qué herencia les vas a dejar? Piensa en el mundo tan desastroso que verán tus hijos, contempla los días tan difíciles que viviremos después de la invasión de nuestro país. Emilia me escuchó con paciencia y atención; me dio las gracias y se despidió de mi. A los pocos meses Emilia me da la noticia de que está embarazada. Yo me indigno: "¡Estas mujeres ignorantes y necias que no saben hacer otra cosa que tener hijos!". Ella, callada, me escucha serena y continúa su pesado trabajo, y lleva con una amable sonrisa las dificultades propias del embarazo. Finalmente, Emilia da a luz a un hijo más. Mis predicciones fatalistas se cumplen una tras otra: Emilia muere dejando a su pequeño hijo de apenas 10 años; luego muere su hijo mayor; finalmente muere su esposo. Solo queda en el mundo el pequeño Karol. Más de sesenta años después, millones de hombres y mujeres de todas las razas y todas las condiciones sociales llaman a Karol de otra manera: le han llamado Juan Pablo II.
jueves, 5 de noviembre de 2009
LIBROS EN INTERNET
Me encontré esta página que permite leer libros católicos en internet, espero que les guste. El enlace o link estará también disponible en la barra lateral
E-LIBROS GRATIS
E-LIBROS GRATIS
NO OLVIDES A TU SACERDOTE
Hoy es 1o. jueves de mes, día en que se ganan indulgencias plenarias por el Año Sacerdotal. No te olvides de tu sacerdote que adoptaste para orar por él. La santidad de la Iglesia se verá enriquecida si tú rezas y ofreces tus sacrificios por los sacerdotes.
Te recuerdo que las indulgencias plenarias se ganan para nosotros mismos o por algún sacerdote fallecido.
Las condiciones son:
“A los fieles cristianos, arrepentidos de corazón que, en la iglesia o en el oratorio asistan a la Santa Misa y ofrezcan por los sacerdotes de la Iglesia oraciones a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote y cualquier obra buena cumplida se les concede Indulgencia plenaria, siempre que se hayan confesado sacramentalmente y recen por las intenciones del Papa.
Asimismo se concede la Indulgencia parcial a todos los fieles cada vez que recen cinco Padrenuestros, Ave Marías y Glorias, y otra oración debidamente aprobada “en honor del Sagrado Corazón de Jesús para que los sacerdotes se conserven en pureza y santidad de vida”.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
MISIÓN CONTINENTAL . Necesario y complementario
A LOS GRUPOS, MOVIMIENTOS Y SERVIDORES DE LAS PARROQUIAS SE LES OFRECE ESTAS SENCILLAS REFLEXIONES PARA QUE TENGAN LA MOTIVACIÓN Y UNA GUÍA QUE LES AYUDE A VIVIR LA MISIÓN CONTINENTAL.
Unidad no es lo mismo que uniformidad, la uniformidad es algo externo, la unidad es interior. La unidad que promueves se parece a la unidad del cuerpo, que siendo muchos miembros forman un solo organismo. Todos ellos necesarios y complementarios, pero tienen distintas funciones, pero todos tienen alguna.
Síéntete necesario y complementario en el conjunto de trabajo de tu parroquia, movimiento, grupo o comunidad. No pongas excusas de que es poco lo que puedes aportar. Tu aportación no es cuestión de cantidad sino de tu espíritu de entrega y la ilusión y esfuerzo que intentas poner en tu trabajo.
Desarrolla tu trabajo en unidad, complementariedad. Con todos los demás formas un único cuerpo de Cristo.
Boom de vocaciones en convento español
Está muy lindo este video, si alguna joven lo ve y se le antoja enamorarse de Jesús será un gran día de fiesta.
martes, 3 de noviembre de 2009
SAN MARTIN DE PORRES 3 de Noviembre.
Quiero tanto a San Martín de Porres, me alegra el alma celebrarlo hoy y poner algunas de las muchísimas anécdotas de su santidad y humildad.
!Bendito San Martín de Porres, ruega por nosotros!
Felicidades Pueblo Peruano por tener a tan gran Santo
Son incontables los hechos extraordinarios en la vida de este santo, como son las curaciones, milagros, éxtasis ... Fray Martín ejerció durante mucho tiempo el trabajo de enfermero en el convento. Y fueron muchas las ocasiones en que aparecía misteriosamente en las celdas de los enfermos para socorrer sus necesidades justo en el momento en que lo necesitaban. Muchas veces hacía curaciones "milagrosas", como por ejemplo, cuando llegó un viejo zapatero al convento con los dedos de la mano engarfiados y contrahechos por un reuma dolorísimo. Fray Martín tomó su mano e hizo la señal de la cruz sobre los dedos enfermos. Pero aquél zapatero no estuvo conforme con el remedio, creyendo que el santo se burlaba de él. Para que el anciano se fuera tranquilo, le puso un remedio casero. Hizo como que preparaba algunas cosas y le vendó las manos. A la mañana siguiente, oh milagro!, el viejo zapatero notó que no solamente no tenía ningún dolor sino que podía mover los dedos y brazos, sintiendo todo el cuerpo rejuvenecido. Se quitó rápidamente la venda para descubrir qué maravilloso ungüento le había puesto el fraile y vio que era un trozo de suela de zapato!
Se cuenta que en otra ocasión curó con los mismos procedimientos a un médico al que le habían diagnosticado que no tenía remedio humano y que le quedaban pocos días de vida. Cuando llegó Fray Martín a visitarle, le pidió a la esposa que le diera una horchata de almendras. Martín se la dio de beber toda entera y le pronosticó que de ahí a dos días, él mismo iría en persona al convento a devolverle la visita. Y así ocurrió exactamente.
En los documentos del proceso de beatificación se cuenta también que Fray Martín "se ocupaba en cuidar y alimentar no sólo a los pobres sino también a los perros, a los gatos, a los ratones y demás animalejos, y que se esforzaba para poner paz no sólo entre las personas sino también entre perros y gatos, y entre gatos y ratones, instaurando pactos de no agresión y promesas de recíproco respeto". No es extraño que en el convento, los perros, gatos y ratones comieran del mismo plato cuando Fray Martín les ponía el alimento. Se cuenta que iba un día camino del convento y que en la calle vio a un perro sangrando por el cuello y a punto de caer. Se dirigió a él, le reprendió dulcemente y le dijo estas palabras: "Pobre viejo; quisiste ser demasiado listo y provocaste la pelea. Te salió mal el caso. Mira ahora el espectáculo que ofreces. Ven conmigo al convento a ver si puedo remediarte". Fue con él al convento, acostó al perro en una alfombra de paja, le registró la herida y le aplicó sus medicinas, sus ungüentos. Después de permanecer una semana en la casa, le despidió con unas palmaditas en el lomo, que él agradeció meneando la cola, y unos buenos consejos para el futuro: "No vuelvas a las andadas -le dijo-, que ya estás viejo para la lucha".
Otra anécdota que explica su amor a los animales es la siguiente: resulta que el convento estaba entonces infestado de ratones y de ratas, los cuales roían la ropa y los hábitos, tanto en la sacristía como en las celdas y en el guardarropa. Después que los frailes resolvieran tomar medidas drásticas para exterminarlos, Martín de Porres se sintió afligido por ello y sufrió al pensar que aquellos inocentes animalitos tuvieran que ser condenados de aquella manera. Así que, habiendo encontrado a una de aquellas bestias le dijo: "Pequeño hermano rata, óyeme bien: ustedes ya no están seguros aquí. Ve a decirles a tus compañeros que vayan al albergue situado en el fondo del jardín. Me comprometo a llevarles allí comida, a condición de que me prometan no venir ya a causar estragos en el convento". Después de estas palabras, según se cuenta, el "jefe" de la tribu ratonil rápidamente llevó el aviso a todo el ejército de ratas y ratones, y pudo verse una larga procesión de estos animales desfilando a lo largo de los pasillos y de los claustros para llegar al jardín indicado.
Oh San Martín, hermano mío, atiéndeme!
En mis penas y tribulaciones, consuélame.
En mis peligros y adversidades, socórreme.
En mis flaquezas y tentaciones, protégeme.
En mis dolencias y enfermedades, socórreme.
Dame la salud, si me conviene; y líbrame
de cualquier mal del alma o cuerpo. Amén.
Oh benigno y compasivo hermano mío, óyeme!
En las angustias de mi pobreza, confórtame.
En los quebrantos de mi infortunio, sálvame.
En mis agobios y desalientos, ampárame.
Ahora y siempre con tu ejemplo, enséñame
a tomar cada día mi cruz; y alcánzame
la gracia divina y la gloria del cielo. Amén