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jueves, 25 de febrero de 2010

INTERÉS SOBRE LAS INDULGENCIA

Para quienes se interesaron en las Indulgencias al leer el artículo "Con el Crucifijo en la Mano", y desean saber más sobre este tema, encontré en las páginas del Vaticano este interesantísimo documento, está un poco extenso pero creo que vale la pena conocer nuestra doctrina en este tema y en todos los demás.

Puedes hacer click el título de esta entrada

miércoles, 24 de febrero de 2010

Mision Continental

Una cancioncita, motivadora para la Misión Continental.. hazla circular

TE REGALO: "LA MEDALLA MILAGROSA"


Mi querida amiga Lourdes me hizo el regalo de muchas "Medallas Milagrosas" y otras muchas cosas más que luego les iré platicando.

La promesa de la Virgen a Santa Catherine Labouré sigue en pie. Y hoy mas que nunca necesitamos invocar la protección de la Virgen María sobre nosotros, nuestras familias, nuestra sociedad y nuestros países.


Las conversiones, curaciones, asistencia en situaciones desesperadas y protección en peligro de muerte, han sido numerosas y reconocidas por la Iglesia:

El Papa Gregorio XVI llevaba una medalla y se dejó colocar una en su báculo episcopal. Verificó esmeradamente el origen de la medalla y declaró canónicamente su autenticidad.

En 1894 León XIII estableció la fiesta de "La aparición de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa". Esta se celebra el 27 de Noviembre. Y el Papa Juan Pablo II visitó en 30 de mayo de 1990 la capilla de la aparición en la Rue du Bac y con ello impulsó la difusión y la veneración de la Medalla.
Si tienes un poco arrumbada o en el olvido esta devoción te invito a renovarla. Y a los que viven en Mexicali, les convido de las muchas medallitas que he recibido, ( ya están benditas) y pueden contactarse conmigo por este medio o a mi correo: mariajosefina2008@gmail.com
También pueden entrar a esta página para conocer más sobre la Medalla Milagrosa: http://corazones.org/maria/medalla_milagrosa.htm

CON EL CRUCIFIJO EN LA MANO

Esta oración es para hacerla hoy, para cuando nos llegue la hora de la muerte, que sabemos llegará y, como no sabemos si en esos momentos podremos orar......
Señor mío crucificado acoge benigno la oración que te hago ahora para el momento de mi muerte.
Entonces Jesús mío, mis ojos lánguidos y moribundos no podrán fijarse en Ti, súplela con esta mirada amorosa que ahora te dirijo y ten piedad de mi.
Cuando mis labios secos, no puedan ya besar tus santísimas llagas, acuérdate de los besos que ahora te imprimo y ten piedad de mí.
Cuando mis manos rígidas no puedan mas estrechar tu Cruz, acuérdate del sentimiento con que ahora lo hago y ten piedad de mi.
Cuando finalmente mi lengua torpe y paralizada no pueda pronunciar palabra, acuérdate de mi invocación de este momento: Jesús, José y María os encomiendo el alma mía.
Señor Dios mío, ya desde ahora acepto de buena voluntad, como venida de tu mano, cualquier género de muerte que Tú quieras enviarme, con todas sus angustias, penas y dolores. (1)
(1) La Indulgencia "nunc pro tunc" Su Santidad Pío X, el 9 de Marzo de 1904, concedió una indulgencia plenaria que sólo se gana en la hora de la muerte, a todos los fieles que durante la vida hayan cumplido una vez al menos las siguientes condiciones.
  1. Confesarse y comulgar un día a elección.
  2. Rezar con verdadero sentimiento de amor de Dios la oración.
  3. No revocar nunca este acto.

Esta indulgencia suele llamarse de nunc pro tnuc (de ahora para entonces), pues bien, si se gana al cumplir con los requisitos, queda como en suspenso y sólo se aplica en el momento de expirar.

viernes, 19 de febrero de 2010

MISIÓN CONTINENTAL. Entre egoísmo y solidaridad

El hombre no se preocupa sólo de sí mismo; con más o menos intensidad y compromiso, se ha preocupado también de los demás, y también se preocupa hoy.

Si no se descubren motivos fuertes para ser solidarios, la lucha entre egoísmo y solidaridad caerá siempre del lado del egoísmo.

El discípulo misionero descubre la fuerza solidaria del evangelio que proclama y la conversión al hermano necesitado, y no deja de aportar lo que es específico de su fe. La fraternidad es la entraña misma de la revelación de Jesús: Que Dios es Padre de todos y que la fraternidad  universal no es un simple deseo, sino la expresión necesaria de ser hijos que es acogida y vivida.

PROPÓSITOS DE CUARESMA. En Viernes

Estamos en Cuaresma, apenas empezamos, pero ya vamos por tres días, tres días de conversión, de tentación, de caídas y vuelta a empezar, es un verdadero desafío.... Ayer tuve la tentación de cambiar para otro día el propósito de hacer la visita al Santísimo, pero el "pensamiento" del día me inspiró a hacer un esfuerzo y dirigir mis pasos al templo, e inmediatamente me di cuenta de lo que me iba a perder: Estaba el Señor glorioso en su Custodia, pues como era jueves es día de Hora Santa. La Capilla bien llena de gente, en total silencio de adoración...... ¡De lo que me iba a perder!... por la noche hice mis oraciones con más devoción y atención pues estaban alimentadas por el recuerdo de haber estado ante la presencia real del Señor.

El propósito de hoy viernes sea un paso más para acercarnos a la Pascua del Señor. Y no olvidemos el verdadero sentido de la Abstinencia del viernes: Que nos sirva para ayudar a los que menos tienen, a mortificar los sentidos y recordar que la Caridad nos une a Cristo.

miércoles, 17 de febrero de 2010

LA SEDE EN ROMA

La sede en Roma

Desde 1962, la madre María Inés había vislumbrado la necesidad de establecer en el futuro la casa general, en la ciudad de Roma. El desarrollo del instituto exige mayor contacto con la Santa Sede.

Es hasta el 10 de enero de 1969, cuando la Congregación de Religiosos concede la autorización para el traslado de la sede generalicia. El 22 de junio de 1969, la Superiora General comunica al instituto este nuevo paso. Les explica la importancia de estar en el centro de la cristiandad y cerca del Vicario de Cristo, recibiendo las normas que él dicte para la Iglesia. De esta manera la Congregación mantiene una visión más universal de la Iglesia, y su fundadora se dispone a desarrollar las actividades propias de su cargo.

Desde un principio, el cambio resulta muy provechoso. La madre Inés puede dedicarse con más libertad a guiar ese rebaño misionero que tanto ama. Su capacidad de trabajo es asombrosa: visita las diferentes casas para conocer sus necesidades materiales y espirituales; refuerza la formación espiritual, teniendo mucho cuidado de darle un seguimiento; y atiende ya sea de manera personal, o por carta, las diferentes consultas que sus hijas le solicitan.

Muy pronto se gana el cariño y el respeto de los obispos y monseñores, que por asuntos de la curia romana debe visitar. Sus maneras sencillas y su deseo de participar en los trabajos cotidianos, dejan asombradas a las ilustres visitas, que en ocasiones la encuentran trabajando en el jardín, lavando platos en la cocina o sirviendo mesas. Además, es ella la que encabeza las tareas de la vendimia de la uva, el corte de las aceitunas y el envase de tomate en el caluroso verano.

Kirstin Holum

Me encantó, que lindo testimonio de que Dios sigue actuando en la vida de los jóvenes.

CITA CON EL POLVO

CITA CON EL POLVO

El Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz un aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo (Gén 2,7).

El tiempo de cuaresma se abre con un poco de ceniza dopositada sobre nuestra frente, mientras se repite la severa advertencia: «acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás»; o bien: «convertíos y creed el evangelio».
Es un modo extraño de prepararse a la fiesta por antonomasia, la Pascua.
En lugar de embellecernos, pintarnos, perfumarnos, usamos como cosmético un poco de polvo. ¡Embellecemos nuestro rostro ensuciándolo con tierra!
Se trata de un rito que muchos cristianos de nuestro tiempo rechazan con rabia en nombre de la grandeza y la dignidad del hombre. «Reliquias de gusto dudoso del almacén devocional de la edad media», me ha dicho un alérgico a la ceniza. Precisando más: «al hombre de hoy hay que llevarle el anuncio de la vida no de la muerte»
«Exacto» dije yo. La ceniza se coloca en una dinámica de vida, no en un ambiente fúnebre.
Solamente la gente superficial puede arrebatar la enseñanza religiosa del miércoles de ceniza para rebajarla a un contexto de desprecio del hombre. Pero la misma liturgia de este día se encarga de desarticular tal operación, al tomar como antífona de entrada una frase del libro de la Sabiduría que deshace los equívocos:
«Tú Señor, amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho».
Así pues, la liturgia de la ceniza  no constituye en absoluto un atentado a la dignidad del hombre. Al contrario, en la lógica paradógica de la fe, se convierte en un testimonio de grandeza.
«Acuérdate que eres polvo...» es sencillamente el recuerdo de su originario «material de construcción», precisar los límites, la finitud y caducidad del hombre. Pero es Dios mismo quien no acepta esta precariedad de su criatura y no se resigna a que el hombre sea solamente polvo. Por tanto, si el destino del hombre se circunscribe al «polvo», la culpa sería exclusivamente del hombre que, con el pecado, decide permanecer  «polvo», rechaza su verdadera identidad, rehusa el «aliento» vivificante.
En los siglos VIII y IX la imposición de la ceniza se unía, en el contexto litúrgico, a la penitencia pública. Aquel dia se expulsaba a los «penitentes» de la iglesia. Y este gesto repetía, de alguna manera, aquel otro de Dios arrojando a Adán y Eva, pecadores, del paraíso. En esta perspectiva se colocan las palabras del Génesis que se refieren precisamente a este episodio: «Con el sudor de tu frente comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella te sacaron; pues eres polvo y al polvo volverás... Y el Señor Dios los expulsó del jardín del Edén para que labrase el suelo de donde lo había sacado» (Gén 3,19s).
Sólo más tarde la imposición de la ceniza tomó un simbolismo distinto: el de la fragilidad y brevedad de la vida. El recuerdo de la muerte. La referencia a la tumba.

Me parece, sin embargo, que es válido, sobre todo, el significado primitivo, que expresa penitencia, expiación por el pecado. «El hombre-polvo» quiere decir .... SIGUE LEYENDO PORQUE SE PONE INTERESANTE.

lunes, 15 de febrero de 2010

FLORECILLAS DE SAN FRANCISCO

Capítulo VI

Cómo San Francisco bendijo al hermano Bernardo antes de morir

Era tal la santidad del hermano Bernardo, que San Francisco le profesaba gran respeto y muchas veces lo alababa. Estando un día San Francisco en devota oración, le fue revelado por Dios que el hermano Bernardo, por permisión divina, habría de sostener muchas y duras batallas de parte de los demonios; por lo que San Francisco tuvo grande compasión de él, pues lo amaba como a un hijo; y por muchos días oró con lágrimas, rogando a Dios por él y recomendándolo a Jesucristo para que obtuviera victoria contra el demonio. Un día que oraba con esa devoción, le respondió el Señor:

-- No temas, Francisco, porque todas las tentaciones con que ha de ser combatido el hermano Bernardo son permitidas por Dios para ejercicio de su virtud y para corona de sus méritos. Y acabará obteniendo victoria de todos los enemigos, ya que él es uno de los comensales del reino de Dios.

Esta respuesta le dio a San Francisco grandísima alegría, y dio gracias a Dios. Y desde entonces sintió hacia él cada vez mayor amor y respeto.

Y bien se lo demostró, no sólo durante la vida, sino también en el trance de la muerte. Estando, en efecto, San Francisco para morir y viéndose, como el santo patriarca Jacob, rodeado de sus hijos, acongojados y llorosos por la partida de un padre tan amable, preguntó:

-- ¿Dónde está mi primogénito? Acércate, hijo mío, para que te bendiga mi alma antes de que yo muera.
Entonces, el hermano Bernardo dijo al oído al hermano Elías, que era vicario de la Orden:
-- Padre, ponte a la mano derecha del Santo para que te bendiga.
Y, colocándose el hermano Elías a la mano derecha, San Francisco, que había perdido la vista por el demasiado llorar, posó la mano derecha sobre la cabeza del hermano Elías y dijo:
-- No es ésta la cabeza de mi primogénito el hermano Bernardo.

Entonces, el hermano Bernardo se le acercó por la mano izquierda, y San Francisco cruzó las manos, poniendo la derecha sobre la cabeza del hermano Bernardo y la izquierda sobre la cabeza del hermano Elías, y dijo al hermano Bernardo:
-- Bendígate el Padre de nuestro Señor Jesucristo con toda bendición espiritual y celestial, porque tú eres el primogénito elegido en esta santa Orden para dar ejemplo evangélico en el seguimiento de Cristo mediante la pobreza evangélica, pues no sólo diste todo lo tuyo y lo distribuiste total y libremente a los pobres por amor de Cristo, sino que te ofreciste a ti mismo en esta Orden en sacrificio de suavidad. Seas, pues, bendito de nuestro Señor Jesucristo y de mí, siervo suyo pobrecillo, con bendición eterna, en tu caminar y en tu reposar, despierto y dormido, en vida y en muerte. Quien te bendiga sea lleno de bendición y quien te maldiga no quede sin castigo. Sé el jefe de tus hermanos y a tu mandato obedezcan todos ellos; ten facultad para recibir candidatos a la Orden y para expulsar a los que tú quieras; y ningún hermano tenga potestad sobre ti y tengas libertad para ir y estar donde te agrade (1).

Después de la muerte de San Francisco, los hermanos amaron y respetaron al hermano Bernardo como a venerable padre. Cuando estaba para morir, acudieron muchos hermanos de diversas partes del mundo; entre ellos, aquel angélico y divino hermano Gil, el cual, al ver al hermano Bernardo, le dijo con alegría:
-- ¡Sursum corda, hermano Bernardo, sursum corda!

Y el santo hermano Bernardo encargó secretamente a un hermano que preparase al hermano Gil un lugar apto para la contemplación; y así se hizo.

Y cuando el hermano Bernardo se halló en la hora de la muerte, hizo que lo incorporasen y habló en estos términos a los hermanos que tenía delante:
-- Hermanos carísimos: no os diré muchas palabras; pero quiero recordaros que vosotros vivís la misma vida religiosa que yo he vivido; y un día os hallaréis en el mismo estado en que yo ahora me hallo. Y os digo, como lo siento en mi alma, que no querría, ni por mil mundos como éste, haber dejado de servir a nuestro Señor Jesucristo y a vosotros. Os suplico, hermanos míos carísimos, que os améis los unos a los otros.

Después de estas palabras y otras buenas enseñanzas, se extendió en la cama, y su rostro apareció resplandeciente y alegre en extremo, de lo que todos los hermanos se maravillaron. En medio de aquel gozo, pasó su alma santísima, coronada de gloria, de la vida presente a la vida bienaventurada de los ángeles (2).

En alabanza y gloria de Cristo. Amén.

LA RELEVANCIA DEL PAPA EN LA IGLESIA (9)

Continuamos presentando un homenaje al Venerable Papa Juan Pablo II.
(Al entrar en el Tema o etiqueta El Papa podrás ver todas las presentaciones anteriores)
 Buscó a la familias, a las Congregaciones Religiosas, de modo preferencial a los Sacerdotes y Obispos.



 Amó a los niños, a los discapacitados, fue la voz de los pobres, gritó contra la guerra, pidió perdón por los pecados de la Iglesia, lloró con las catástrofes del mundo, fue defensor de la vida; pregonero de la civilización del amor, el “oponente imponente” de la civilización de la muerte.

domingo, 14 de febrero de 2010

HOY DÍA DEL AMOR

Hoy es día del amor y la amistad, pero lo verdaderamente IMPORTANTE es que hoy es Domingo día en que celebramos al Señor, día de Resurrección. El Evangelio es una verdadera fiesta del amor de Cristo, en ese Sermón de la Montaña nos revela cómo es Él y nos invita a ser como Él.

sábado, 13 de febrero de 2010

VIRGEN DE LA REVELACIÓN

Por medio de mi amiga Lourdes, conocí a la Virgen de la Revelación y buscando en internet encontré rápidamente la información y quiero compartirla en este sitio. Espero que despierte en cada uno, como me sucedió a mi y primero a Lourdes, un deseo renovado de acrecentar nuestra oración y nuestra fe.

La Virgen de la Revelación
Roma, Italia; Abadía de Tre Fontane - 1947
La Virgen visita a un enemigo de la Iglesia



La Virgen toca el corazón de Bruno y este se convierte y se transforma en un fiel servidor suyo, en un valioso instrumento de evangelización.



He aquí una de las promesas de la Virgen:
«Con esta tierra de pecado obraré grandes milagros para la conversión de los incrédulos».
Como el agua de la piscina de Lourdes, la tierra de la Gruta de «Tre Fontane», santificada por la presencia de María, obrará prodigios.

Bruno Cornacchiola nace el 9 de mayo de 1913, en Porta Metronia, Roma. El ambiente en que vivía con sus padres y cuatro hermanos era de muy mal ejemplo y de una pobreza miserable. Su padre era alcohólico y pasaba temporadas en la cárcel. Su madre lavaba ropa para sostener su familia, pero algunas veces seguía la misma conducta que su esposo.

Bruno tuvo muy poca instrucción académica, únicamente la enseñanza elemental. A los catorce años hizo su primera comunión, pero luego de recibirla cayó por muy mal camino. Años mas tarde, el 7 de mayo de 1936, contrajo matrimonio con Yolanda Lo Gatto, por la Iglesia Católica. Poco después de su boda, estando ya en el partido de acción izquierda, sus amigos le convencieron que fuese a luchar en la guerra civil de España (1936-1939) al lado de los rojos (comunistas). Atrás quedó su esposa Yolanda que estaba próxima a dar a luz.......

viernes, 12 de febrero de 2010

MISIÓN CONTINENTAL. Respuestas a preguntas que nadie se hace

Tu tarea de discípulo misionero tiene mucho que ver con tu capacidad de suscitar en la gente las preguntas fundamentales de su vida. El malestar que experimentan muchos evangelizadores procede de estar dando respuestas a preguntas que nadie se hace.

Tú mismo puedes sentir que has aprendido la respuesta pero te has olvidado de la pregunta. Tal vez tienes que iniciar con la "evangelización de la pregunta". Para eso tenemos que desinstalarnos de la rutina y del mero aprendizaje. Hay que hacer que el hombre se pregunte, reavivando las preguntas que lleva dentro de sí mismo y haciéndole caer en la cuenta de las preguntas nuevas a las que le abre el Evangelio, hasta llegar a percibirlas como propias. Si no vamos por aquí, la evangelización no llegará a la entraña misma del corazón humano.

jueves, 11 de febrero de 2010

PROPÓSITOS DE CUARESMA

PROPÓSITOS DE CUARESMA. FEBRERO 17 DE 2010. A tus órdenes. Tamaño carta por ambos lados, incluye un pensamiento para cada día y el propósito. precio $25.00 si es foraneo mas gastos de de envío.
 Vive la Cuaresma con un profundo deseo de conversión.
Pedidos a: mariajosefina2008@gmail.com o al 686 5 56 46 04

Cada día de la Cuaresma incluiremos el propósito del día. Puedes ir a la página principal.

miércoles, 10 de febrero de 2010

AGRADECIMIENTO

PENSAMIENTOS DE MADRE MARÍA INÉS TERESA ARIAS

AGRADECIMIENTO


*4*

Que dulce sentirse, sentirme yo, posesión de Dios, su criatura, y agradecérselo; y a causa misma de esta dependencia, vienen los actos formales, aunque no vocales, de esperanza, y con estos los de gratitud como una consecuencia lógica, porque quien espera, agradece, y quien agradece ama, y ama tanto más inmensamente cuanto se siente más indigna de las miradas de Dios, de sus regalos, de sus gracias, de sus caricias.

*5*

Que agradecimientos brotan de mi alma al considerar esta gran merced de mi Señor al darme el ser, al darme esta alma que es imagen suya, a la que ha enriquecido con los más regalados dones de su misericordioso amor.

*6*

Como corresponder Jesús mío a tanta bondad, a amor tan infinito! Ya sé como Jesús; hacer en la tierra tus delicias; ya sé como tenerte siempre contento; ya sé como salvarte muchas, infinitas almas; ya sé como negociaré grandemente en estos tus intereses, que son los míos.

*7*

Gracias Dios mío por tu infinita misericordia! Gracias por tus ternuras de Madre para nuestra pequeñita comunidad,

*8*

Los deseos de agradar a nuestro Señor y cómprale almas, llegaron a obsesionar mi alma de tal manera, que no pensaba en otra cosa, y el amor de Dios crecía en mi alma, en proporciones, que mi pobre corazón ya no podía contener sus impulsos, ni los raudales de infinitas condescendencias y ternuras de mi divino Dueño.

ME DIJERON QUE HABLARA DE MUJERES

Mi querido amigo Alex me pidió que escribiera algo en su "Revista Solidarizando" sobre "mujeres", mujeres de aquí de la localidad y me quedé pensando, conozco muchas mujeres maravillosas, dignos ejemplos de maternidad, feminidad, servicio, es más, pudiera decir que de todas mis amigas podría escribirse no solo un artículo sino un libro y en todas ellas encontraríamos muchas cosas dignas de ser imitadas. Pero me detuve un instante, solo un instante en  mi recorrido mental y llegó como una estrellita luminosa mi querida amiga Conchita Servín.

Su cualidad mas notable diría yo fue la mansedumbre, nunca hasta donde yo me acuerdo la vi alterada, enojada, ni siquiera molesta con algo, a todo le buscaba el lado bueno, pensaba bien de todos, a todos les encontaba cualidades.... quizá porque siendo Maestra -por vocación- sabía como intuición buscar en sus alumnos lo mejor de cada uno y así utilizarlo para hacerlos crecer no sólo en cuestiones de instrucción sino para que fueran buenas personas. Nunca la detuvo el ser una maestra del sistema público para poner a Dios en todo lo que hacía. Nunca dejó de dar testimonio de su fe estuviera donde estuviera, y por eso era respetada y consultada por todos, creyentes y ateos.

Otra gran cualidad, que todos los que la conocieron estarán de acuerdo conmigo, fue la caridad, una caridad sin límites. Su vida, su casa, su familia, todo estaba al servicio de la comunidad. Además de su trabajo docente durante toda la semana, los sábados tenía en su casa un centro de catequesis que pertenecía a la Parroquia, su casa estaba reducida a la mínima expresión, lo mínimo que necesitaba para vivir, todo lo demás estaba adaptado para la catequesis, al frente tenía siempre un friso que expresaba el momento litúrgico de la semana, su porche y patio, lleno de sillas, bancas etc. dentro de la casa, lo mismo. Puertas abiertas, siempre, igual que su corazón.

Cada año preparaba niños y niñas a la Primera Comunión, a la Confirmación con un grupo de catequistas y no contenta con eso reunía a los papás, buscaba ayudarlos en sus distintas situaciones familiares y no pocas veces reunió parejas separadas, preparó matrimonios y volvió a la fe a algunos alejados, todo eso lo hacía con una naturalidad, humildad y sencillez que por lo mismo brillaba todavía más. Desde el mes de Noviembre empezaba a preparar a un grupito de niños para la celebración de la Virgen de Guadalupe; como buena maestra los motivaba y entusiasmaba para que aprendieran la representación de las Apariciones Guadalupanas. Esa preparación no sólo consistía en que memorizaran sus diálogos y todo lo que teatralmente fuera necesario sino que además los preparaba espiritualmente. Durante años y años, entre todas las parroquias su Centro fue la mejor de las mejores representaciones guadalupanas. Cuantas veces estuve presente, no hubo una en que más de 600 niños que las presenciaron no guardaran un silencio total, pusieran una atención extrema, y que los adultos, papás, catequistas, sacerdotes no quedaramos profundamente impresionados, muchas veces hasta las lágrimas. Y ella, siempre atrás, escondida, pero al pendiente de todo.

Su casa se transformaba en Capilla antes de que se contruyera la actual y durante mucho tiempo se celebró allí la Misa de domingo. Así podemos imaginar cuanto amaba ella al Señor, no había un sólo día que se guardara para ella. Maestra, Catequista, madre de familia, abuela, amiga  y además tenía tiempo para preparar unas comidas riquísimas y siempre para agasajar a sus niños o participar en algún evento de la catequesis o de la Capilla. Todavía sueño con sus quesadillas inigualables, su pozole y menudo, buñuelos etc. Sus "posadas" eran conocidas por todos, los 9 días completos y se llenaba su casa de niños y adultos que rezaban y cantaban y rompían piñatas ....y así podría seguir describiendo todo lo que hacía y cómo lo hacía y me quedaría corta.

Cuando enfermó, ni nos enteramos hasta ya muy avanzada su enfermedad, nunca se quejaba, seguía adelante hasta que no pudo moverse más. De mis últimos recuerdos, tengo una visita que le hice ya estando en cama; siempre con una sonrisa en los labios, platicando, cantando. Algo me dijo que mi corazón dio un salto: "anoche soñé con el Papa Juan Pablo II, no me decía nada pero me hacía señas para que lo siguiera...." Y así fue, a los pocos días lo siguió... al Cielo.

martes, 9 de febrero de 2010

LA JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO

PARA LOS VOLUNTARIOS DE LA SALUD ESTE MENSAJE HA DE SER UNA CARTA PERSONAL QUE HA DE CONMOVER Y CONFIRMAR SU APOSTOLADO EN CRISTO JESÚS.


 MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI

PARA LA XVIII JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO

Queridos hermanos y hermanas:

El próximo 11 de febrero, memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes, se celebrará en la basílica vaticana la XVIII Jornada mundial del enfermo. La feliz coincidencia con el 25° aniversario de la institución del Consejo pontificio para la pastoral de los agentes sanitarios constituye un motivo más para agradecer a Dios el camino recorrido hasta ahora en el sector de la pastoral de la salud. Deseo de corazón que ese aniversario sea ocasión para un celo apostólico más generoso al servicio de los enfermos y de quienes cuidan de ellos.

Cada año, con la Jornada mundial del enfermo, la Iglesia quiere sensibilizar a toda la comunidad eclesial sobre la importancia del servicio pastoral en el vasto mundo de la salud, un servicio que es parte integrante de su misión, ya que se inscribe en el surco de la misma misión salvífica de Cristo. Él, Médico divino, "pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo" (Hch 10, 38). En el misterio de su pasión, muerte y resurrección, el sufrimiento humano encuentra sentido y la plenitud de la luz. En la carta apostólica Salvifici doloris, el siervo de Dios Juan Pablo II tiene palabras iluminadoras al respecto: "El sufrimiento humano —escribió— ha alcanzado su culmen en la pasión de Cristo. Y a la vez ha entrado en una dimensión completamente nueva y en un orden nuevo: ha sido unido al amor (...), a aquel amor que crea el bien, sacándolo incluso del mal, sacándolo por medio del sufrimiento, así como el bien supremo de la redención del mundo ha sido sacado de la cruz de Cristo, y de ella toma constantemente su origen. La cruz de Cristo se ha convertido en una fuente de la que brotan ríos de agua viva" (n. 18).

El Señor Jesús en la última Cena, antes de volver al Padre, se inclinó para lavar los pies a los Apóstoles, anticipando el acto supremo de amor de la cruz. Con ese gesto invitó a sus discípulos a entrar en su misma lógica, la del amor que se da especialmente a los más pequeños y a los necesitados (cf. Jn 13, 12-17). Siguiendo su ejemplo, todo cristiano está llamado a revivir, en contextos distintos y siempre nuevos, la parábola del buen Samaritano, el cual, pasando al lado de un hombre al que los ladrones dejaron medio muerto al borde del camino, "al verlo tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva"" (Lc 10, 33-35).

Al final de la parábola, Jesús dice: "Ve y haz tú lo mismo" (Lc 10, 37). Con estas palabras se dirige también a nosotros. Nos exhorta a inclinarnos sobre las heridas del cuerpo y del espíritu de tantos hermanos y hermanas nuestros que encontramos por los caminos del mundo; nos ayuda a comprender que, con la gracia de Dios acogida y vivida en la vida de cada día, la experiencia de la enfermedad y del sufrimiento puede llegar a ser escuela de esperanza. En verdad, como afirmé en la encíclica Spe salvi, "lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que sufrió con amor infinito" (n. 37).

Ya el concilio ecuménico Vaticano II recordaba la importante tarea de la Iglesia de ocuparse del sufrimiento humano. En la constitución dogmática Lumen gentium leemos que como "Cristo fue enviado por el Padre "para anunciar a los pobres la Buena Nueva, para sanar a los de corazón destrozado" (Lc 4, 18), "a buscar y salvar lo que estaba perdido" (Lc 19, 10); de manera semejante la Iglesia abraza con amor a todos los afligidos por la debilidad humana; más aún, reconoce en los pobres y en los que sufren la imagen de su fundador, pobre y sufriente, se preocupa de aliviar sus necesidades y pretende servir en ellos a Cristo" (n. 8).

Esta acción humanitaria y espiritual de la comunidad eclesial en favor de los enfermos y los que sufren a lo largo de los siglos se ha expresado en múltiples formas y estructuras sanitarias también de carácter institucional. Quisiera recordar aquí las gestionadas directamente por las diócesis y las que han nacido de la generosidad de varios institutos religiosos. Se trata de un valioso "patrimonio" que responde al hecho de que "el amor necesita también una organización, como presupuesto para un servicio comunitario ordenado" (Deus caritas est, 20). La creación del Consejo pontificio para la pastoral de los agentes sanitarios, hace veinticinco años, forma parte de esa solicitud eclesial por el mundo de la salud. Y debo añadir que, en el actual momento histórico-cultural, se siente todavía más la exigencia de una presencia eclesial atenta y generalizada al lado de los enfermos, así como de una presencia en la sociedad capaz de transmitir de manera eficaz los valores evangélicos para la defensa de la vida humana en todas sus fases, desde su concepción hasta su fin natural.

Quisiera retomar aquí el Mensaje a los pobres, a los enfermos y a todos los que sufren, que los padres conciliares dirigieron al mundo al final del concilio ecuménico Vaticano II: "Vosotros que sentís más el peso de la cruz —dijeron— (...), vosotros que lloráis (...), vosotros los desconocidos del dolor, tened ánimo: vosotros sois los preferidos del reino de Dios, el reino de la esperanza, de la bondad y de la vida; vosotros sois los hermanos de Cristo sufriente y con él, si queréis, salváis al mundo" (Concilio Vaticano II. Constituciones. Decretos. Declaraciones. BAC, Madrid 1966, p. 845). Agradezco de corazón a las personas que cada día "realizan un servicio para con los que están enfermos y los que sufren", haciendo que "el apostolado de la misericordia de Dios, al que se dedican, responda cada vez mejor a las nuevas exigencias" (Juan Pablo II, constitución apostólica Pastor bonus, art. 152).

En este Año sacerdotal mi pensamiento se dirige en particular a vosotros, queridos sacerdotes, "ministros de los enfermos", signo e instrumento de la compasión de Cristo, que debe llegar a todo hombre marcado por el sufrimiento. Os invito, queridos presbíteros, a no escatimar esfuerzos para prestarles asistencia y consuelo. El tiempo transcurrido al lado de quien se encuentra en la prueba es fecundo en gracia para todas las demás dimensiones de la pastoral. Me dirijo por último a vosotros, queridos enfermos, y os pido que recéis y ofrezcáis vuestros sufrimientos por los sacerdotes, para que puedan mantenerse fieles a su vocación y su ministerio sea rico en frutos espirituales, para el bien de toda la Iglesia.

Con estos sentimientos, imploro para los enfermos, así como para los que los asisten, la protección maternal de María, Salus infirmorum, y a todos imparto de corazón la bendición apostólica.

Vaticano, 22 de noviembre de 2009, solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo.

CONFLICTO EN EL NOVICIADO


Conflicto en el Noviciado


Este floreciente desarrollo de la Congregación no se libra de nuevas crisis. En 1967, la etapa formativa del noviciado tomaba toda la seriedad de una escuela bien organizada. El cuerpo docente estaba integrado por sacerdotes y religiosas de la Escuela Catequista que las examinaban con sinodales a cada una en particular. La formación de una novicia implicaba aprobar tres cursos que en total comprendían 540 horas de estudio. ¿Cómo suponer que a ese nivel de desarrollo alcanzado, la maestra de novicias planeaba apropiarse del sólido grupo de jóvenes para con ellas fundar un nuevo instituto? Aun cuando ni la más perspicaz lo hubiese sospechado, así sucede. En su trabajo subversivo, esta religiosa, encargada de la formación espiritual de las aspirantes a misioneras, envuelve a la mayoría de las postulantes y novicias; y no contentándose con eso, envía una carta a la Santa Sede que incluye una serie de acusaciones. En resumen ella asegura que el 98% de las religiosas están descontentas.

Como respuesta, de Roma llega la orden de que un asistente religioso observe cuidadosamente, y muy de cerca, a la Congregación. Una puñalada le hubiera provocado menos sufrimiento a la Madre Inés, que impresión de saberse traicionada. No obstante, se pregunta, hasta dónde ella podía ser culpable de esto. ¿Quizá – se cuestiona – mi posición como superiora ya no es conveniente? Es entonces cuando piensa convocar a un Capítulo General Especial para renunciar a su cargo y solicitar al Capítulo reunido, la elección de una nueva Superiora General. Todo esto lo comenta al Sr. Obispo de Cuernavaca, Monseñor Méndez Arceo, pero él rechaza la idea de su renuncia. Según el Obispo, debe continuar con ese cargo porque la Congregación la necesita más que nunca. Ella, muy a su pesar, es dócil y obediente.

Por su parte, la religiosa que encabeza la subversión, da por hecho, que muchas de las hermanas secundarán sus planes de separarse de la Congregación de Misioneras Clarisas. La realidad es muy distinta, cuando les pide que se reúnan con ella en Chihuahua, ciudad del norte de México, sólo unas cuantas la siguen. Meses después en el instituto se enteran que poco a poco sus seguidoras la van dejando sola.

lunes, 8 de febrero de 2010

PERDÓN SACERDOTAL

Perdón a enemigos


En julio de 1905 el abate Blandier Pierre, iba a decir Misa en las Hermanas de la Misericordia. Le llamaron de urgencia para un moribundo. Trató de dar ánimo al paciente confiando en el perdón divino. Mas este repuso: «Dios, sí me perdonará; pero ¿y el otro?» Objetó el abate: «¿Qué otro?: cuando Dios perdona, nadie puede impedirlo».

Breve pausa; el enfermo explicó: «Soy antiguo miembro de la Comune; hice degollar a docenas de sacerdotes. Quedaba uno muy joven que no sabía defenderse, ni huir. Iba a matarle, pero llegó una patrulla. Rápido clavé en él mi espada, diciendo: “Te encontraré algún día, y entonces morirás”. Un chorro de su sangre salpicó mi mano; apenas alcancé a huir de los soldados».

Se detuvo fatigado y continuó: «Aquel cuya sangre manchó mis manos, ¿sabéis lo que me dijo?» El capellán puso un dedo en la frente como para recordar y respondió: «Sí, lo sé; os dijo: “En vuestro lecho de muerte, quizá me encontréis...” » Se agitó el paciente, exclamando: «¿Cómo sabéis esto? ». Aclaró el sacerdote: «Amigo mío, aquel joven era yo. Y el buen Dios me envía a deciros que el otro, también os perdona... »

Ronco sollozo y sangre, salieron por los labios del perdonado; mirando sus manos gritó: “Ah, esta es vuestra sangre que me ahogaba por cuarenta años. Pero, ¿es verdad que me otorgáis perdón?» «Yo os perdoné hace mucho; siempre rogaba por vos. Ahora Dios me da alegría, manteniendo mi perdón» E inclinado, besó al verdugo, que se quedó como quien ve visiones.

Blandier le indicó rezar con él un acto de dolor para luego impartirle la absolución. El enfermo dijo bajo voz: «Lo mismo me dijeron en vísperas de mi Primera Comunión; qué alegre estoy». Fueron sus últimas palabras. Instantes después el sacerdote cerraba los ojos del antiguo miembro de la Comune, doblemente absuelto. Al volver explicó a las Hermanas el motivo de llegar tarde para la Misa.


De M. MANGERET, Almanach du Roasiere 1932, Lyon  (Pensamiento Católico)

domingo, 7 de febrero de 2010

LA RESONANCIA DEL 7 DE FEBRERO

Para mi, este día tiene una resonancia especial, es un resonar de voces queridas, de brazos amados que me rodearon, es la expresión del cariño más profundo de mi familia. El 7 de febrero era "es" el cumpleaños de las Tías, así era, así es, "las Tías" como si no hubiera otras tías en el mundo. Alicia y Esther, nací con ellas, crecí con ellas, viví con ellas, aprendí con ellas. Las tías eran unas cuatas increíbles, las tías más amadas, se dedicaron en cuerpo y alma a nosotros, fuimos los niños de sus ojos. Nuestros nombres fueron transformados cada uno por su inmenso cariño, yo siempre fui "Cotepitas" no Jóse, ni Josefina.  Nunca podré expresar cuánto las extraño, cuánto las amo. No hay un solo día de mi vida en que no estén presentes, ellas y también Tía Carola, las tres, siempre por una causa o por otra siempre vienen a la conversación, al pensmiento, sus dichos, sus chistes, sus risas, todo lo que fueron. Conocí su niñez, su juventud, su madurez, sus enfermedades, todos los días platicamos, todos los días "convivimos" si yo tengo una idea clara de lo que es convivir lo aprendí de ellas. Y hoy era su cumpleaños, que fiestas, que alegría, que gusto celebrarlas..... Queridas y amadas tías Alicia y Esther ¡¡Feliz Cumpleaños!! Adoradas.

sábado, 6 de febrero de 2010

El Aplazamiento de la Conversión (1-7) Sermones Cura Ars "San Juan Bautista María Vianney"

En el Año Sacerdotal, en el que el patrono es el Santo Cura de Ars y tan cerca de la Cuaresma es bueno que escuchemos al Santo Cura como lo escucharon en su tiempo los que se convirtieron.

viernes, 5 de febrero de 2010

MALAS Y BUENAS NOTICIAS

Anoche, viendo las noticias sobre la situación en Haití, las inundaciones del centro del país, los asesinatos y ejecuciones en Tijuana y Cd. Juárez, la "galería de los malandros", la alza de los impuestos, la falta de trabajos, el cierre de las empresas etc. etc. etc. etc. y etc. me dije ¿no hay ni una buena noticia?....Si, si las hay pero no salen en la TV ni en internet, bueno.... ahora si, va a salir una en internet porque yo la voy a escribir en este blog.

 Esta noticia está en seguida de mi casa, mis vecinos son una buena noticia. Resulta que ellos son una pareja trabajadora, de esos que a las 7:00 a.m. salen cada uno en sus camionetas a sus respectivos trabajos y no los volvemos a ver hasta en la tarde. Hace dos años, en la noche de un día de febrero salimos rapidíto a las cocheras porque nos estaba temblando, ahí nos encontramos mi vecina y nosotros, ella llevaba en una casita-jaulita a su perrito que ladraba como loco, todo vestidito y consentido. Nosotros salimos con nuestra perra vieja (que ahora está más vieja todavía) y la subimos al carro y la pobre temblaba más que el temblor de tierra. Los temblores continuaron uno detrás de otro, unos más fuertes otros más ligeros, el caso es que no nos animabamos a entrar y nos quedamos afuera platicando. Entonces, nos enteramos un poquito de sus vidas, mi vecina nos contó que tenían más de siete años de casados y no podían tener hijos, y que  su esposo quería adoptar, que a ella le había costado más trabajo porque tenía la ilusión de tener uno propio, pero al fín habían hecho algunos trámites y probablemente para diciembre podrían tener un niño.

Pues bien, en diciembre de ese mismo año, para ser exactos el 26 de diciembre, nos presentaron a su niño, tenía más de un año, no era un recién nacido. El niño se veía mas chico de esa edad, temeroso, y se abrazaba a su nueva mamá asustado. Tuvieron que esperar a que todos los trámites terminaran y legalmente fuera su hijo para poder bautizarlo, así que meses después celebraron tanto su bautizo como su cumpleaños, fuimos invitados pero no pudimos ir por la razón de siempre, pero nos alegramos mucho con ellos y por ellos.

Sus vidas cambiaron mucho con ese niño, ahora los vemos entrar y salir cargados de bolsas y juguetes, su basura se volvió alegre: cajas de pañales, cajas de juguetes, etc. etc. su tendedero de ropa, en el patio trasero se llenó de calcetincitos, playeritas, pantaloncitos... El perrito consentido se volvió perro "normal" ahora duerme en el patio y corretea con el perro grande y ladra por la reja como todos los perros.

Ayer, mi vecino bajaba de su camioneta con el niño, nosotros entrábamos a nuestra casa y el niño corrió a nosotros a platicar en su idioma infanitl, de los perros, de su papá y de otras cosas importantes.... con una sonrisa preciosa. Su papá ancho de orgullo y emoción, le da la mano y los dos entran a su casa a encontrarse con la mamá y cosa curiosa y hermosa, ese niño se parece a ella.

jueves, 4 de febrero de 2010

UN REGALO PARA EL ALMA De parte de Madre Inés

P E N S A M I E N T O S
Tomados de los Ejercicios Espirituales
1933-1962
MADRE MARIA INES-TERESA ARIAS
VENERABLE
FUNDADORA DE LAS MISIONERAS CLARISAS DEL SANTISIMO SACRAMENTO
MISIONEROS DE CRISTO PARA LA IGLESIA UNIVERSAL
VAN-CLAR (MISIONEROS SEGLARES)
Roma, 1 octubre 1997

ABANDONO

*1*

Dame Señor que inculque en todos mis hijos este espíritu de abandono y filial sumisión en tus manos: que no nos angustiemos por el mañana, que todo lo dejemos confiados en tu Corazón adorable. Sagrado Corazón de Jesús en ti confío.

*2*

Al esconderme dulcísimo Jesús en tu amorosos brazos; al confiar inmensamente en ti, al cerrar los ojos al porvenir que parece obscuro y borrascoso, me escondo, me refugio, me abandono con la Obra que me has confiado. A ti más que a mí, te interesa porque es fruto de tu amor, se consumó en la unión de voluntades, de afectos; en la unión de nuestras vidas.

*3*

Toda me abandono a ti Señor; quiero lo que tú quieras; como una pobre mendiga recibiré agradecida lo que tu amorosa mano quiera darme.

EL MENSAJE DE CUARESMA

Para los católicos la Cuaresma, que este año empieza el día 17 de Febrero, está marcada y orientada por el mensaje del Santo Padre, por eso es importante que lo leamos, lo asimilemos y como Iglesia unida tengamos los mismos sentimientos y actuemos en servicio y amor según las directrices del Papa, nuestro Pastor.

Mensaje de S.S. Benedicto XVI para la Cuaresma 2010


Jueves 4 de febrero de 2010

Queridos hermanos y hermanas:

Cada año, con ocasión de la Cuaresma, la Iglesia nos invita a una sincera revisión de nuestra vida a la luz de las enseñanzas evangélicas. Este año quiero proponeros algunas reflexiones sobre el vasto tema de la justicia, partiendo de la afirmación paulina: La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo (cf. Rm 3,21-22).
Justicia: "dare cuique suum"
Me detengo, en primer lugar, en el significado de la palabra "justicia", que en el lenguaje común implica "dar a cada uno lo suyo" - "dare cuique suum", según la famosa expresión de Ulpiano, un jurista romano del siglo III. Sin embargo, esta clásica definición no aclara en realidad en qué consiste "lo suyo" que hay que asegurar a cada uno. Aquello de lo que el hombre tiene más necesidad no se le puede garantizar por ley. Para gozar de una existencia en plenitud, necesita algo más íntimo que se le puede conceder sólo gratuitamente: podríamos decir que el hombre vive del amor que sólo Dios, que lo ha creado a su imagen y semejanza, puede comunicarle. Los bienes materiales ciertamente son útiles y necesarios (es más, Jesús mismo se preocupó de curar a los enfermos, de dar de comer a la multitud que lo seguía y sin duda condena la indiferencia que también hoy provoca la muerte de centenares de millones de seres humanos por falta de alimentos, de agua y de medicinas), pero la justicia "distributiva" no proporciona al ser humano todo "lo suyo" que le corresponde. Este, además del pan y más que el pan, necesita a Dios. Observa san Agustín: si "la justicia es la virtud que distribuye a cada uno lo suyo... no es justicia humana la que aparta al hombre del verdadero Dios" (De Civitate Dei, XIX, 21).

¿De dónde viene la injusticia?
El evangelista Marcos refiere las siguientes palabras de Jesús, que se sitúan en el debate de aquel tiempo sobre lo que es puro y lo que es impuro: "Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre... Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas" (Mc 7,15. 20-21). Más allá de la cuestión inmediata relativa a los alimentos, podemos ver en la reacción de los fariseos una tentación permanente del hombre: la de identificar el origen del mal en una causa exterior. Muchas de las ideologías modernas tienen, si nos fijamos bien, este presupuesto: dado que la injusticia viene "de fuera", para que reine la justicia es suficiente con eliminar las causas exteriores que impiden su puesta en práctica. Esta manera de pensar ­advierte Jesús­ es ingenua y miope. La injusticia, fruto del mal, no tiene raíces exclusivamente externas; tiene su origen en el corazón humano, donde se encuentra el germen de una misteriosa convivencia con el mal. Lo reconoce amargamente el salmista: "Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre" (Sal 51,7). Sí, el hombre es frágil a causa de un impulso profundo, que lo mortifica en la capacidad de entrar en comunión con el prójimo. Abierto por naturaleza al libre flujo del compartir, siente dentro de sí una extraña fuerza de gravedad que lo lleva a replegarse en sí mismo, a imponerse por encima de los demás y contra ellos: es el egoísmo, consecuencia de la culpa original. Adán y Eva, seducidos por la mentira de Satanás, aferrando el misterioso fruto en contra del mandamiento divino, sustituyeron la lógica del confiar en el Amor por la de la sospecha y la competición; la lógica del recibir, del esperar confiado los dones del Otro, por la lógica ansiosa del aferrar y del actuar por su cuenta (cf. Gn 3,1-6), experimentando como resultado un sentimiento de inquietud y de incertidumbre. ¿Cómo puede el hombre librarse de este impulso egoísta y abrirse al amor?

Justicia y Sedaqad
En el corazón de la sabiduría de Israel encontramos un vínculo profundo entre la fe en el Dios que "levanta del polvo al desvalido" (Sal 113,7) y la justicia para con el prójimo. Lo expresa bien la misma palabra que en hebreo indica la virtud de la justicia: sedaqad,. En efecto, sedaqad significa, por una parte, aceptación plena de la voluntad del Dios de Israel; por otra, equidad con el prójimo (cf. Ex 20,12-17), en especial con el pobre, el forastero, el huérfano y la viuda (cf. Dt 10,18-19). Pero los dos significados están relacionados, porque dar al pobre, para el israelita, no es otra cosa que dar a Dios, que se ha apiadado de la miseria de su pueblo, lo que le debe. No es casualidad que el don de las tablas de la Ley a Moisés, en el monte Sinaí, suceda después del paso del Mar Rojo. Es decir, escuchar la Ley presupone la fe en el Dios que ha sido el primero en "escuchar el clamor" de su pueblo y "ha bajado para librarle de la mano de los egipcios" (cf. Ex 3,8). Dios está atento al grito del desdichado y como respuesta pide que se le escuche: pide justicia con el pobre (cf. Si 4,4-5.8-9), el forastero (cf. Ex 20,22), el esclavo (cf. Dt 15,12-18). Por lo tanto, para entrar en la justicia es necesario salir de esa ilusión de autosuficiencia, del profundo estado de cerrazón, que es el origen de nuestra injusticia. En otras palabras, es necesario un "éxodo" más profundo que el que Dios obró con Moisés, una liberación del corazón, que la palabra de la Ley, por sí sola, no tiene el poder de realizar. ¿Existe, pues, esperanza de justicia para el hombre?
Cristo, justicia de Dios
El anuncio cristiano responde positivamente a la sed de justicia del hombre, como afirma el Apóstol Pablo en la Carta a los Romanos: "Ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado... por la fe en Jesucristo, para todos los que creen, pues no hay diferencia alguna; todos pecaron y están privados de la gloria de Dios, y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia (Rm 3,21-25).

¿Cuál es, pues, la justicia de Cristo? Es, ante todo, la justicia que viene de la gracia, donde no es el hombre que repara, se cura a sí mismo y a los demás. El hecho de que la "propiciación" tenga lugar en la "sangre" de Jesús significa que no son los sacrificios del hombre los que le libran del peso de las culpas, sino el gesto del amor de Dios que se abre hasta el extremo, hasta aceptar en sí mismo la "maldición" que corresponde al hombre, a fin de transmitirle en cambio la "bendición" que corresponde a Dios (cf. Ga 3,13-14). Pero esto suscita en seguida una objeción: ¿qué justicia existe dónde el justo muere en lugar del culpable y el culpable recibe en cambio la bendición que corresponde al justo? Cada uno no recibe de este modo lo contrario de "lo suyo"? En realidad, aquí se manifiesta la justicia divina, profundamente distinta de la humana. Dios ha pagado por nosotros en su Hijo el precio del rescate, un precio verdaderamente exorbitante. Frente a la justicia de la Cruz, el hombre se puede rebelar, porque pone de manifiesto que el hombre no es un ser autárquico, sino que necesita de Otro para ser plenamente él mismo. Convertirse a Cristo, creer en el Evangelio, significa precisamente esto: salir de la ilusión de la autosuficiencia para descubrir y aceptar la propia indigencia, indigencia de los demás y de Dios, exigencia de su perdón y de su amistad.

Se entiende, entonces, como la fe no es un hecho natural, cómodo, obvio: hace falta humildad para aceptar tener necesidad de Otro que me libere de lo "mío", para darme gratuitamente lo "suyo". Esto sucede especialmente en los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía. Gracias a la acción de Cristo, nosotros podemos entrar en la justicia "más grande", que es la del amor (cf. Rm 13,8-10), la justicia de quien en cualquier caso se siente siempre más deudor que acreedor, porque ha recibido más de lo que podía esperar.

Precisamente por la fuerza de esta experiencia, el cristiano se ve impulsado a contribuir a la formación de sociedades justas, donde todos reciban lo necesario para vivir según su propia dignidad de hombres y donde la justicia sea vivificada por el amor.

Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma culmina en el Triduo Pascual, en el que este año volveremos a celebrar la justicia divina, que es plenitud de caridad, de don y de salvación. Que este tiempo penitencial sea para todos los cristianos un tiempo de auténtica conversión y de intenso conocimiento del misterio de Cristo, que vino para cumplir toda justicia. Con estos sentimientos, os imparto a todos de corazón la bendición apostólica.

Vaticano, 30 de octubre de 2009

martes, 2 de febrero de 2010

LA CANDELARIA

La Presentación del Señor. Día de la Candelaria. Febrero está lleno de velitas.
El cuarto misterio gozoso del Rosario nos recuerda este momento tan feliz y doloroso para la Virgen María.
Presentación: Cuarenta días después del nacimiento de Jesús, María y José llevaron al Niño al Templo, a fin de presentarlo al Señor, según la ley de Moisés (Cf. Ex 13, 11-13).


Lucas 2,22-38


Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor" y para ofrecer en sacrificio "un par de tórtolas o dos pichones", conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:


«Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»

Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción - ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»


Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

Simeón, al ver a María y a José con el Niño Jesús, conoció por una revelación divina que era Cristo. Tomó entonces al Niño en sus brazos y bendijo a Dios y exclamó: Ahora puedes dejar morir en paz, Señor, a tu siervo, porque han visto mis ojos a tu Salvador, luz para las naciones y gloria de Israel. María y José admiraban sus palabras.


Y vuelto a María le anunció: Este ha sido puesto para ruina y para resurrección de muchos; y como una señal de contradicción; y una espada atravesará tu alma.

Procesión con las candelas, "Candelaria"
"luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel" (Lc 2,32). La procesión con velas nos recuerda que La Virgen da luz a Jesucristo, Luz del Mundo, quien se manifiesta a su pueblo por medio de Simeón y Ana.

Para recordar que el 2 de Febrero no es sólo tamales y champurrado.

lunes, 1 de febrero de 2010

HOY DÍA DE LA DIVINA PROVIDENCIA

Hoy como cada día 1o. de mes celebramos a la Divina Providencia, y también nos encomendamos a Ella. Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, Divina Providencia cuida cada día de nuestra vida, ve lo más profundo de nuestra alma y sabe nuestras verdaderas necesidades, sin embargo, también es escuchada nuestra oración.  En el Templo de San Francisco al que asistimos tiene la tradición de la Misa de 12:00 md. a la Divina Providencia y al terminar nos bendicen las manos para el trabajo y el monedero para que no nos falte casa, vestido y sustento.-También está la devoción de encender una vela y rezar  ¿quieres hacerla? haz click aquí: ORACIÓN A LA DIVINA PROVIDENCIA

PRIMER CAPÍTULO GENERAL

BIOGRAFÍA MADRE MARÍA INÉS TERESA ARIAS
Primer Capítulo General

Los primeros diez años a partir de la Transformación son muy intensos. Por un lado, la Reverenda Madre recibía mes a mes, solicitudes de jóvenes deseosas de ingresar; por otro, permanecía atenta y siempre dispuesta a responder las iniciativas de los jerarcas de la Iglesia para emprender nuevos caminos para salvar almas. De 1951 a 1961 las fundaciones se suceden una después de otra. O bien, algunas respondían al llamado de un obispo; o la providencia de Dios les presentaba ocasión de iniciar un nuevo apostolado, siempre de acuerdo al carisma contemplativo-misionero que caracterizaba a la Congregación.

Cada vez más fortalecía en número y experiencias este sólido grupo de Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento. Toda clase de dificultades burocráticas, legales o económicas se van resolviendo gracias a la infinita paciencia y tenacidad de la madre Inés. Con el firme propósito de dar a conocer y amar a Dios y a Santa María de Guadalupe, se convierte en la líder de un ejército de doscientas religiosas incansables. Cruzan las fronteras de países en los que llevan a cabo la catequesis directa, o bien desarrollan alguna misión evangelizadora a través de actividades educativas, sociales o relacionadas con la salud.

Para la fundadora es urgente llevar a cabo las primeras elecciones a través de un Capítulo General. Desde 1955 había solicitado humildemente a La Santa Sede le orientara para realizar este proceso, pues de ninguna manera deseaba mantenerse indefinidamente como superiora. Sin embargo, la Congregación de Religiosos le recomienda esperar a que aumenten el número de religiosas de votos perpetuos. La espera debe prologarse hasta 1961, cuando faltan todavía dos años, el tiempo estipulado por las Constituciones.

Cuando se llega la fecha, la Superiora ve la posibilidad de dejar el cargo en manos de cualquier otra hermana, y estudiar la manera de prepararla para dirigir y tomar decisiones. El primer Capítulo General resulta un trabajo bien organizado y de una estricta formalidad; pero al mismo tiempo, sorprende el ambiente de alegría y ejemplar fraternidad. El 30 de noviembre de 1961 se realiza la elección, y los resultados no parecen sorprender a nadie, excepto a la propia fundadora. María Inés Teresa Arias es elegida por mayoría, y de nueva cuenta, como Superiora General. Después de ser confirmada en tan importante responsabilidad por sus propias hijas, acepta sumisa la voluntad de Dios, y les suplica oraciones para cumplir fielmente con los deberes en la formación de las almas.

Para el año siguiente, el Instituto cuenta ya con dieciséis casas, de las cuales diez se sitúan en el extranjero y las seis restantes, en la República Mexicana. Además, existen tres noviciados: Cuernavaca, con cincuenta novicias, Japón con veintitrés, y Los Ángeles con diez.

Aquélla monjita, quien años atrás se iniciara en la clausura, jamás se imaginó convertida en una dirigente de múltiples funciones. La primera y más importante consistía en planear y evaluar el desarrollo espiritual, jurídico y material de la obra; y la segunda era visitar las misiones y reunirse con el consejo general del instituto y las diferentes autoridades eclesiásticas.

Además de esas actividades dedica gran parte de su tiempo a escribir cartas personales y crónicas de viajes. Al decir de sus hermanas y personas allegadas, María Inés cuenta con una enorme capacidad para estar al pendiente de todo: resuelve con el mismo interés conflictos graves o pequeños inconvenientes, sin descuidar jamás sus periodos de aislamiento para la oración, en la intimidad de la capilla.

Las fundaciones continúan. Las Misioneras Clarisas realizan distintos apostolados también en Europa: en Roma atienden una clínica de convalecencia; en Madrid, una guardería; en Pamplona y Dublín se hace cargo de residencias universitarias. Para la madre Inés, ser misionera es un “derecho”, una obligación que exige, incluso en algunos casos, dar la vida. Como una verdadera madre desea llevar a sus hijas a metas cada vez más altas de santidad y entrega: siempre hijas, siempre, nuestro espíritu misionero debe ser universal, debe abarcar todos los pueblos, razas y naciones, debe abarcar el mundo entero. No deben existir fronteras de ninguna especie.