Cuando he escuchado, y lo he escuchado mucho, lo he leído y lo han comentado, "no hay que rezar como pericos" repiten las oraciones y rezan el rosario.... eso no tiene validez, no es oración, etc. etc. y yo que me he dado a la tarea de "rezar" según mi propio criterio, porque "entre más vieja más oración" y "un viejo que no reza es un viejo que no ha aprendido nada de la vida", y siendo así, quiero hacer mi propio comentario sobre lo que ha significado para mi "Rezar" y al rezar me refiero a las oraciones de todos los días, Padrenuestros, Avemarías, Glorias, Rosario tras Rosario, Caminata, Coronilla y todas las devociones que me sé.

Precisamente, el cansancio, la inestabilidad, el dolor físico, las angustias inventadas o reales, precisamente en ese caldo, la calidez de un Avemaría tras otra, van dando el tono exacto a la oración, es más, pienso que el día que pueda rezar sin todas estas incomodidades entonces le va a faltar mucho a mi oración. He ido descubriendo poco a poco, muy poco a poco, que la oración se hace con todas estas cosas. Un Avemaría me puede llevar al cielo porque estaba tejida con dolor y mil inquietudes, porque en un Padrenuestro tuve que hacer cien actos de fe para creer que era escuchada. Porque en un Gloria me quedé dormida y tuve que vencerme y volver a empezar; porque la lengua se me pega al paladar y tengo que continuar con el solo pensamiento. Y luego al terminar de rezar, me doy cuenta que todavía quiero rezar más, que me falta un poco más..... y luego, es tan fácil poner el pensamiento en Dios, tan cercano está él que podemos platicar y hasta reír.
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