Aunque la roca de mi vida se desplome,
aunque la voz de tu llamado se interrumpa,
yo sé que tú me oyes,
yo sé que tú me buscas
y en medio de mi noche me respondes,
y en medio de mi angustia me iluminas.
Das a mis pasos la seguridad del día,
pones en mi alma la serenidad del cielo,
y en mi mente cansada,
la caricia de tu soplo divino y tu consuelo.
Mar Adentro. Pbro. Héctor J. Valenzuela Mendivil. Pag. 12
aunque la voz de tu llamado se interrumpa,
yo sé que tú me oyes,
yo sé que tú me buscas
y en medio de mi noche me respondes,
y en medio de mi angustia me iluminas.
Das a mis pasos la seguridad del día,
pones en mi alma la serenidad del cielo,
y en mi mente cansada,
la caricia de tu soplo divino y tu consuelo.
Mar Adentro. Pbro. Héctor J. Valenzuela Mendivil. Pag. 12
Cuando leí anteayer este salmo de la esperanza, me dije que debo orarlo todos los días, y acá estoy en ello.
ResponderEliminarEs precioso. Es tener eaa "Esperanza" tan plena de que el Señor no nos deja.
siempre es reconfortante la palabra del Señor
ResponderEliminarel señor nos escucha pase lo que pase y siempre sta en eso que le pedimos DIOS TARDA PERO NUNCA OLVIDA
ResponderEliminarDIOS TARDA PERO NUNCA OLVIDA
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