Leyendo un artículo, me quedé pensando en lo difícil que es la vida para muchas, muchísimas gentes en el mundo y lo superfluos que podemos llegar a ser preocupándonos por tonterías.
Pienso, por ejemplo, en tanta gente (anciana) que podría aportar tanto al mundo con su sabiduría y su experiencia y sobre todo con su oración y buen ejemplo, y sin embargo, prefieren irse a divertir en los casinos.... tienen derecho... dicen, después de tantas cosas por las que han pasado, el tener un tiempo para desasirse de los problemas y disfrutar..... aunque eso implique, perder el valioso tiempo que les queda para prepararse a bien morir....y además perder el dinero entregándoselo a quien más tiene..... aunque pongan la "horrible y patética"" excusa de que se generan muchos empleos. Puedo poner otros muchos ejemplos pero este es suficiente por hoy....
Otros, que siendo muy creyentes se les va la vida en disertar, todo un rollo intenso de la fe.... lleno de citas biblícas y temas y temas que tratar.... pero sin llegar a la práctica.... eso también puede llegar a ser superfluo... como diría el refrán: "mucho ruido y pocas nueces". es decir, ni discípulos ni misioneros, no llegan a ser discípulos porque siempre son maestros, no llegan a misioneros porque nunca acaban de salir, se quedan en el cobijo de la teoría. Y mientras tanto, el mundo cada vez mas tenebroso y amenazante.
Leer o conocer la vida de los santos puede ayudarnos a superar toda esta superficialidad. Los santos fueron gente común, con las mismas necesidades y tentaciones que nosotros, la de divertirse y la de esconderse en la fe..... pero fueron mucho más valientes.... supieron dejar lo hueco y vacío, supieron salirse de sí mismos y ser verdaderos, auténticos "discípulos y misioneros".... vaciarse de sí mismos,dar la vida, entregarla..... por amor a Cristo.
Dios nos ayude brincar las barreras y llegar a ser santos.....
y como nos dice Madrecita Inés Teresa "Urge que Cristo reine".... urge...urge...urge....
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