El Evangelio de ayer tiene muchos matices, escuché dos homilías y leí algunos comentarios y aunque todos coincidían también tuvieron enfoques distintos. Unos en los mandamientos, otro en la intención del corazón, otros en las costumbres y tradiciones judías.... y todo fue edificante y al mismo tiempo nos convencía de una necesidad fuerte de conversión.
A mi en lo personal me llamó muchísimo la atención la lista de cosas que "salen del corazón": en especial una. La Frivolidad. porque. Podemos pensar yo no cometo adulterio, ni robo, ni soy envidiosa etc. etc. pero en la misma línea, por decir, en el mismo renglón queda esa palabrita que cierra la lista: Frivolidad. Definición: La persona frívola es aquella incapaz de apreciar en su totalidad el peso y el
valor de nada.
Y eso sale del corazón. Es para temblar el saber que Jesús nos avisa, nos advierte que los pecados graves que pierden el alma están asociados a la frivolidad. Y ¿qué vivimos ahora?.... a qué nos lleva tanta distracción en el mundo sino a vivir, con todas sus consecuencias en la frivolidad. No tengo que hacer una lista de las cosas frívolas del mundo, porque todos, en un grado u otro, estamos inmersos en ese gran mar de la frivolidad. Y el Señor nos dice: «Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»
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