La voces del silencio
me llamaron,
Te percibí elocuente
en la distancia
y dejando el ruido
de las cosas,
aprendí a creer
en tu Palabra.
Y elegí el camino
de la vida
como única forma
de existencia,
y arrancando de los miedos
las espinas
sembré en el trigal
de mi conciencia
la voz de tu esperanza
la fuerza de tu esencia
para esperar un día
el tiempo de la siega
la espiga permanente
de una vida eterna.
Del Libro Mar Adentro. Pág. 65 Pbro. Héctor J. Valenzuela Mendivil.
me llamaron,
Te percibí elocuente
en la distancia
y dejando el ruido
de las cosas,
aprendí a creer
en tu Palabra.
Y elegí el camino
de la vida
como única forma
de existencia,
y arrancando de los miedos
las espinas
sembré en el trigal
de mi conciencia
la voz de tu esperanza
la fuerza de tu esencia
para esperar un día
el tiempo de la siega
la espiga permanente
de una vida eterna.
Del Libro Mar Adentro. Pág. 65 Pbro. Héctor J. Valenzuela Mendivil.
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