Hoy hace muchos, muchos años, era un día importante para mí. Había un muchacho que se llamaba Sergio y me encantaba, yo lo veía guapísimo pero al decir de mamá y las tías estaba horrible... tenía una nariz larga y ganchuda, estaba excesivamente flaco y era muy sangrón... eso decían ellas, pero para mí era el sueño dorado de mi vida... claro que todo platónico. Lo máximo que me llegó a suceder fue ir a una boda con él de acompañante. La boda de mi primo Víctor Hugo, en el Casino..... ese día estrené un divino vestido rosa pálido que mamá me hizo con mangas de "campana" precioso..... había ido a la alberca así que mi tostado perfecto de piel me hacía ver super encantadora, el pelo me quedó perfecto y el lápiz labial (casi blanco) resaltaba todavía más mi bello tostado en las mejillas... así me veía yo en el espejo....
Curiosamente lo que más recuerdo de esa boda fue el delicioso fetuchini a la Alfredo que me comí... quería quitarles a mis hermanas sus platos porque me encantó... creo que Sergio se borró de mi mente en ese momento.
Después le perdí el rastro y mi corazoncito se olvidó totalmente de que existía un chico que me emocionaba a mis 14 años.... hasta que unos años después me enteré que había caído en las drogas y que estaba muy mal..... ¡qué triste final!
No cabe duda, que Dios nos tiene un camino a cada quién y que el mío como dice Santa Teresita, estaba cuidado por Dios que se encargó de quitar las piedras para que no tropezara, porque Él conocía mi debilidad necesitada de cuidados excesivos para permanecer en su gracia.
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