miércoles, 30 de septiembre de 2009
martes, 29 de septiembre de 2009
LA SONRISA DE LA VIRGEN
MISIÓN CONTINENTAL eres enviado al mundo
lunes, 28 de septiembre de 2009
MIRAR A CRISTO
Unos de los circunstantes le dijo: “Ha de arrodillarse usted, y así desde abajo mirar la cara de Cristo”. El turista se arrodilló y pudo apreciar toda la belleza de aquella obra sin par.
ORACIÓN POR LOS SACERDOTES
Mis Sacerdotes adoptados: Gerardo, P. Moisés, P. Edgar y P. Martín.QUE NO SE NOS OLVIDE ORAR TODOS LOS DÍAS POR LOS SACERDOTES, ESPECIALMENTE POR EL QUE HAYAMOS ADOPTADO.
ORACIÓN PARA EL AÑO SACERDOTAL
Te amo, oh Dios infinitamente amable,
y prefiero morir amándote
antes que vivir un solo instante si amarte.
Te amo, Señor, y la única gracia que te pido
es aquella de amarte eternamente.
Dios mío, si mi lengua
no pudiera decir que te amo en cada instante,
quiero que mi corazón te lo repita
tantas veces cuantas respiro.
Te amo, oh mi Dios Salvador,
porque has sido crucificado por mi,
y me tienes acá crucificado por Ti.
Dios mío, dame la gracia de morir amándote
y sabiendo que te amo”. Amen.
domingo, 27 de septiembre de 2009
EVANGELIO DEL DOMINGO
Evangelio según San Marcos, capítulo 9, versículos del 38-43.45 al 47-48
27 de Setiembre de 2009
Domingo XXVI del Tiempo Ordinario
38. Díjole Juan: "Maestro, vimos un hombre que expulsaba demonios en tu nombre, el cual no nos sigue; y se lo impedíamos, porque no anda con nosotros".
39. Pero Jesús dijo: "No se lo impidáis, porque nadie, haciendo milagro por mi nombre, será capaz de hablar luego mal de Mí.
40. Porque quien no está contra nosotros, por nosotros está.
41. Quien os diere a beber un vaso de agua, por razón de que sois de Cristo, en verdad os digo, no perderá su recompensa".
GRAVEDAD DEL ESCANDALO.
42. Quien escandalizare a uno de estos pequeñitos que creen, más le valdría que le atasen alrededor de su cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que lo echasen al mar.
43. Si tu mano te escandaliza, córtala: más te vale entrar en la vida manco, que irte, con tus dos manos, a la gehenna, al fuego que no se apaga.
45. Y si tu pie te escandaliza, córtalo: más te vale entrar en la vida cojo que ser, con tus dos pies, arrojado a la gehenna.
47. Y si tu ojo te escandaliza, sácalo: más te vale entrar en el reino de Dios teniendo un solo ojo que con tus dos ojos ser arrojado a la gehenna,
48. donde "el gusano de ellos no muere y el fuego no se apaga".
COMENTARIO
40. Nosotros: Así reza el texto griego según Merk. Algunos códices dicen vosotros, como en Luc. 9, 50. La variante parece acentuar más aún la diferencia que Jesús establece entre Él - que es el fin (Mat. 12, 30) - y nosotros simples medios. Cf. Filip. 1, 15 ss.; Núm. 11, 24 - 30.
43. Véase Mat. 5, 29 s.; 18, 8 y notas. Cf. Prov. 5, 8; Ecli. 9, 4. Gehenna: infierno Cf. Mat. 5, 22 y nota.
48. Aquí Jesús define la eternidad de las penas del infierno. Véase Judit 16, 2; Is. 66, 24; Apoc. 20, 10.
MI DOMINGO
!Gracias!
sábado, 26 de septiembre de 2009
APOSTOLADO DE LA SONRISA
Madre María Inés llevó a cabo este apostolado y también todas las hermanas misioneras clarisas, me puse a revisar las fotos que tengo de ella y de sus hijas espirituales y la caracterísitica principal es la sonrisa, una sonrisa que brota de la unión íntima con Dios, de la alegría de hacer su voluntad.
Sonríe - a caras solas
Sonríe - a caras tímidas
Sonríe - a caras tristes
Sonrie - a caras enfermas
Sonríe - a caras jovencitas.
Sonríe - a caras arrugaditas y viejecitas.
Esta buena disposición siempre engendra actos nobles y desinteresados.
La influencia de tu sonrisa se esparce, aunque no siempre puedes notar las maravillas que logra.
Tu sonrisa...puede ayudar a desarrollar vocaciones, si eres un sacerdote, un hermano o una religiosa.
Tu sonrisa.puede ser el comienzo de una conversión a la fe.
Tu sonrisa..puede preparar el camino de regreso de un pecador a Dios
Tu sonrisa...puede ganarle un sinnumero de amigos fieles.
viernes, 25 de septiembre de 2009
EL AMOR A LA IGLESIA EN CHINA
En los primeros años de su ministerio sacerdotal ejerció como vicario parroquial
Por ese tiempo las tropas de Mao Tse Tung ocuparon el seminario y todo el complejo de la misión. Gracias a sus estudios de oftalmología, Nicolás pudo ganarse la vida trabajando en un hospital de la ciudad. Estaba dotado de una inteligencia nada común. El aislamiento que tuvo que sufrir en la situación política de aquellos años no le llevó al abandono de su propia formación, sino que su asiduidad en el estudio y la lectura hicieron de él una persona culta, conocedora del inglés, español y latín, y
En 1957 volvió a la iglesia de la Estación, pero en 1958 fue condenado por el gobierno a tres años de trabajos forzados en una fábrica de ladrillos, acusado de ser.... leer más
LA FAMILIA DE UNA SANTA (3)
Era mi tía abuela ,
¿Cómo era tu relación con ella?
Realmente era muy pequeña pero era muy buena
que siempre estaba contenta y me quería mucho
¿Qué es lo que más recuerdas?
Que querían hacer conmigo una película de su vida porque decían que me parecía mucho a ella
¿Qué anécdota personal compartirías?
una vez cuando fuimos a visitarla me había mojado mis huaraches y estaba descalza, entonces varias hermanas me habían preguntado por que andaba descalza, hasta que llegue con ella y me volvió a preguntar y lo único que recuerdo es que muy molesta por tantas veces que me preguntaban lo mismo, le conteste están mojados huaraches, y se rió mucho, pues con todo y mi molestia había explicado porque estaba descalza.
¿Qué te gustaría que los demás conocieran de ella?
su bondad y sus favores
¿Cómo sientes que es ahora tu relación con ella sabiendo que va a los altares?
mejor aun, yo siempre me he encomendado a ella y le pido que nos cuide
¿Qué favores has recibido de ella?
directamente ninguno, pero se de varias situaciones en las que ha intercedido.
jueves, 24 de septiembre de 2009
EL PADRE NUESTRO EN IBO
miércoles, 23 de septiembre de 2009
SAN PÍO DE PIETRELCINA
!Cuida por dónde caminas!
Oración a San Pío de Pietrelcina
Hoy es su día, y me concedió ir a Misa, confesarme y comulgar. Gracias a Gloria V. por llevarme y traerme.
martes, 22 de septiembre de 2009
LOS DESEOS DE CONSAGRARME A DIOS ME DEVORABAN
LA RELEVANCIA DEL PAPA EN LA IGLESIA 1
lunes, 21 de septiembre de 2009
HERMOSA RESPUESTA
Un librepensador de visita en casa de un amigo suyo, vio llegar del Catecismo al hijo de su amigo.
¿Qué se le ha enseñado hoy, mi hijito? - Le preguntó
-El El misterio de la Santísima Trinidad, es el Señor decir, misterio de un solo Dios en tres personas.
-Y estas tres personas ... ¿hijo?
-El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
-Bien, muy bien. ¿Y me Podrás decir cuál es más anciano? ¿El Padre o el Hijo?
-Señor Tan Son ancianos el uno como el otro,
- ¿En verdad? ¿Entonces tu papá no es mayor que tú?
-No, señor, hace el mismo tiempo que él es mi padre y que soy su hijo.
El librepensador no insistió.
Extraído de: Salió El Sembrador, Tomo VII, Volumen I, ed. Guadalupe, Buenos Aires, 1950, pág. 377-378
domingo, 20 de septiembre de 2009
LA GRAN MISIÓN CONTINENTAL
EL EVANGELIO DEL DOMINGO
Evangelio según San Marcos, capítulo 9, versículos del 30 al 37
20 de Setiembre de 2009
Domingo XXV del Tiempo Ordinario
SEGUNDO ANUNCIO DE LA PASION.
30. Partiendo de allí, pasaron a través de Galilea, y no quería que se supiese;
31. porque enseñó esto a sus discípulos: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo harán morir; y tres días después de su muerte resucitará".
32. Pero ellos no comprendieron estas palabras y temían preguntarle.
HUMILDAD Y CARIDAD.
33. Entretanto, llegaron a Cafarnaúm; y cuando estuvo en su casa, les preguntó: "¿De qué conversabais en el camino?"
34. Mas ellos guardaron silencio, porque habían discutido entre sí, durante el camino, sobre quien sería el mayor.
35. Entonces, sentóse, llamó a los Doce y les dijo: "Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el último de todos y el servidor de todos".
36. Y tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, y abrazándolo, les dijo:
37. "El que recibe a uno de estos niños en mi nombre, a Mí me recibe; y el que a Mí me recibe, no me recibe a Mí, sino a Aquel que me envió".
COMENTARIO
33 ss. Véase Mat. 18, 1 ss.; Luc. 9, 46 ss.
Además puedes bajar la imagen e imprimirla para que tus hijos o nietos la coloreen.
También en la barra azul del lado derecho del blog, aparecerá en audio el Evangelio del dia.
jueves, 17 de septiembre de 2009
UNA VIDA MARIANA COTIDIANA
No es una casualidad que el Santo Padre haya elegido órdenes femeninas para esta tarea. En la historia de la Iglesia, siguiendo el ejemplo de la Madre de Dios, siempre fueron las mujeres a acompañar y a sostener, con la oración y el sacrificio, el camino de los apóstoles y de los sacerdotes en su actividad misionera. Por esto, las órdenes contemplativas consideran en su carisma “la imitación y la contemplación de María”. Madre M. Sofía Cicchetti, actual priora del monasterio, define la vida de su comunidad como una vida mariana cotidiana: “Nada es extraordinario aquí. Nuestra vida contemplativa y claustral se puede comprender sólo a la luz de la fe y del amor a Dios. En esta nuestra sociedad consumista, hedonista, parece que casi han desaparecido sea el sentido de la belleza y del estupor delante de las grandes obras, que Dios cumple en el mundo y en la vida de cada hombre y cada mujer, sea la adoración hacia el misterio de su amorosa presencia entre nosotros. En el contexto del mundo de hoy, nuestra vida separada del mundo, pero no indiferente a éste, podría parecer absurda e inútil. Sin embargo podemos alegremente testimoniar que no es una pérdida dar el tiempo sólo para Dios. Recuerda proféticamente a todos una verdad fundamental: la humanidad, para ser auténtica y plenamente ella misma, tiene que anclarse en Dios y vivir en el tiempo la dimensión del amor de Dios. Queremos ser como muchos ‘Moisés’ que, con los brazos alzados y el corazón dilatado por un amor universal pero muy concreto, interceden por el bien y la salvación del mundo, convirtiéndose así en ‘colaboradoras en el misterio de la Redención’ (Cf. Verbi Sponsa, 3).
Nuestra tarea no se basa tanto en el ‘hacer’ cuanto en el ‘ser’ nueva humanidad. A la luz de todo esto podemos decir que nuestra vida es vida llena de sentido, no es para nada desperdicio o derroche, ni cerrazón o fuga del mundo, sino alegre donación a Dios - Amor y a todos los hermanos sin exclusión, y aquí en el ‘Mater Ecclesiae’ de modo particular para el Papa y sus colaboradores”.
Sor Chiara - Cristiana, madre superiora de las Clarisas de la primera comunidad en el centro del Vaticano, dijo: “Cuando llegué aquí encontré la vocación en mi vocación: dar la vida por el Santo Padre como Clarisa. Así fue para todas las otras hermanas”.
Madre M. Sofía confirma: “Nosotras como Benedictinas, estamos intensamente unidas a la Iglesia universal y por lo tanto sentimos un gran amor por el Papa dondequiera que estemos. Seguramente el haber sido llamadas tan cerca de él - también físicamente - en este monasterio ‘original’ hizo profundizar aún más el amor hacia él. Tratamos de trasmitirlo también a nuestros monasterios de origen. Nosotras sabemos que estamos llamadas a ser madres espirituales en nuestra vida escondida y en el silencio. Entre nuestros hijos espirituales tienen un lugar privilegiado los sacerdotes y los seminaristas y cuantos se dirigen a nosotras pidiendo ayuda para su vida y su ministerio sacerdotal, en las pruebas o desesperaciones del camino. Nuestra vida quiere ser ‘testimonio de la fecundidad apostólica de la vida contemplativa, a imitación de María Santísima, que en el misterio de la Iglesia se presenta de modo eminente y singular como virgen y madre’” (Cf. LG 63).
Foto: Madre M. Sofía Cicchetti ofrece al Santo Padre un accesorio para la S. Misa bordado a mano por las religiosas.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
FLORECILLAS DE SAN FRANCISCO (2)
Capítulo II
-- Imposible que este Francisco no tenga grande gracia de Dios.
Y así, una noche lo convidó a cenar y a dormir en su casa. Y San Francisco aceptó; cenó y durmió aquella noche en casa de él.
Entonces, messer Bernardo quiso aprovechar la ocasión para comprobar su santidad. Le hizo preparar una cama en su propio cuarto, alumbrado toda la noche por una lámpara. San Francisco, con el fin de ocultar su santidad, en cuanto entró en el cuarto, se echó en la cama e hizo como que dormía; poco después se acostó también messer Bernardo y comenzó a roncar fuertemente como si estuviera profundamente dormido. Entonces, San Francisco, convencido de que dormía messer Bernardo, dejó la cama al primer sueño y se puso en oración, levantando los ojos y las manos al cielo, y decía con grandísima devoción y fervor: «¡Dios mío, Dios mío!» Y así estuvo hasta el amanecer, diciendo siempre entre copiosas lágrimas: «¡Dios mío!», sin añadir más (2). Y esto lo decía San Francisco contemplando y admirando la excelencia de la majestad divina, que se dignaba inclinarse sobre el mundo en perdición, y se proponía proveer de remedio, por medio de su pobrecillo Francisco, a la salud suya y de tantos otros. Por esto, iluminado de espíritu de profecía, previendo las grandes cosas que Dios había de realizar mediante él y su Orden y considerando su propia insuficiencia y poca virtud, clamaba y rogaba a Dios que con su piedad y omnipotencia, sin la cual nada puede la humana fragilidad, viniera a suplir, ayudar y completar lo que él por sí mismo no podía.
Messer Bernardo veía, a la luz de la lámpara, los actos de devoción de San Francisco, y, considerando con atención las palabras que decía, se sintió tocado e impulsado por el Espíritu Santo a mudar de vida. Así fue que, llegado el día, llamó a San Francisco y le dijo:
-- Hermano Francisco: he decidido en mi corazón dejar el mundo y seguirte en la forma que tú me mandes.
San Francisco, al oírle, se alegró en el espíritu y le habló así:
-- Messer Bernardo, lo que me acabáis de decir es algo tan grande y tan serio, que es necesario pedir para ello el consejo de nuestro Señor Jesucristo, rogándole tenga a bien mostrarnos su voluntad y enseñarnos cómo lo podemos llevar a efecto. Vamos, pues, los dos al obispado; allí hay un buen sacerdote, a quien pediremos diga la misa, y después permaneceremos en oración hasta la hora de tercia, rogando a Dios que, al abrir tres veces el misal, nos haga ver el camino que a Él le agrada que sigamos.
Respondió messer Bernardo que lo haría de buen grado. Así, pues, se pusieron en camino y fueron al obispado. Oída la misa y habiendo estado en oración hasta la hora de tercia, el sacerdote, a ruegos de San Francisco, tomó el misal y, haciendo la señal de la cruz, lo abrió por tres veces en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Al abrirlo la primera vez salieron las palabras que dijo Jesucristo en el Evangelio al joven que le preguntaba sobre el camino de la perfección: Si quieres ser perfecto, anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y luego ven y sígueme (Mt 11,21). La segunda vez salió lo que Cristo dijo a los apóstoles cuando los mandó a predicar: No llevéis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni calzado, ni dinero (Mt 10,9), queriendo con esto hacerles comprender que debían poner y abandonar en Dios todo cuidado de la vida y no tener otra mira que predicar el santo Evangelio. Al abrir por tercera vez el misal dieron con estas palabras de Cristo: El que quiera venir en pos de mí, renuncie a sí mismo, tome su cruz y sígame (Mt 16,24). Entonces dijo San Francisco a messer Bernardo:
-- Ahí tienes el consejo que nos da Cristo. Anda, pues, y haz al pie de la letra lo que has escuchado; y bendito sea nuestro Señor Jesucristo, que se ha dignado indicarnos su camino evangélico.
En oyendo esto, fuese messer Bernardo, vendió todos sus bienes, que eran muchos, y con grande alegría distribuyó todo a los pobres, a las viudas, a los huérfanos, a los peregrinos, a los monasterios y a los hospitales. Y en todo le ayudaba, fiel y próvidamente, San Francisco.
Viendo uno, por nombre Silvestre, que San Francisco daba y hacía dar tanto dinero a los pobres, acuciado de la codicia, dijo a San Francisco:
-- No me has terminado de pagar aquellas piedras que me compraste para reparar las iglesias; ahora que tienes dinero, págamelas.
San Francisco se sorprendió de semejante avaricia, y, no queriendo altercar con él, como verdadero cumplidor del Evangelio, metió las manos en la faltriquera de messer Bernardo y, llenándolas de monedas, las hundió en la de messer Silvestre, diciéndole que, si más quisiera, más le daría.
Messer Silvestre quedó satisfecho y se fue con el dinero a casa. Pero por la noche, al recordar lo que había hecho durante el día, se arrepintió de su avaricia y se puso a pensar en el fervor de messer Bernardo y en la santidad de San Francisco; a la noche siguiente y por otras dos noches recibió de Dios esta visión: de la boca de San Francisco salía una cruz de oro, cuya parte superior llegaba hasta el cielo, mientras que los brazos se extendían del oriente al occidente. Movido por esta visión, dio, por amor de Dios, todo lo que tenía y se hizo hermano menor; y llegó en la Orden a tanta santidad y gracia, que hablaba con Dios como un amigo habla con su amigo, como lo comprobó repetidas veces San Francisco y se dirá más adelante.
Asimismo, messer Bernardo recibió de Dios tanta gracia, que con frecuencia era arrebatado en Dios durante la contemplación; y San Francisco decía de él que era digno de toda consideración y que era él quien había fundado esta Orden, porque fue el primero en abandonar el mundo sin reservarse cosa alguna, sino dándolo todo a los pobres de Cristo; él fue el iniciador de la pobreza evangélica al ofrecerse a sí mismo, despojado totalmente, en los brazos del Crucificado.
El cual sea bendecido de nosotros por los siglos de los siglos. Amén.
lunes, 14 de septiembre de 2009
MADRE INÉS CERCA DE NOSOTROS
Pues... Ella se mostró muy generosa con Lili hermana de Norma mi nuera.
En la noche del miércoles al jueves de la semana pasada le robaron su carro de su cochera, por la mañana con mucha tristeza y resignación Lili dio por perdido su carro, lo reportaron y pensó que estaría sin automovil tal vez hasta Diciembre en que pudieran comprar otro.
Lili tiene una de las reliquias de Madre Inés y la había traído en su bolsa todo el tiempo, pero el viernes le llevaron una cadenita de plata que había encargado para ponerse la medallita y así lo hizo, cuanta gente llegaba a su lugar de trabajo le preguntaba que quien era la de la medallita y Lili les platicaba de Madre Inés.
El carro había sido encontrado en el área de los Santorales, lugar en donde difícilmente un carro pueda quedar entero. Sin embargo el automovil estaba en buenas condiciones a excepción del estereo y las bocinas y además el carro tenía una falla que ya habían tratado de arreglársela desde hacía tiempo y no se había podido. Y resultó ya no la tenía, así que se lo devolvieron mejor de lo que se lo llevaron.
Madre Inés, se da a conocer entre nosotros y nos asegura que el Señor nos conoce, conoce nuestras inquietudes y se compadece de nosotros.
Me alegra mucho que esta entrada No. 100 esté llena de bendiciones y le agradezco a Madre María Inés sus atenciones y su cariño y por todos los favores recibidos.
GRACIAS POR TALES PADRES
De esta manera tienen que pasar tres años más para que pueda realizarse en esa vocación por la que se siente cada vez más atraída. Aunada a esa amarga espera, una terrible prueba tiene que sufrir junto con toda su familia.
Su hermano Eustaquio había sido enviado a Los Ángeles, California para continuar sus estudios de ingeniería en una universidad dirigida por padres jesuitas. Para el cumpleaños de su mamá regresa a Mazatlán; pero desde su llegada, un dolor agudo y vómito frecuentes, manifiestan los primeros síntomas de la fatal enfermedad. Con sólo veinte años, una peritonitis fulminante acaba con su vida. Su amado hermano con quien había compartido toda clase de bellos momentos se va de la forma más inesperada y absurda. El vacío que deja en cada uno de los miembros de esa numerosa familia es enorme y muy difícil de superar.
Una profunda huella deja en Manuelita la heroica resignación de sus padres. Su único hijo, en la plenitud de la edad, en el colmo de las ilusiones; cuando su temperamento, inteligencia y jovialidad sólo auguraban un halagüeño provenir; es arrebatado de sus brazos por una enfermedad implacable.
En la memoria de la joven queda grabada para siempre, la figura de su madre, de rodillas a la cabecera de la cama del moribundo, oprimida de dolor y sin derramar una lágrima. Durante las últimas horas de la vida de su hijo, se la pasa hablándole, inspirándole actos de amor, de conformidad, de humildad y de perdón. El enfermo, mientras tanto, repite con tal naturalidad y paz que todos quedan edificados. Manuelita recuerda maravillada como su hermano no deja de pronunciar los nombres de Jesús y de María, hasta casi el momento de expirar.
Su padre, por otro lado, lleno de impotencia no hace más que dar vueltas por la habitación, sin tener el valor de acercarse y ver el sufrimiento de su hijo tan querido. Al morir, sintiendo un dolor indescriptible, ve como su esposa, inundada de lágrimas se inclina para amortajar al joven ya inerte; don Eustaquio, traspasado por la pena se acerca a su mujer, la besa en la frente y sólo puede decirle: Hija, ¡Bendito sea Dios!. Su esposa repite: Sí, ¡Bendito sea Dios!.
El haber contenido el llanto todos esos días, pues nadie puede manifestar abiertamente la profunda pena, ocasiona que la madre de Manuelita y una de sus hermanas enfermen gravemente: la vena aorta se les inflama tanto que parece estar a punto de reventar. El médico prescribe reposo absoluto y por esa razón no pueden asistir a los funerales del joven Eustaquio. Su padre tampoco se encuentra en condiciones de resistir la despedida final. No podía concebir que aquél cuerpo atlético de su amado hijo se encontrar por la clase de enfermedad padecida, en un estado avanzado de descomposición que los obliga a sepultarlo inmediatamente. Aún así, aquel día se llevan a cabo las elecciones presidenciales y el ya casi anciano abogado, con todo su dolor a cuestas y ante el asombro de quienes conocían por lo que estaba pasando, lo ven llegar a las urnas y emitir su voto.
Después de la muerte de su hermano, Manuelita tiene que esperar once meses más para ingresar con las Clarisas. Después de la jubilación de su padre como juez de distrito, toda la familia se había trasladado nuevamente a Tepic y es de allí de donde parte hacia la tan anhelada vida conventual. En Mazatlán, su padre la entrega a la hermana del Señor Obispo de Tepic, desterrado en Estados Unidos, para abordar el tren que las cruzaría por los estados de Sinaloa y Sonora para llegar a Los Ángeles, California.
Por un lado a Manuelita le angustia enormemente dejar a sus padres, todavía muy tristes ante la terrible pérdida de su hermano; ella es la primera, después de Eustaquio, que sale fuera de casa, y su partida parece ser definitiva. A pesar de haber tenido hasta entonces una complexión más bien robusta, en los últimos meses pierde cerca de ocho kilos. Le duele además, alejarse de cada una de sus hermanas; siempre tan unidas y cariñosas. Pero por otro lado, la ilusión de dedicar su vida a la oración, apartada del mundo para entregarse por entero al enlace pleno con Jesús y ofrecerle su obediencia, castidad y pobreza, la llenan de una paz y alegría interior muy difícil de explicar.
domingo, 13 de septiembre de 2009
DECÁLOGO PARA LEER BIEN LA BIBLIA
Septiembre: mes de la Biblia
1. Nunca creer que somos los primeros que han leído la Santa Escritura. Muchos, muchísimos a través de los siglos la han leído, meditado, vivido, transmitido. Los mejores intérpretes de la Biblia son los santos.
2. La Escritura es el libro de la comunidad eclesial. Nuestra lectura, aunque sea a solas, jamás podrá ser en solitario. Para leerla con provecho, hay que insertarse en la gran corriente eclesial que conduce y guía el Espíritu Santo.
3. La Biblia es “Alguien”. Por eso se lee y celebra a la vez. La lectura mejor de la Biblia es la que se hace en la Liturgia.
4. El centro de la Santa Escritura es Cristo; por eso, todo debe leerse bajo la mirada de Cristo y cumplido en Cristo. Cristo es la clave interpretativa de la Santa Escritura.
5. Nunca olvidar que en la Biblia encontramos hechos y dichos, obras y palabras íntimamente unidas unas con otras; las palabras anuncian e iluminan los hechos, y los hechos realizan y confirman las palabras.
6. Una manera práctica y provechosa de leer la Escritura es comenzar con los santos Evangelios, seguir con los Hechos y las Cartas e ir entreverando con algún libro del Antiguo Testamento: Génesis, Éxodo, Jueces, Samuel, etcétera... No querer leer el libro del Levítico de corrido, por ejemplo. Los Salmos deben ser el libro de oración de los grupos bíblicos. Los profetas son el “alma del Antiguo Testamento: hay que dedicarles un estudio especial.
7. La Biblia se conquista como la ciudad de Jericó: dándole vueltas. Por eso, es bueno leer los lugares paralelos. Es un método entretenido, pero muy provechoso. Un texto esclarece al otro, según aquello de San Agustín: “El Antiguo Testamento queda patente en el Nuevo y el Nuevo está latente en el Antiguo”.
8. La Biblia debe leerse y meditarse con el mismo Espíritu con que fue escrita. El Espíritu Santo es su autor principal y es su principal intérprete. Hay que invocarlo siempre antes de comenzar a leerla y al final, dar gracias.
9. Nunca debe utilizarse la Santa Biblia para criticar y condenar a los demás.
10. Todo texto bíblico tiene un contexto histórico donde se originó y un contexto literario donde se escribió. Un texto bíblico, fuera de su contexto histórico y literario, es un pretexto para manipular la Palabra de Dios. Esto es tomar el nombre de Dios en vano.
+ Mario De Gasperín Gasperín
Obispo de Querétaro
viernes, 11 de septiembre de 2009
UNA VIDA OFRECIDA POR EL PAPA Y LA IGLESIA
En el sentido más verdadero, justamente en el corazón del Vaticano, a la sombra de la cúpula de San Pedro, se encuentra un convento consagrado a la “Mater Ecclesiae”, a la Madre de la Iglesia. El simple edificio, usado en precedencia para distintas finalidades, hace algunos años fue reestructurado para adecuarlo a las necesidades de una orden contemplativa. El mismo Papa Juan Pablo II hizo que este convento de clausura fuera inaugurado el 13 de mayo de 1994, el día de la Virgen de Fátima; aquí las religiosas habrían consagrado su vida por las necesidades del Santo Padre y de la Iglesia.
Esta tarea es confiada cada cinco años a una orden contemplativa diferente. La primera comunidad internacional estaba formada por Clarisas provenientes de seis países (Italia, Canadá, Ruanda, Filipinas, Bosnia y Nicaragua). Más tarde llegaron las Carmelitas, que han continuado a rezar y a ofrecer su vida por las intenciones del Papa. Desde el 7 de octubre del 2004, fiesta de la Virgen del Rosario, se encuentran en el monasterio siete hermanas Benedictinas de cuatro nacionalidades. Una filipina, una estadounidense, dos francesas y tres italianas.
Con esta fundación, Juan Pablo II mostraba a la opinión pública mundial, sin palabras, pero de modo muy claro, cuánto la escondida vida contemplativa sea importante e indispensable, también en nuestra época moderna y frenética, y cuál valor le atribuye a la oración en el silencio y sacrificio escondido. Si él deseaba tener en sus cercanías a religiosas de clausura para que rezaran por él y por su pontificado, esto también revela la profunda convicción que la fecundidad de su ministerio de pastor universal y el éxito espiritual de su inmensa obra provinieran, en primera línea, de la oración y del sacrificio de otros.
También el Papa Benedicto XVI tiene la misma profunda convicción. Dos veces fue a celebrar la Santa Misa en el convento de “sus religiosas”, agradeciéndoles la ofrenda de su vida por él. Las palabras que él dirigió el 15 de septiembre de 2007 a las Clarisas de Castelgandolfo, sirve también para las religiosas de clausura del Vaticano:
“He aquí pues, queridas hermanas, lo que el Papa espera de ustedes: que sean antorchas ardientes de amor, ‘manos unidas’ que velan en oración incesante, desapegadas totalmente del mundo, para sostener el ministerio de aquel que Jesús llamó para conducir su Iglesia”.
La Providencia dispuso realmente muy bien que, bajo el pontificado de un Papa que tanto aprecia a San Benito, puedan estarle cercanas de modo especial, justamente las hermanas Benedictinas.
Foto: Encuentro con el Santo Padre Juan Pablo II en su biblioteca privada, el 23 de diciembre de 2004.
FLORECILLAS DE SAN FRANCISCO 1
En alabanza de Cristo. Amén
Primeramente se ha de considerar que el glorioso messer San Francisco, en todos los hechos de su vida, fue conforme a Cristo bendito; porque lo mismo que Cristo en el comienzo de su predicación escogió doce apóstoles, llamándolos a despreciar todo lo que es del mundo y a seguirle en la pobreza y en las demás virtudes, así San Francisco, en el comienzo de la fundación de su Orden, escogió doce compañeros que abrazaron la altísima pobreza.
Y lo mismo que uno de los doce apóstoles de Cristo, reprobado por Dios acabó por ahorcarse, así uno de los doce compañeros de San Francisco, llamado hermano Juan de Cappella, apostató y, por fin, se ahorcó. Lo cual sirve de grande ejemplo y es motivo de humildad y de temor para los elegidos, ya que pone de manifiesto que nadie puede estar seguro de perseverar hasta el fin en la gracia de Dios.
Y de la misma manera que aquellos santos apóstoles admiraron al mundo por su santidad y estuvieron llenos del Espíritu Santo, así también los santísimos compañeros de San Francisco fueron hombres de tan gran santidad, que desde el tiempo de los apóstoles no ha conocido el mundo otros tan admirables y tan santos. En efecto, alguno de ellos fue arrebatado hasta el tercer cielo, como San Pablo, y éste fue el hermano Gil; a otro, el hermano Felipe Longo, le fueron tocados los labios con una brasa, como al profeta Isaías; otro, el hermano Silvestre, hablaba con Dios como lo hace un amigo con su amigo, como lo hacía Moisés; otro volaba con la sutileza de su entendimiento hasta la luz de la sabiduría divina como el águila, o sea, Juan Evangelista, y éste fue el humildísimo hermano Bernardo, que explicaba con gran profundidad la Sagrada Escritura; otro fue santificado por Dios y canonizado en el cielo cuando aún vivía en la tierra, y éste fue el caballero de Asís hermano Rufino (1).
Y así, todos se distinguieron por singulares señales de santidad, como se irá viendo seguidamente.
jueves, 10 de septiembre de 2009
Un minuto franciscano 4
TÍO JESÚS (6)
Fue la última vez que lo vi…. Un tiempo después me habló Gerardo para decirme que había muerto…. Y no lloré, sino que sentí dentro de mí que había que dar gracias, bendecir a Dios porque él ya estaba en el Cielo. Ya estaba en la casa de su Padre y desde allá sigue queriéndonos como tío y sacerdote.
Tengo algunos recuerdos más pero con estos basta. Están grabados en mi memoria y en mi corazón, tal vez si platicara con mis hermanos de estas cosas tendrán una versión diferente… tal vez así es….. Pero lo que sé y estoy muy segura es de que amé a Tío Jesús con todo mi corazón.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
ME AMÓ Y ME LLAMÓ. 3
3.- Me amó y me llamó a pertenecerle por entero.
En mayo de 1924 la familia tiene que dejar Tepic y trasladarse a Colima donde le sobran la fiestas familiares, los paseos y otras sanas diversiones. Los pretendientes no faltan pero ninguno logra conmoverla. En septiembre de ese mismo año, en una sala de cine Manuelita empieza a sentirse enferma pero por no arruinar la diversión de los demás, oculta su malestar y su agudo dolor. Hasta finalizada la función, sus hermanos se dan cuenta de su condición. Se le diagnostica una apendicitis que en poco tiempo la hace perder muchos kilos. Días después es llevada a Guadalajara donde los médicos recomiendan la cirugía; pero la joven siente pánico y se niega a operarse. Después de un tratamiento, regresa a Colima y aunque todavía le aquejan las molestias, por momentos la enfermedad parece ceder. Antes de partir, Angelita, la amiga que le había hospedado en la capital tapatía, le presta "Historia de un Alma", el libro sobre la vida de Santa Teresita del Niño Jesús. Su lectura provoca un vuelco en el corazón y en la mente de esta joven de veinte años.
Para octubre, durante la semana en que se celebra el Congreso Eucarístico en la ciudad de México, todos los mexicanos católicos oran fervorosamente por los destinos de la Iglesia, pues la situación se vuelve crítica. Los sufrimientos físicos que Manuelita padece son ofrecidos como sacrificio a través de la oración constante. En un momento de elevada introspección, una experiencia íntima, comprensible para ella pero incomprensible para los demás, cambia su vida para siempre. Es entonces cuando sabe que por fin ha llegado la hora de su transformación y ya no puede resistirse: ¡Me será imposible explicar lo que entonces pasó por mi alma! ¡Cuán arrepentida estaba! Dios, el Amor, me atraía con fuerza irresistible. Sólo quería amar y darme a Él-deja en uno de sus escritos-.
A partir de aquel día de octubre, todo es distinto. Manuelita manifiesta inmediatamente su resolución de sufrir la operación que tanto teme. Un valor desconocido en ella empieza a poseerla. Siente unos deseos enormes de confesarse y se dirige enseguida a buscar un sacerdote. Después de la absolución la inunda una paz inmensa que le hace llorar de alegría. Una vez que recibe a Jesús Sacramentado siente tal gozo espiritual que tiene el impulso de pedirle que en ese momento se la lleve a su lado.
El 19 de Noviembre, en Guadalajara, se realiza la operación. Nueve días después, la joven, sin la menor molestia, sale por su propio pie del sanatorio. Antes de su toma de hábito en 1929, ella recuerda y deja por escrito que después de esa cirugía vive una semanas a las que llama “días de gracia” Estaba verdaderamente endiosada, nada me turbaba, las ansias de manifestar a Dios mi amor, me consumían…
Cuando semanas después regresa a Colima, sus amigas ya no pueden reconocerla. Algunas están convencidas de que la cirugía ha tenido los efectos de una conversión; pero para otras jóvenes es difícil entender la nueva forma de pensar y actuar de Manuelita.
La rutina familiar cambia también. Se levanta antes del amanecer y ya para las seis está en el templo. Permanece orando hasta las ocho y media y durante todo el día hace presente a Dios en cada puntada de su costura o bien en cualquier ocupación o trabajo doméstico. Empieza a sentirse hastiada de la vanidad de sus amigas. Los paseos y diversiones se van convirtiendo en una tortura. Ya no parece haber lugar para ella en el mundo: …entonces comprendí por qué me era imposible amar a los jóvenes que se me acercaban. Ninguno podía saciar las ansias de mi corazón.
La familia tiene que mudarse de nuevo. A finales de 1925 viven en Mazatlán, Sinaloa y allí, en aquél bello lugar, Manuelita empieza a practicar una especie de ascetismo. La situación de la Iglesia se torna cada vez más compleja, y ella ofrece innumerables sacrificios que consisten desde abstenerse de algún alimento o golosina, hasta permanecer en silencio, sin replicar, cuando por un malentendido, es víctima de una injusticia.
La futura misionera viviría durante esos meses continuas batallas. A periodos de inmensa paz, siguen momentos de lucha contra ciertas tentaciones del Enemigo que amenazan con arrebatarle el intenso gozo de permanecer unida a Jesús en la oración.
Después de algunas vacilaciones y sintiéndose ya totalmente segura, decide consagrarse toda a Dios por el camino de la vida contemplativa. En abril de 1926 viaja a la ciudad de México para solicitar su ingreso en el convento del Ave María. Su estancia en la capital es de lo menos oportuna. Los cultos se prohíben, y de un día para otro, los Sagrarios quedan vacíos. Esa situación vuelve imposible su ingreso al convento y a los dos meses regresa desolada. Tanto sus padres como su director espiritual se niegan a dar su consentimiento hasta quedar más o menos resuelto el conflicto político-religioso que prevalece en todo el país.
martes, 8 de septiembre de 2009
NATIVIDAD DE MARÍA
No salga yo defraudada en mis esperanzas de tu venerada Cuna, sino que consiga las gracias y los consuelos que te pido.
A mí y a todos, ¡oh María!, alcánzanos el verdadero espíritu de la devoción a Ti, ¡Virgen Niña!, y el don inapreciable de la perseverancia final. Así sea.