domingo, 31 de marzo de 2013
sábado, 30 de marzo de 2013
MENSAJE DE PASCUA. Antes de saber que sería Papa
jueves, 28 de marzo de 2013
sábado, 23 de marzo de 2013
viernes, 22 de marzo de 2013
LA IGLESIA ES DE CRISTO
Cuántas cosas se leen y se ven en estos días sobre el Papa Francisco... ha sido y lo es, una secuencia de sorpresas muy bellas. Por supuesto que no han faltado las agrias críticas (de los que siempre critican). Y los que siempre critican tanto de afuera como de adentro de la Iglesia, son ese tipo de gente que para todo usa comparaciones..... ahora... antes....ahora...antes..... Son una cantaleta aburrida de lo mismo. Se escandalizan de lo tradicional y se escandalizan de lo novedoso..... exageran en algun punto.... pasan por alto otros tantos..... en realidad no hacen mas que mostrar su mala dispocisión y su ignorancia. algunos títulos que he visto "entra aire nuevo a la Iglesia".... que no fue eso lo que hizo Juan XXIII? hace 50 años..... Pablo VI no hizo que la Evangelización fuera una celebración gozosa del anuncio de Cristo? el Papa Juan Pablo II no fue un misionero incansable que llegó a todos? el Papa Benedicto no nos dejó boquiabiertos con la profundidad y sencillez de sus encíclicas de la Caridad y la Esperanza?
La verdad es que la Iglesia es de Cristo y de Cristo crucificado.... Los Papas le sirven y le son fieles... cada uno según su propia personalidad y dando respuesta a los tiempos que les toca vivir, pero siempre aferrados al madero de la cruz, a la doctrina de Cristo a su amor misericordioso. Todo el vendaval de voces que se levantan de un lado y de otro no pueden apagar la voz de Cristo. Y Cristo habla desde el Evangelio y habla desde el silencio. Habla para que lo escuchemos y el mensaje es que nos ama. Nos lo dice de muchas formas distintas.... pero no sabemos escuchar... se nos va el tiempo en ver si este Papa fue así o asá.... si este otro Papa será así o asá.... y la cabeza aturdida en ser los que más información tiene sin escuchar mas allá de la propia opinión.... tristemente y por lo general, sesgada, limitada, en ocasiones absurda y pusilánime.
Nos ha tocado vivir cosas maravillosa en la Iglesia. Por qué echarlo todo a perder con tantas críticas y dudas infundadas.
jueves, 21 de marzo de 2013
martes, 19 de marzo de 2013
TEXTO HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO
Texto de la homilía del Papa Francisco completo
Queridos hermanos y hermanas
Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de san José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado Predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud.
Saludo con afecto a los hermanos Cardenales y Obispos, a los presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas y a todos los fieles laicos. Agradezco por su presencia a los representantes de las otras Iglesias y Comunidades eclesiales, así como a los representantes de la comunidad judía y otras comunidades religiosas. Dirijo un cordial saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a las delegaciones oficiales de tantos países del mundo y al Cuerpo Diplomático.
Hemos escuchado en el Evangelio que «José hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer» (Mt 1,24). En estas palabras se encierra ya la la misión que Dios confía a José, la de ser custos, custodio. Custodio ¿de quién? De María y Jesús; pero es una custodia que se alarga luego a la Iglesia, como ha señalado el beato Juan Pablo II: «Al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo» (Exhort. ap. Redemptoris Custos, 1).
¿Cómo ejerce José esta custodia? Con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad total, aun cuando no comprende. Desde su matrimonio con María hasta el episodio de Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero y amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos de la vida como los difíciles, en el viaje a Belén para el censo y en las horas temblorosas y gozosas del parto; en el momento dramático de la huida a Egipto y en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio a Jesús
¿Cómo vive José su vocación como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio; y eso es lo que Dios le pidió a David, como hemos escuchado en la primera Lectura: Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu. Y José es «custodio» porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas. En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, salvaguardar la creación.
Pero la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos. Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón.
Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios.
Y cuando el hombre falla en esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido. Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen «Herodes» que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer.
Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos «custodios» de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para «custodiar», también tenemos que cuidar de nosotros mismos.
Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura.
Y aquí añado entonces una ulterior anotación: el preocuparse, el custodiar, requiere bondad, pide ser vivido con ternura. En los Evangelios, san José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura.
Hoy, junto a la fiesta de San José, celebramos el inicio del ministerio del nuevo Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, que comporta también un poder. Ciertamente, Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¿de qué poder se trata? A las tres preguntas de Jesús a Pedro sobre el amor, sigue la triple invitación: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas. Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños; eso que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (cf. Mt 25,31-46). Sólo el que sirve con amor sabe custodiar.
En la segunda Lectura, san Pablo habla de Abraham, que «apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza» (Rm 4,18). Apoyado en la esperanza, contra toda esperanza. También hoy, ante tantos cúmulos de cielo gris, hemos de ver la luz de la esperanza y dar nosotros mismos esperanza. Custodiar la creación, cada hombre y cada mujer, con una mirada de ternura y de amor; es abrir un resquicio de luz en medio de tantas nubes; es llevar el calor de la esperanza. Y, para el creyente, para nosotros los cristianos, como Abraham, como san José, la esperanza que llevamos tiene el horizonte de Dios, que se nos ha abierto en Cristo, está fundada sobre la roca que es Dios.
Custodiar a Jesús con María, custodiar toda la creación, custodiar a todos, especialmente a los más pobres, custodiarnos a nosotros mismos; he aquí un servicio que el Obispo de Roma está llamado a desempeñar, pero al que todos estamos llamados, para hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios nos ha dado.
Imploro la intercesión de la Virgen María, de san José, de los Apóstoles san Pedro y san Pablo, de san Francisco, para que el Espíritu Santo acompañe mi ministerio, y a todos vosotros os digo: Orad por mí. Amen. —
Queridos hermanos y hermanas
Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de san José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado Predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud.
Saludo con afecto a los hermanos Cardenales y Obispos, a los presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas y a todos los fieles laicos. Agradezco por su presencia a los representantes de las otras Iglesias y Comunidades eclesiales, así como a los representantes de la comunidad judía y otras comunidades religiosas. Dirijo un cordial saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a las delegaciones oficiales de tantos países del mundo y al Cuerpo Diplomático.
Hemos escuchado en el Evangelio que «José hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer» (Mt 1,24). En estas palabras se encierra ya la la misión que Dios confía a José, la de ser custos, custodio. Custodio ¿de quién? De María y Jesús; pero es una custodia que se alarga luego a la Iglesia, como ha señalado el beato Juan Pablo II: «Al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo» (Exhort. ap. Redemptoris Custos, 1).
¿Cómo ejerce José esta custodia? Con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad total, aun cuando no comprende. Desde su matrimonio con María hasta el episodio de Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero y amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos de la vida como los difíciles, en el viaje a Belén para el censo y en las horas temblorosas y gozosas del parto; en el momento dramático de la huida a Egipto y en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio a Jesús
¿Cómo vive José su vocación como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio; y eso es lo que Dios le pidió a David, como hemos escuchado en la primera Lectura: Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu. Y José es «custodio» porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas. En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, salvaguardar la creación.
Pero la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos. Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón.
Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios.
Y cuando el hombre falla en esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido. Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen «Herodes» que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer.
Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos «custodios» de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para «custodiar», también tenemos que cuidar de nosotros mismos.
Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura.
Y aquí añado entonces una ulterior anotación: el preocuparse, el custodiar, requiere bondad, pide ser vivido con ternura. En los Evangelios, san José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura.
Hoy, junto a la fiesta de San José, celebramos el inicio del ministerio del nuevo Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, que comporta también un poder. Ciertamente, Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¿de qué poder se trata? A las tres preguntas de Jesús a Pedro sobre el amor, sigue la triple invitación: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas. Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños; eso que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (cf. Mt 25,31-46). Sólo el que sirve con amor sabe custodiar.
En la segunda Lectura, san Pablo habla de Abraham, que «apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza» (Rm 4,18). Apoyado en la esperanza, contra toda esperanza. También hoy, ante tantos cúmulos de cielo gris, hemos de ver la luz de la esperanza y dar nosotros mismos esperanza. Custodiar la creación, cada hombre y cada mujer, con una mirada de ternura y de amor; es abrir un resquicio de luz en medio de tantas nubes; es llevar el calor de la esperanza. Y, para el creyente, para nosotros los cristianos, como Abraham, como san José, la esperanza que llevamos tiene el horizonte de Dios, que se nos ha abierto en Cristo, está fundada sobre la roca que es Dios.
Custodiar a Jesús con María, custodiar toda la creación, custodiar a todos, especialmente a los más pobres, custodiarnos a nosotros mismos; he aquí un servicio que el Obispo de Roma está llamado a desempeñar, pero al que todos estamos llamados, para hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios nos ha dado.
Imploro la intercesión de la Virgen María, de san José, de los Apóstoles san Pedro y san Pablo, de san Francisco, para que el Espíritu Santo acompañe mi ministerio, y a todos vosotros os digo: Orad por mí. Amen. —
lunes, 18 de marzo de 2013
CONOCIENDO AL PAPA FRANCISCO
Autor: Cardenal Jorge Mario Bergoglio | Fuente: Agencia Informativa Católica Argentina aica.org Cruzar el umbral de la fe | |||
El magisterio del Papa Francisco está claramente expuesto en las numerosas homilías, cartas pastorales y otros documentos del cardenal Jorge Mario Bergoglio. | |||
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domingo, 17 de marzo de 2013
MI DOMINGO. por mi está bien
Mi domingo, estuvo entre dos aguas. Una alegría por poder estar en Misa, por oír por primera vez la petición por el Papa Francisco....por ir caminando en la cuaresma... y tener el inmenso privilegio de recibir la Eucaristía una vez mas..... por el otro lado, Helena no estuvo muy bien emocionalmente, me mantuvo en una tensión in cresendo.... sus manos frías, crispadas, recargada en mi hombro, sentada de lado sin mirar al frente.... pero al mismo tiempo atenta, escuchando.... recibiendo...... Algunas veces me han preguntado que para qué la llevo a misa si no entiende y se pone mal...... y si, en ocasiones, realmente ha sido imposible llevarla, pero por lo general aun estando alterada como hoy percibo la presencia de Dios en ella.... A la hora de comulgar empezó a lloriquiar, y no quiso levantarse... su papá se fue a la fila, yo me quedé con ella en la banca, después de un ratito cuando avanzó la gente la invité a ir y se levantó sin problema.... caminamos de la mano hasta llegar al padre... como llegamos juntas, titubeó un poco y me dio primero a mi la comunión y luego a ella, volvimos a nuestro lugar, y nos sentamos.... sentí como su cuerpo se puso suave.... dejó sus manos relajadas y cerca de su oído recé el "Alma de Cristo... santifícame...." y terminó la misa en una tranquilidad que sé que viene de Jesús que entró a su alma e hizo su obra. Además mi amiga Josefina, desde España, estuvo en su casa en oración por nosotros....... y nosotros por ella.
Al salir nos fuimos a comprar papel especial para imprimir unos misales... todo en santa paz... regresamos a la casa y tenemos el plan de ir por la tarde a comprar unas sábanas y almohada para su cama, por un regalo inesperado que recibió de una amiguita virtual de Denver, lo cual la mantiene con ilusión y gusto.
Yo sé que muchos pasan verdaderas aventuras, paseos, disfrutes especiales en sus vidas... para nosotros la Misa y las pequeñas oportunidades de cada día son suficientes. Así lo tiene dispuesto Dios, y por mi, está bien.
jueves, 14 de marzo de 2013
miércoles, 13 de marzo de 2013
FRANCISCUS
VATICANO, 13 Mar. 13 / 07:01 pm (ACI).- El Vaticano informó que el nombre oficial del
Papa es Francisco, y no debe ser seguido del numeral romano I.
El vocero del Vaticano, Padre Federico Lombardi, salió al paso de posibles confusiones y que el cardenal protodiácono francés, Jean Louis Tauran, que anunció el ¡Habemus Papam!, dijo simplemente Francisco.
Así se ha indicado en el primer boletín oficial sobre el nuevo Papa.
"Se convertirá en Francisco I cuando tengamos un Francisco II", explicó el Padre Lombardi.
El vocero del Vaticano, Padre Federico Lombardi, salió al paso de posibles confusiones y que el cardenal protodiácono francés, Jean Louis Tauran, que anunció el ¡Habemus Papam!, dijo simplemente Francisco.
Así se ha indicado en el primer boletín oficial sobre el nuevo Papa.
"Se convertirá en Francisco I cuando tengamos un Francisco II", explicó el Padre Lombardi.
CORRECCIÓN FRATERNA. Beata María Inés Teresa
"Hay que saber dialogar y saber recibir las verdades cuando se nos dicen, sin disgustarnos, y, sobre todo, sin conservar rencor, al haberse aclarado algún defecto o deficiencia. ¿Quién de nosotros no los tiene? Pero todos tenemos que aprender a saber dialogar. Es difícil y cuesta que se nos digan nuestras fallas. Pero, ante todo, Dios las sabe... y nosotros también, si no estamos del todo ciegos. Entonces, ¿por qué los demás no las han de ver, si tampoco están ciegos? Pero tengamos caridad para hacer una manifestación de éstas. La oración todo lo alcanza."
Carta colectiva desde Roma, el 3 de diciembre de 1971, f. 4012
martes, 12 de marzo de 2013
TRES MONJAS MEXICANAS ORARÁN POR EL CÓNCLAVE
Orgullosamente desde Baja California .
12 de marzo, 2013. (Romereports.com) Estas tres monjas han venido desde Baja California, en México, para una misión muy particular. Fueron llamadas expresamente por el Vaticano para prestar un servicio a la Iglesia durante el periodo de Sede Vacante.
HERMANA ESPERANZA DE MARÍA
Congregación Trinitarias de María
“Vinimos expresamente a orar por el cónclave y por la elección del nuevo Santo Padre. Ya estamos orando por nuestro Santo Padre”.
HERMANA BERNARDETTE DE MARÍA
Congregación Trinitarias de María
“Con mucha oración venimos de Baja California. Nuestra congregación es Trinitarias de María. Y nuestra misión es la adoración perpetua al Santísimo Sacramento por la Iglesia y sus sacerdotes”.
El lugar elegido es la capilla del Santísimo Sacramento dentro del Vaticano, a pocos metros de la tumba de Juan Pablo II y con un horario muy intensivo.
HERMANA ESPERANZA DE MARÍA
Congregación Trinitarias de María
“Estamos aquí para orar ante el Santísimo Sacramento a la hora que nos permiten de 7 de la mañana a 7 de la tarde, pero nosotras estamos 24 horas orando. Este es nuestro carisma”.
HERMANA ANGELA DE MARÍA
Congregación Trinitarias de María
“Sabemos que en estos tiempos críticos, la Iglesia necesita nuestro apoyo, nuestra oración. Debemos unirnos en oración para apoyarlos para pedir al Espíritu Santo que venga y que asista a nuestros cardenales”.
Y qué mejor momento para llevar a cabo su carisma que ahora, cuando la Iglesia necesita más oraciones que nunca.
HERMANA ESPERANZA DE MARÍA
Congregación Trinitarias de María
“Sí, para orar por la Iglesia, estamos de rodillas ante el Santísimo Sacramento orando, en silencio. Y ya cuando regresamos oramos juntas el rosario y el breviario también”.
Aquí estarán estas tres monjas, para rezar por la Iglesia, por el futuro Papa y por los cardenales, hasta que llegue la fumata blanca y el famoso 'Habemus Papam'.
domingo, 10 de marzo de 2013
MI DOMINGO. con nuevo horario
Después de una semana caótica en cuanto a la estabilidad emocional de Helena que nos trajo de un ala, hoy amanecimos a Dios gracias bastante mejor, con todo y que nos volamos una hora de sueño ya que a las 6 de la mañana eran las 7 por el cambio de horario de verano. Como decía, amanecimos bien, con las rutinas de domingo para poder estar en nuestra misa de 9 de la mañana. Estuvimos en la santa misa, pero hoy no percibí la falta de petición por el Papa, se me hace que al padre se le olvidó también pedir hasta por el obispo.... o quizá tuve un lapsus mensus tan acostumbrados en mi mente.
El evangelio tan lleno de Jesús, mientras lo escucho, se percibe con mas y mas fuerza su voz, sus sentimientos, el amor a su Padre.... cada una de sus palabras, los detalles para contar la historia son una experiencia del inmenso amor que Jesús ponía para que los que en su tiempo y en el nuestro lo oyéramos y pudieramos conocer el amor por el cual Él estaba acá con los hombres, hecho hombre Él también. Me fui trasladando hasta ese montículo, o quizá el patio de una casa judía, o tal vez una plaza con todos alrededor, sin querer perder la explicación.... ahí también nosotros.... con Helena de la mano... imaginando al muchacho que se va, el desastre que hace de su vida, la angustia de su padre, el hambre, la degradación y la conversión.... luego el regreso... el abrazo.... el rostro cubierto de besos..... la fiesta.... el enojo del hermano.... y la ternura inigualable del Padre. ¿Quién puede quedarse indiferente y pensar que Dios nos puede llegar a olvidar o casitgar? Es por eso que a este domingo se le llama "lætare", es decir, de fiesta.... porque se acerca nuestra redención.
Después de misa, un champurrado de los de deveras, y luego al mercado, este domingo habrá ravioles acompañados de espárragos recién cortados en el valle.... Helena..... muy bien... después de una semana de altibajos emocionales y preocupantes.... hoy es ella otra vez.... gracias Jesús porque nos amas, nos lo demuestras y nos mimas.... sin merecer, sin merecer.
viernes, 8 de marzo de 2013
jueves, 7 de marzo de 2013
LAS NOTICIAS "CHISTOSAS"
La noticia difundida en los medios de comunicación de un "falso cardenal" que quiso introducirse al Aula Paulo VI...fue dicha, muy de prisa, con una chispa de "buen humor" y anectdótica.... es decir, una noticia que te hará reír... algo "simpático". Detrás del chiste hay mucho más..... Quien lo intentó no es alguien aislado, solitario que quiso hacer una broma, hay una intención no-oculta, de los medios de comunicación de tener información no autorizada... de meterse más allá de lo permitido para luego ser los reporteros estrella que dan noticias que nadie más dio... para tergiversar lo que ahí se dijera (la congregación de los Cardenales), sin que nadie pudiera rectificar porque se asegurarían de decir: "ellos estuvieron allí". Y es bastante evidente la confabulación de los medios en hacer aparecer la noticia como un chiste y no como una acusación seria de la falta total de ética y del abuso y la mentira para alcanzar sus objetivos, obteniendo noticias de cualquier forma.
Así que después de reírte por la "ocurrencia" también reflexiona en cuántas veces podemos ser manipulados por los mass media para que tengas tal o cual percepción de las noticias (que te alarmes, que te rías, que te indignes etc. etc.). En estos momentos en que las noticias del cónclave y del Papa, van y vienen por todos lados, los católicos tenemos la responsabilidad de reflexionar sobre qué noticias son las más viables para ser creídas. De dónde procede la información que recibimos.
A continuación te dejo un link muy interesante del Blog Tengo unas Palabras para Ti... que trata con bastante asertividad el tema:
http://tengounapalabraparati.blogspot.mx/2013/03/la-prensa-y-la-renuncia-del-papa.html
VIACRUCIS
domingo, 3 de marzo de 2013
MI DOMINGO... festivo y ausencia
Hoy domingo 3 de marzo es el cumpleaños de mi esposo.... hemos ido a misa de 9 de la mañana como es la costumbre.... la misa es el centro de nuestro domingo... no podría concebir un domingo sin Jesús en la Eucaristía..... pues..... resultó que mandé a Helena por un sobre de las intenciones y se animó a ir ella solita...me lo trajo.... escribí la intención por JA y me aventuré a enviarla hasta el ambón donde Ana María estaba de monitora para que se lo entregara.... no dudó y se fue caminando hasta adelante ella sola..... pero cuando estaba por llegar con Ana María la interceptó un frailecito... y le tomó el sobre... se devolvió muy orgullosa de todo lo que había hecho. La felicitamos y la abrazamos y estuvo contenta y tranquila. Pero el fraile se quedó con el sobre y a la hora de leer las intenciones el de nosotros no apareció....¡vaya!... en fin, no es importante, pero yo quería que Helena sintiera la emoción por el resultado de su acción.
lo extraño |
La misa transcurrió hermosa y festiva, porque estaban las familias de los frailes seminaristas y todo giró en relación a la familia, las preces estuvieron exclusivamente dirigidas a las familias. Pero....... pero..... cuando se llegó el momento en que se pide por el Papa.... pues.... no hay Papa.... que fuerte sentí la ausencia de mi querido Papa Benedicto XVI.... eso me sirvió para entender que importante es para la Iglesia el Pastor, Vicario de Cristo.....y redoblar las oraciones por los Cardenales y el nuevo Papa. La Comunión hermosa, Jesús, como que se esmera en hacerme saber que la Iglesia es Él... que no estamos solos ni desamparados que ese paragüitas del símobolo de la Sede Vacante es Él mismo que nos protege mientras llegue nuestro nuevo Papa. Al terminar fuimos bendecidos con agua bendita.
Luego en casa, a preparar el festejo.... preparé una comidita dos que tres... ayer sábado hice los consabidos pays de manzana (favoritos de mi esposo), y para mediodía fuimos por la Nina y al poco rato llegó mi hijo y familia...... fiesta, fiesta... convivencia... regalos.... recuerdos... comentarios... risas...oración en la mesa.... un entrecurzarse el cariño de unos a otros... atenciones... besos.... miradas...llamada de los hermanos de JA que están lejos.... en verdad que pasamos el día nadando en amor... Dios es bueno, muy Bueno.
viernes, 1 de marzo de 2013
YO ADOPTÉ A UN CARDENAL
Ayer pensé una cosa y ahora me desdije. Cuando me propusieron "adoptar" un Cardenal para la oración, pensé: ¿cómo voy a escoger a alguno y dejar a los otros sin oración? ¿y si todo mundo escoge al mismo Cardenal? los demás quedarían sin oración o con muy poca oración. Pero hoy entré a ver cual era el proceso y resulta que al pedir la adopción te sale al azar el nombre de un Cardenal. Uno no lo escoge sino que te lo dan. Y me supongo que así queda equilibrado el que por grupos grandes en la Iglesia se reza por todos.
De todas formas incluiré en mis oraciónes a los demás Cardenales. Mi oración estará centrada en pedirle a Dios un papa santo, bueno, humilde y muy cercano a todos. Y que "mi" Cardenal y todos los demás sean dóciles al Espíritu Santo para elegir al escogido por Dios.
¡Ah! se me olvidaba decir que a mi me toco:
Lluís Martínez Sistach,, de Spain, nacido el 29/4/1937.
Él tiene desde 24/11/2007 cardenal y tiene una función: Archbishop of Barcelona, Spain
HAZ CLIK EN LAIMAGEN
Y si alguien lo desea puede también adoptar en la oración a un Cardenal pues a lo mejor con su oración cuando salga electo Papa podrá sentir mayor felicidad por haber cooperado.
http://adoptacardinal.org/
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