Este domingo estuvo humedecido por las lágrimas de Helena, quien sabe que pensamiento la puso sentimental, y toda la misa estuvo lloriquiando y secándose las lágrimas ¿cómo saber? de pronto se sonreía y parecía que ya estaba bien y luego volvía a llorar, así pasó casi toda la misa, y también así fuimos a comulgar. Le preguntaba y me decía una cosa, luego otra, así que la dejé llorar en paz. Antes esas cosas me ponían muy nerviosa, y me preocupaba que pensarían las gentes que nos ven hacer tantas cosas inusuales... pero gracias a Dios la vejez te trae paz en esas cosas. ¿qué piensan los demás? quien sabe, ¿que se imaginarán? solo Dios sabe, entonces para que ocuparme de eso.
Hace poco una amiga se reía de nosotros por ver lo que hacemos para ir a comulgar: Primero, dejamos que pasen todos los que se pueda, luego cuando la fila está por terminar nos levantamos y nos acercamos a comulgar, voy yo primero, luego Helena y después su papá.... a la hora que me dan a mi la comunión me quedó a un lado, muy pegadita de Helena mientras comulga y contesto con ella "Amén" (también su papá), luego camino hacia nuestro lugar para que me siga y detrás de ella su papá cuidando la retaguardia.....y si todo ese rollo sucede entre lágrimas pues sí que se dan cuenta los demás....
También una vez me dijeron que si ella no está tan conciente de lo que hace para qué llevarla.... y mi respuesta inmediata fue: Ella a lo mejor, no se dé mucha cuenta pero El que llega a su corazón si lo sabe y Él es el que quiere estar con ella. ¿Cómo lo sé? pues lo sé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido(a) a expresar tu opinión. Gracias por tu comentario. Dios te bendiga