martes, 29 de septiembre de 2009

LA SONRISA DE LA VIRGEN

El conde Bruissard, que se hallaba en Cauterets cuando comenzaron a propalarse los rumores acerca de las apariciones de Lourdes, cuenta lo siguiente: «yo vivía encerrado en mi incredulidad porque andaba extraviado. Leí en un periódico que la Virgen le había sonreído a Bernardita y fui a Lourdes con ánimo de poner una trampa a la muchacha y atraparla en flagrante delito de mentira. Entré en la casa de los Soubirous y hallé a la niña remendando unos calcetines.
Bien- le dije- ¿cómo te sonreía tu Señora?
-!Oh señor! Para reproducir aquella sonrisa hay que ser del cielo -respondió la pastorcilla.
-Haz la prueba. Yo soy un incrédulo.
A estas palabras se oscureció el rostro de la muchacha.
-Pues vos sois un pecador, repetiré la sonrisa de la Virgen.

Y se levantó despacio, cruzó los brazos ante el pecho y esbozó una sonrisa tan única y celestial cual no he visto nunca dibujada en labios humanos. Allí quedé inmóvil, persuadido de haber visto sonreir a la Virgen en el rostro de la pequeña vidente. Desde entonces, aquella sonrisa me acompaña; y ha llegado a hacerme un perfecto creyente.

MISIÓN CONTINENTAL eres enviado al mundo


El destino de tu envío no es solo tu pequeña parcela, o tu parroquia, o tu movimiento o tu comunidad, ni siquiera son preferentemente los que ya están convertidos. El destino de tu envío es el mundo "al que Dios amó tanto que envió a su único Hijo para que lo salvara".

Esto quiere decir que tú no eres enviado solo. Que formas parte del envío de toda la Iglesia, continuadora de la misión de Jesús y que como todos en la Iglesia debes sentir la pasión por el envío al mundo, a todos los hombres, más allá del trabajo sencillo y pequeño que realizas cada día.

Practica las bienaventuranzas del Reino, el estilo de vida del mismo Jesucristo: su amor y obediencia filial al Padre, su compasión entrañable ante el dolor humano, su cercanía a los pobres y a los pequeños, su fidelidad a la misión encomendada, su amor servicial hasta el don de su vida. DA 139

lunes, 28 de septiembre de 2009

MIRAR A CRISTO

El escultor Thorvaldsen tiene una magnifica estatua de Cristo en una de las iglesias de Copenhague. Un turista la miró con cierto desencanto: no acertaba descubrir la hermosura tan encomiada de la obra.

Unos de los circunstantes le dijo: “Ha de arrodillarse usted, y así desde abajo mirar la cara de Cristo”. El turista se arrodilló y pudo apreciar toda la belleza de aquella obra sin par.

Arrodìllate tú también ante Jesucristo, mira su rostro muchas veces, ámale y síguele, quedarás cautivado de su belleza. Verás cómo el contacto íntimo con Jesucristo vibra en tu alma pujante vida, así como la savia de la vid trabaja y obra en el sarmiento, según el símil propuesto por el Salvador.


Dichoso el  que sabe vivir en amistad cálida, íntima con el Señor; en cuyo corazón vive la imagen de Cristo como un mar de resplandores que irradian las fuerzas; cuyo entendimiento se siente subyugado irresistiblemente por el amor de Jesús.

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES

QUE NO SE NOS OLVIDE ORAR TODOS LOS DÍAS POR LOS SACERDOTES, ESPECIALMENTE POR EL QUE HAYAMOS ADOPTADO.
Mis Sacerdotes adoptados: Gerardo, P. Moisés, P. Edgar y P. Martín.

ORACIÓN PARA EL AÑO SACERDOTAL

Pronunciada por el Santo Padre (19-06-2009)

Señor Jesús:

Tu has querido dar a la Iglesia, en San Juan María Vianney, una imagen viviente y una personificación de tu caridad pastoral, haz que en su compañía y ayudados por su ejemplo vivamos plenamente este Año Sacerdotal.

Haz que, como El, podamos aprender delante de tu Eucaristía cuánto sea simple y cotidiana tu Palabra que nos instruye; cuánto sea tierno el amor con el que acoges a los pecadores arrepentidos y cuánto sea consolador abandonarse confidencialmente a tu Madre Inmaculada.

Haz, Señor, que, por intercesión del Santo Cura de Ars, las familias cristianas lleguen a ser “pequeñas Iglesias” en las que todas las vocaciones y los carismas, infundidos por el Espíritu Santo, puedan ser acogidos y valorizados. Concédenos, Señor, poder repetir, con el mismo ardor del Santo Cura, las palabras que el mismo solía dirigirte:

“Te amo, mi Dios, y mi solo deseo
es amarte hasta el último respiro de mi vida.
Te amo, oh Dios infinitamente amable,
y prefiero morir amándote
antes que vivir un solo instante si amarte.

Te amo, Señor, y la única gracia que te pido
es aquella de amarte eternamente.
Dios mío, si mi lengua
no pudiera decir que te amo en cada instante,
quiero que mi corazón te lo repita
tantas veces cuantas respiro.

Te amo, oh mi Dios Salvador,
porque has sido crucificado por mi,
y me tienes acá crucificado por Ti.
Dios mío, dame la gracia de morir amándote
y sabiendo que te amo”. Amen.

domingo, 27 de septiembre de 2009

EVANGELIO DEL DOMINGO



Evangelio según San Marcos, capítulo 9, versículos del 38-43.45 al 47-48


27 de Setiembre de 2009

Domingo XXVI del Tiempo Ordinario

38. Díjole Juan: "Maestro, vimos un hombre que expulsaba demonios en tu nombre, el cual no nos sigue; y se lo impedíamos, porque no anda con nosotros".

39. Pero Jesús dijo: "No se lo impidáis, porque nadie, haciendo milagro por mi nombre, será capaz de hablar luego mal de Mí.

40. Porque quien no está contra nosotros, por nosotros está.

41. Quien os diere a beber un vaso de agua, por razón de que sois de Cristo, en verdad os digo, no perderá su recompensa".

GRAVEDAD DEL ESCANDALO.

42. Quien escandalizare a uno de estos pequeñitos que creen, más le valdría que le atasen alrededor de su cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que lo echasen al mar.

43. Si tu mano te escandaliza, córtala: más te vale entrar en la vida manco, que irte, con tus dos manos, a la gehenna, al fuego que no se apaga.

45. Y si tu pie te escandaliza, córtalo: más te vale entrar en la vida cojo que ser, con tus dos pies, arrojado a la gehenna.

47. Y si tu ojo te escandaliza, sácalo: más te vale entrar en el reino de Dios teniendo un solo ojo que con tus dos ojos ser arrojado a la gehenna,

48. donde "el gusano de ellos no muere y el fuego no se apaga".

COMENTARIO

40. Nosotros: Así reza el texto griego según Merk. Algunos códices dicen vosotros, como en Luc. 9, 50. La variante parece acentuar más aún la diferencia que Jesús establece entre Él - que es el fin (Mat. 12, 30) - y nosotros simples medios. Cf. Filip. 1, 15 ss.; Núm. 11, 24 - 30.
43. Véase Mat. 5, 29 s.; 18, 8 y notas. Cf. Prov. 5, 8; Ecli. 9, 4. Gehenna: infierno Cf. Mat. 5, 22 y nota.
48. Aquí Jesús define la eternidad de las penas del infierno. Véase Judit 16, 2; Is. 66, 24; Apoc. 20, 10.

MI DOMINGO

En la semana le decía a mi esposo que me angustiaba que Helena (mi hija) sólo oyera la Misa del domingo por televisión y que no comulgara, ya un tiempo habíamos estado así, pero venía un ministro de la comunión, amigo nuestro y se la traía, pero ya en estas épocas ni eso tolera, se pone nerviosa de que prepare todo para que llegue, el tenerla lista etc. etc. y le decía, voy a ir con el P. Juan (nuestro párroco) a ver si me permite a mi traérsela... al día siguiente estando afuera de mi casa (cercaron las salidas y pusieron caseta así que solo entran las personas que vienen directamente a la colonia), pasa un carro y oigo que me dicen: buenas noches, no sabía quien era porque no alcanzaba a distinguir hasta que mi marido dijo: buenas noches padre.... era el P. Juan que iba a otra casa con otra gente en mi calle.... inmediatamente le dije: Padre le quiero hacer una consulta.. se detuvo y le comenté y me dijo que sí. Pues hoy domingo me fui a Misa de ocho de la mañana que es en el Asilo de Ancianos que me queda mas cerca para ir caminando porque el carro está descompuesto.


Salí muy temprano, llevaba mi bolsita de mano (regalo de Cristi) con el relicario para la Hostia (regalo de Yoli) y una estampita y reliquia de Madre Inés y me encomendé a ella y apenas saliendo de la colonia llegando a la avenída, iba pasando un muchacho de esos vestidos de negro, delgado, con el pelo en los ojos, llenos de collarcitos tipo emo,  la calle totalmente vacía, me miró de reojo, se devolvió y se me acercó de frente, me detuve en seco, y lo miré a los ojos directamente antes de que se acercara más, abrí un poco los brazos y miré alrededor pero no había nadie, antes de que me dijera nada, yo le dije: no traigo nada, se me quedó mirando y me dijo disculpe y se devolvió a tomar su camino, no sé cuales hayan sido sus intenciones pero si fue raro, curiosamente no me asusté, seguí caminando crucé la avenida y me fui rezando y dando gracias a mi Madre Inés.

Cuando llegué al Asilo no se podía entrar a la capilla porque las religiosas no encontraban las llaves de la reja y tuvimos que entrar por el Asilo, y ahi estaba en la puerta una de las religiosas, le expliqué lo de la comunión y me dijo, si, yo soy la que les da la comunión a los ancianitos que acomodan en la capilla en silla de ruedas, cuando se las dé nomás ponme el relicario y ahi te la doy. Todo el camino de regreso, vine rezando y cantando alabanzas a mi Jesús, (quedito) y llegando y llegando ya me tenía listo mi marido el cirio encendido y Helena de buenas, le di la comunión, (asi me dijo el Padre: dásela inmediatamente) subimos a oír la misa en la TV y la dijo un sacerdote que se ocupa de la pastoral de los drogadictos y es muy espiritual, hizo una oración después de la comunión, hermosísima, así que no me dirás que no son bendiciones sobre bendiciones.

Así, aunque las cosas no están tan bien como quisiéramos, las dificultades a la orden del día, los problemas parece que superan nuestra capacidad, sin embargo, el Señor está cerca, los santos nos cuidan, los hermanos nos acogen.... que queda por decir, sólo 
!Gracias!

sábado, 26 de septiembre de 2009

APOSTOLADO DE LA SONRISA

Madre María Inés llevó a cabo este apostolado y también todas las hermanas misioneras clarisas, me puse a revisar las fotos que tengo de ella y de sus hijas espirituales y la caracterísitica principal es la sonrisa, una sonrisa que brota de la unión íntima con Dios, de la alegría de hacer su voluntad.



Una pequeña sonrisa alegra el corazón,mantiene de buen humor,

conserva la paz en el alma, promueve la buena salud,

embellece el rostro,engendra buenos sentimientos,

inspira buenas obras.¿Por qué no intentarlo?

Sonríe contigo mismo... hasta que notes que tu constante seriedad o severidad ya no exista.

Sonríe contigo mismo...hasta que se ablande tu propio corazón con el calor de tu alegre semblante. Entonces... sal e irradia tu sonrisa.

Esa sonrisa tiene trabajo, trabajo para Dios. Ahora tu sonrisa es la herramienta para ganar almas.

La gracia santificadora en tu alma le dará encanto especial a tu sonrisa para que produzca mucho bien.

Sonríe - a caras solas

Sonríe - a caras tímidas

Sonríe - a caras tristes

Sonrie - a caras enfermas

Sonríe - a caras jovencitas.

Sonríe - a caras arrugaditas y viejecitas.

Sonríe - a caras de tu familia y amigos- que todos disfruten de la belleza y la alegría inspiradora de tu cara sonriente.

Cuenta...el número de sonrisas que responden a la tuya en un sólo día. Ese número representa las veces que has sembrado alegría, satisfacción,optimismo o confianza en los corazones de los demás.

Esta buena disposición siempre engendra actos nobles y desinteresados.

La influencia de tu sonrisa se esparce, aunque no siempre puedes notar las maravillas que logra.

Tu sonrisa.... puede traer nueva vida, esperanza y valor en los corazones de los cansados,los abrumados,los descorazonados,los tentados y los desesperados.

Tu sonrisa...puede ayudar a desarrollar vocaciones, si eres un sacerdote, un hermano o una religiosa.

Tu sonrisa.puede ser el comienzo de una conversión a la fe.

Tu sonrisa..puede preparar el camino de regreso de un pecador a Dios

Tu sonrisa...puede ganarle un sinnumero de amigos fieles.

Sonríe a Dios en aceptación de lo que Él te encomiende en la vida y te ganarás la sonrisa radiante del rostro de Cristo quien te contemplará con un amor especial por toda la eternidad.

viernes, 25 de septiembre de 2009

EL AMOR A LA IGLESIA EN CHINA

Estimados hermanos:


Tengo el sentimiento de comunicarles que el día 16 de septiembre de 2009, a los 88 años de edad y después de una larga enfermedad, falleció en el hospital de Shangqiu, Henan, República Popular China, Monseñor NICOLÁS SHI JING XIAN.

Pertenecía a la Provincia de San Nicolás de Tolentino.Nicolás nació en She-Liou-Lou, Henan, China el día 3 de febrero de 1921.Cursó los estudios primarios y secundarios en Kweiteh (Shangqiu) entre 1933 y 1940. Hizo el noviciado en Shangqiu y profesó como agustino recoleto el 8 de julio de 1943. Cursó sus estudios de filosofía en el seminario de los jesuitas de Ww-Hu (An-Hui) y sus estudios de teología en Shangqiu, donde hizo la profesión solemne el 13 de abril de 1946. Fue ordenado diácono el 23 de diciembre de 1946. Recibió la ordenación de presbítero el 29 de junio de 1948 de manos de Monseñor Felipe Coté, SJ, obispo de Suchow.


En los primeros años de su ministerio sacerdotal ejerció como vicario parroquial
en la iglesia de la Estación de Shangqiu y en la catedral de Shangqiu, de la que fue nombrado párroco en 1951. Cuando Monseñor Arturo Quintanilla fue expulsado de la misión, Nicolás fue nombrado vicario episcopal de la Diócesis de Shangqiu en 1955.

Por ese tiempo las tropas de Mao Tse Tung ocuparon el seminario y todo el complejo de la misión. Gracias a sus estudios de oftalmología, Nicolás pudo ganarse la vida trabajando en un hospital de la ciudad. Estaba dotado de una inteligencia nada común. El aislamiento que tuvo que sufrir en la situación política de aquellos años no le llevó al abandono de su propia formación, sino que su asiduidad en el estudio y la lectura hicieron de él una persona culta, conocedora del inglés, español y latín, y
le mantuvieron abierto a los cambios que se fueron produciendo en la Iglesia en la segunda mitad del siglo XX.

En 1957 volvió a la iglesia de la Estación, pero en 1958 fue condenado por el gobierno a tres años de trabajos forzados en una fábrica de ladrillos, acusado de ser.... leer más

LA FAMILIA DE UNA SANTA (3)

Gracia por acceder a la entrevista, Maythe, hija de Alma y Pepe, sobrinos de Madre Inés
Cuál es tu parentesco?
Era mi tía abuela ,

¿Cómo era tu relación con ella?
Realmente era muy pequeña pero era muy buena
¿Qué era lo que más te gustaba de ella?
que siempre estaba contenta y me quería mucho

¿Qué es lo que más recuerdas?
Que querían hacer conmigo una película de su vida porque decían que me parecía mucho a ella

¿Qué anécdota personal compartirías?
una vez cuando fuimos a visitarla me había mojado mis huaraches y estaba descalza, entonces varias hermanas me habían preguntado por que andaba descalza, hasta que llegue con ella y me volvió a preguntar y lo único que recuerdo es que muy molesta por tantas veces que me preguntaban lo mismo, le conteste están mojados huaraches, y se rió mucho, pues con todo y mi molestia había explicado porque estaba descalza.

¿Qué te gustaría que los demás conocieran de ella?
su bondad y sus favores

¿Cómo sientes que es ahora tu relación con ella sabiendo que va a los altares?
mejor aun, yo siempre me he encomendado a ella y le pido que nos cuide

¿Qué favores has recibido de ella?
directamente ninguno, pero se de varias situaciones en las que ha intercedido.

jueves, 24 de septiembre de 2009

EL PADRE NUESTRO EN IBO

Las Hermanas Misioneras Clarisas, hijas de Madre Inés, siguen haciendo maravillas en el mundo, ellas han ido por todo el mundo porque el llamado de su fundadora sigue siendo muy fuerte "urge que Cristo Reine".
Ibo es un dialecto de Nigeria en donde ellas entre otros muchos lugares del mundo llevan a Cristo.
Este video me lo envió Alma.... que se está volviendo una experta "ciberevangelizadora"... y aunque le costó trabajo logró traer desde la televisión hasta su computadora y luego enviarme este lindo ejemplo del servicio de amor que realiza la Congregación.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

UNA JACULATORIA


- De Belén salió Jesús, con José y con María. De mi casa salgo yo, con la misma compañía.

SAN PÍO DE PIETRELCINA

ANÉCDOTAS DEL PADRE PÍO DE PIETRELCINA

!Cuida por dónde caminas!

Un hombre fue a San Giovanni Rotondo para conocer al Padre Pío pero era tal la cantidad de gente que había que tuvo que volverse sin ni siquiera poder verlo. Mientras se alejaba del convento sintió el maravilloso perfume que emanaba de los estigmas del padre y se sintió reconfortado.
Unos meses después, mientras caminaba por una zona montañosa, sintió nuevamente el mismo perfume. Se paró y quedó extasiado por unos momentos inhalando el exquisito olor. Cuando volvió en sí, se dio cuenta que estaba al borde de un precipicio y que si no hubiera sido por el perfume del padre hubiera seguido caminando... Decidió ir inmediatamente a San Giovanni Rotondo a agradecer al Padre Pío. Cuando llegó al convento, el Padre Pío, el cual jamás lo había visto, le gritó sonriendo:- “¡Hijo mío! ¡Cuida por dónde caminas!”. Leer más

Oración a San Pío de Pietrelcina

Hoy es su día, y me concedió ir a Misa, confesarme y comulgar. Gracias a Gloria V. por llevarme y traerme.

martes, 22 de septiembre de 2009

LOS DESEOS DE CONSAGRARME A DIOS ME DEVORABAN


Biografía de Madre María Inés Teresa Arias (5)


Es una hermosa tarde del mes de junio, día de la fiesta del Sagrado Corazón, cuando Manuelita se consagra a Jesús y a María. Por fin puede entrar al monasterio. El estado anímico que la embarga en ese inicio de su postulantado queda descrito en las siguientes líneas: La tarde era espléndida, llena de luz y alegría. Mi alma irradiaba dicha; parecía que la felicidad pugnaba por salir de todos los poros de mi cuerpo. ¡Había logrado después de una serie de pruebas y sufrimientos, lo que tanto anhelaba mi corazón! ¡Iba a ser por fin, para siempre de Jesús!

A los veinticinco años, madura y consciente, se encuentra frente a la decisión más importante de su vida. Con voluntad firme renuncia a todos los intereses del mundo exterior y de forma plena, irrevocable y particularmente dichosa, se abraza a una comunidad caracterizada por su austeridad y mortificación. La motivación principal de seguir ese camino es su convencimiento de que a través de la oración y el sacrificio ella puede comprarle muchas almas a Jesús.

La ceremonia aunque privada es muy solemne; por desgracia ni sus padres ni sus hermanas pueden acompañarla. En una pequeña capilla, cuatro sacerdotes encabezados por Monseñor Don Manuel Aspeitia Palomar entonan con hermosa voz el Veni Creator, para dar luego lectura a su consagración. Al finalizar el acto, la nueva postulante sube por la escalera que la conduce al claustro y con un pañuelo blanco se despide de quienes han sido testigos de su oblación. A partir de ese momento sabe que ha renunciado por su propia voluntad, a los afectos más caros, a la vida íntima de familia, de amistades y de cualquier gusto o comodidad.

Por otra parte Manuelita ignora las penalidades de la vida del claustro. En uno de los cuadernitos azules donde solía escribir, detalla algunas experiencias de aquellos años. La descripción de los trabajos diarios que realiza dejan entre ver lo difícil que le resulta desempeñar faenas tan superiores a sus fuerzas: Todo mi postulantado y noviciado me lo pasé en el lavadero y la plancha, derritiéndome de sudor en los fuertes veranos de Los Ángeles, California; empezaba mi tarea a las 9:00 A.M. para terminar a las 12:00; y volverla a reanudar a la 1:00 P.M. para terminar a las 6 o 7 de la tarde. Hasta 21 trajes de hombre arreglo en la semana; varios de ellos tengo que lavar, ¡y cómo se ponen pesadísimos! Para planchar estos trajes lavados, necesito de toda la gracia de Dios, porque, en ocasiones, me vienen impulsos de dejarlo todo.

Al trabajo de lavado y planchado -actividades que según confiesa le repugnaban- se le añade la obligación de atender el refectorio. Además de arreglarlo muy temprano, también debe servir los alimentos a las horas de las comidas. La mayoría de las veces, cuando después de haber atendido las mesas por fin se sentaba a comer, llegaban otras hermanas que venían de la adoración y había que levantarse a servirles con prontitud. El comer apresuradamente y no reposar los alimentos le provocaban con frecuencia un dolor agudo en el estómago, que se le quitaba hasta después de la cena. Después de todo esto, no era de extrañar que al llegar por fin, el momento de hacer su adoración en capilla, Manuelita llegaba sin aliento, con un cuerpo resquebrajado y a punto de desplomarse. En esos momentos ya lo único que se le ocurre repetir ante el Santísimo una y otra vez, es: ¡Bendito seas Señor por todo!

Aunado a todo esto, su ilusión de adorar a Jesús expuesto en la Sagrada Eucaristía diariamente, se esfuma cuando se entera que, salvo contadas excepciones, tampoco en los Estados Unidos les será permitido hacerlo, debido a disposiciones de la cancillería mexicana.

Cuántas veces había escuchado comentarios que la lastimaban, respecto a lo que sucedía dentro de los conventos de vida contemplativa. La gente imaginaba que las religiosas se pasaban todo el día, holgando comiendo. Si algo la había impresionado de la vida de Santa Teresita, era precisamente la intención pura de sobrenaturalizar y ofrecer a Dios cada minuto de su trabajo, por más sencillo o penoso que fuera. Al igual que la santita de Lissieux, Manuelita ofrece todo por la fecundidad de las misiones. En ese entonces ya empieza a sentir deseos de ser misionera con la oración.

Pero para la joven religiosa hay también días de aridez espiritual, en los que se ve acosada por pensamientos obscuros: de pronto parece embargarla una angustiosa soledad que le invita a correr con los suyos. Le entran unos deseos enormes de abrazar a sus padres, de decirles cuánto los ama; sufre ansiedad por ver a sus queridas hermanas de sangre a su lado y conversar con ellas de sus juegos de niñas, de las travesuras a las nanas, y de los correteos por la playa. En esos momentos se siente vulnerable y débil para resistirse ante todo eso que amenaza su perseverancia. No obstante, de estas fuertes luchas, sale siempre airosa. En 1943 deja por escrito lo siguiente respecto a aquellos años: con ese trabajo pesado, abrumador, fatigoso, que me hacía sudar hasta derretir, podía comprar par ti, Jesús mío, innumerables almas; además, en medio del trabajo, mi conversación sólo era contigo, mi oración continua, mi unión tan íntima, como si hubiera estado recogida en la capilla. Por lo mismo, tanto en la oración, como en las ocupaciones manuales abrumadoras, a que yo no estaba acostumbrada, mi alma se unía a ti, de ti vivía, a ti se daba, y todo por medio de María.

El exilio como única alternativa, es acompañado de muchas incomodidades y carencias. En estas circunstancias, las religiosas se ven en la necesidad de realizar toda clase de trabajos para sobrevivir. Siendo una comunidad de vida contemplativa, tienen que dejar la clausura y salir a impartir catequesis, o bien trabajar en misiones populares en pequeñas comunidades cercanas a su monasterio.

Manuelita se va acostumbrando más pronto de lo que puede imaginar, a trabajar mucho y comer poco. Descubre que lavar y planchar son acciones que unidas a los méritos de la Pasión de Cristo, pueden ser una fuente valiosa que le permitirá comprar almas para el Redentor. De esta manera las humillaciones, las reprensiones, el hambre y el cansancio físico se convierten en “monedas” para comprar almas de infieles y paganos.

En sus primeros Ejercicios Espirituales, las meditaciones acerca de la pasión y muerte de Jesucristo le dejan una impresión tan fuerte que le provocan una crisis de llanto que alarma a la madre abadesa quien por más esfuerzos que hace, no logra calmarla. A partir de entonces Manuelita sabe que los sufrimientos de Jesús en el Calvario serán su punto débil. Cualquier obstáculo en su vida, por mínimo o poderos que sea, será convertido en oblación y se sumará a los méritos de la Redención.

El 8 de diciembre de 1929 recibe el hábito de las Clarisas e inicia su año de novicia. Su nombre de pila es cambiado al de Sor Francisca Teresa del Santísimo Sacramento. La nueva novicia se prepara diariamente en el conocimiento y dominio del latín y de las Sagradas Escrituras; pero sobre todo su principal deseo es estrechar lazos con Jesús Sacramentado en una comunicación cada vez más íntima y personal.

LA RELEVANCIA DEL PAPA EN LA IGLESIA 1


Tiene dos significados una corresponde a la primeras letras de las cuatro palabras de esta frase latina: Petri Apostoli Potestatem Accipiens, que significa: “EL QUE RECIBE LA POTESTADAD DE PEDRO”.


El segundo es el resultado de la unión de las primera sílabas de estas dos palabras latinas: PAter et PAstor que se traducen como PADRE Y PASTOR.

Este significado abarca desde San Pedro hasta nuestro Papa actual..... Todos han recibido la Potestad de Pedro, todos han sido para cada época de la historia el Padre y Pastor, también el Vicario (representante) de Cristo, el Pontífice (Puente) que une el Cielo con la tierra. Cada uno recibe su misión de Cristo mismo, al igual que Pedro: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. (Mt 16, 16). Tú confirma en la fe a tus hermanos (Lc 22, 32). Apacienta mis ovejas (Jn 21, 15ss).

lunes, 21 de septiembre de 2009

HERMOSA RESPUESTA



Un librepensador de visita en casa de un amigo suyo, vio llegar del Catecismo al hijo de su amigo.

¿Qué se le ha enseñado hoy, mi hijito? - Le preguntó
-El El misterio de la Santísima Trinidad, es el Señor decir, misterio de un solo Dios en tres personas.
-Y estas tres personas ... ¿hijo?
-El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
-Bien, muy bien. ¿Y me Podrás decir cuál es más anciano? ¿El Padre o el Hijo?
-Señor Tan Son ancianos el uno como el otro,
- ¿En verdad? ¿Entonces tu papá no es mayor que tú?
-No, señor, hace el mismo tiempo que él es mi padre y que soy su hijo.
El librepensador no insistió.


P. Juan B. Lehmann

Extraído de: Salió El Sembrador, Tomo VII, Volumen I, ed. Guadalupe, Buenos Aires, 1950, pág. 377-378

domingo, 20 de septiembre de 2009

LA GRAN MISIÓN CONTINENTAL

Realmente los Obispos de Latinoamerica, estuvieron llenos del Espíritu Santo en Aparecida, Brasil. Mira el nombre que le dieron a la Evangelización del siglo XXI en América. "LA GRAN MISIÓN CONTINENTAL". ¿Quién querrá quedar excluído de esta Aventura? ¿quién desearía concientemente permanecer como espectador del acontecimiento más maravilloso que nos ofrece la Iglesia?

En todas partes: Argentina, Venezuela, Brasil...México los Obispos están llamando y llamando a todo el pueblo de Dios, las Diócesis se preparan, las parroquias se reavivan, aires de Evangelio soplan fuerte llenando el ambiente con aroma a nuevo, la vida cristiana quiere ser más cristiana, los grupos, las comunidades tienen que ponerse de pie, andar, subir, empujar.... a tí... ¿qué te detiene?

NO TENGAS MIEDO

"No les tengas miedo, que yo estoy contigo..." Sólo esa posibilidad hizo que hubiera profetas en Israel. "No como yo quiera sino como quieras tú". Sólo esa "obediencia" hizo posible la salvación en la cruz. "Hemos de obedecer a Dios antes que a los hombres" Sólo esa valentía hizo posible el nacimiento de la comunidad cristiana.

Saberte enviado supone que miras al que te envía, que confías en Él y te sabes su mensajero.

Como discípulo y misionero proclama el Evangelio que es Cristo mismo. Anuncia que Dios nos ama, que su existencia no es una amenaza para el hombre... Como cristiano, eres portador de buenas noticias para la humanidad y no profeta de desventuras.

EL EVANGELIO DEL DOMINGO



Hoy estando en Misa de 8 de la mañana, escuchando el Evangelio, Cristo explicaba a sus apóstoles lo que significa ser el servidor de todos y entonces pensé, este blog es casi ateo... no está vivo... le falta....LA PALABRA DE DIOS.

Evangelio según San Marcos, capítulo 9, versículos del 30 al 37

20 de Setiembre de 2009
Domingo XXV del Tiempo Ordinario

SEGUNDO ANUNCIO DE LA PASION.

30. Partiendo de allí, pasaron a través de Galilea, y no quería que se supiese;
31. porque enseñó esto a sus discípulos: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo harán morir; y tres días después de su muerte resucitará".
32. Pero ellos no comprendieron estas palabras y temían preguntarle.
HUMILDAD Y CARIDAD.
33. Entretanto, llegaron a Cafarnaúm; y cuando estuvo en su casa, les preguntó: "¿De qué conversabais en el camino?"
34. Mas ellos guardaron silencio, porque habían discutido entre sí, durante el camino, sobre quien sería el mayor.
35. Entonces, sentóse, llamó a los Doce y les dijo: "Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el último de todos y el servidor de todos".
36. Y tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, y abrazándolo, les dijo:
37. "El que recibe a uno de estos niños en mi nombre, a Mí me recibe; y el que a Mí me recibe, no me recibe a Mí, sino a Aquel que me envió".
COMENTARIO

33 ss. Véase Mat. 18, 1 ss.; Luc. 9, 46 ss.

Además puedes bajar la imagen e imprimirla para que tus hijos o nietos la coloreen.
También en la barra azul del lado derecho del blog, aparecerá en audio el Evangelio del dia.

jueves, 17 de septiembre de 2009

UNA VIDA MARIANA COTIDIANA

Del Folleto Adoración Eucarística y Maternidad Espiritual para la Santificación de los Sacerdotes. (Congregación del Clero)


No es una casualidad que el Santo Padre haya elegido órdenes femeninas para esta tarea. En la historia de la Iglesia, siguiendo el ejemplo de la Madre de Dios, siempre fueron las mujeres a acompañar y a sostener, con la oración y el sacrificio, el camino de los apóstoles y de los sacerdotes en su actividad misionera. Por esto, las órdenes contemplativas consideran en su carisma “la imitación y la contemplación de María”. Madre M. Sofía Cicchetti, actual priora del monasterio, define la vida de su comunidad como una vida mariana cotidiana: “Nada es extraordinario aquí. Nuestra vida contemplativa y claustral se puede comprender sólo a la luz de la fe y del amor a Dios. En esta nuestra sociedad consumista, hedonista, parece que casi han desaparecido sea el sentido de la belleza y del estupor delante de las grandes obras, que Dios cumple en el mundo y en la vida de cada hombre y cada mujer, sea la adoración hacia el misterio de su amorosa presencia entre nosotros. En el contexto del mundo de hoy, nuestra vida separada del mundo, pero no indiferente a éste, podría parecer absurda e inútil. Sin embargo podemos alegremente testimoniar que no es una pérdida dar el tiempo sólo para Dios. Recuerda proféticamente a todos una verdad fundamental: la humanidad, para ser auténtica y plenamente ella misma, tiene que anclarse en Dios y vivir en el tiempo la dimensión del amor de Dios. Queremos ser como muchos ‘Moisés’ que, con los brazos alzados y el corazón dilatado por un amor universal pero muy concreto, interceden por el bien y la salvación del mundo, convirtiéndose así en ‘colaboradoras en el misterio de la Redención’ (Cf. Verbi Sponsa, 3).
Nuestra tarea no se basa tanto en el ‘hacer’ cuanto en el ‘ser’ nueva humanidad. A la luz de todo esto podemos decir que nuestra vida es vida llena de sentido, no es para nada desperdicio o derroche, ni cerrazón o fuga del mundo, sino alegre donación a Dios - Amor y a todos los hermanos sin exclusión, y aquí en el ‘Mater Ecclesiae’ de modo particular para el Papa y sus colaboradores”.
Sor Chiara - Cristiana, madre superiora de las Clarisas de la primera comunidad en el centro del Vaticano, dijo: “Cuando llegué aquí encontré la vocación en mi vocación: dar la vida por el Santo Padre como Clarisa. Así fue para todas las otras hermanas”.
Madre M. Sofía confirma: “Nosotras como Benedictinas, estamos intensamente unidas a la Iglesia universal y por lo tanto sentimos un gran amor por el Papa dondequiera que estemos. Seguramente el haber sido llamadas tan cerca de él - también físicamente - en este monasterio ‘original’ hizo profundizar aún más el amor hacia él. Tratamos de trasmitirlo también a nuestros monasterios de origen. Nosotras sabemos que estamos llamadas a ser madres espirituales en nuestra vida escondida y en el silencio. Entre nuestros hijos espirituales tienen un lugar privilegiado los sacerdotes y los seminaristas y cuantos se dirigen a nosotras pidiendo ayuda para su vida y su ministerio sacerdotal, en las pruebas o desesperaciones del camino. Nuestra vida quiere ser ‘testimonio de la fecundidad apostólica de la vida contemplativa, a imitación de María Santísima, que en el misterio de la Iglesia se presenta de modo eminente y singular como virgen y madre’” (Cf. LG 63).

Foto: Madre M. Sofía Cicchetti ofrece al Santo Padre un accesorio para la S. Misa bordado a mano por las religiosas.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

FLORECILLAS DE SAN FRANCISCO (2)

Me encantan las florecillas de San Francisco. Son tan edificantes. Y clásicas, siempre me acuerdo de las lecturas en el comedor del colegio o de la película de Marcelino Pan y Vino en que leían a la hora de la comida las florecillas.... cosas que ya casi nadie conoce ni aprecia. Buscar en el ejemplo de los santos los medios para santificarnos también nosotros.

Capítulo II

Cómo messer Bernardo,primer compañero de San Francisco,se convirtió a penitencia


El primer compañero de San Francisco fue el hermano Bernardo de Asís, cuya conversión fue de la siguiente manera: San Francisco vestía todavía de seglar, si bien había ya roto con el mundo, y se presentaba con un aspecto despreciable y macilento por la penitencia; tanto que muchos lo tenían por fatuo y lo escarnecían como loco; sus propios parientes y los extraños lo ahuyentaban tirándole piedras y barro; pero él soportaba pacientemente toda clase de injurias y burlas, como si fuera sordo y mudo. Messer Bernardo de Asís, que era de los más nobles, ricos y sabios de la ciudad, fue poniendo atención en aquel extremo desprecio del mundo y en la gran paciencia de San Francisco ante las injurias, y, viendo que, al cabo de dos años de soportar escarnios y desprecios de toda clase de personas, aparecía cada día más constante y paciente, comenzó a pensar y decirse a sí mismo:
-- Imposible que este Francisco no tenga grande gracia de Dios.
Y así, una noche lo convidó a cenar y a dormir en su casa. Y San Francisco aceptó; cenó y durmió aquella noche en casa de él.
Entonces, messer Bernardo quiso aprovechar la ocasión para comprobar su santidad. Le hizo preparar una cama en su propio cuarto, alumbrado toda la noche por una lámpara. San Francisco, con el fin de ocultar su santidad, en cuanto entró en el cuarto, se echó en la cama e hizo como que dormía; poco después se acostó también messer Bernardo y comenzó a roncar fuertemente como si estuviera profundamente dormido. Entonces, San Francisco, convencido de que dormía messer Bernardo, dejó la cama al primer sueño y se puso en oración, levantando los ojos y las manos al cielo, y decía con grandísima devoción y fervor: «¡Dios mío, Dios mío!» Y así estuvo hasta el amanecer, diciendo siempre entre copiosas lágrimas: «¡Dios mío!», sin añadir más (2). Y esto lo decía San Francisco contemplando y admirando la excelencia de la majestad divina, que se dignaba inclinarse sobre el mundo en perdición, y se proponía proveer de remedio, por medio de su pobrecillo Francisco, a la salud suya y de tantos otros. Por esto, iluminado de espíritu de profecía, previendo las grandes cosas que Dios había de realizar mediante él y su Orden y considerando su propia insuficiencia y poca virtud, clamaba y rogaba a Dios que con su piedad y omnipotencia, sin la cual nada puede la humana fragilidad, viniera a suplir, ayudar y completar lo que él por sí mismo no podía.
Messer Bernardo veía, a la luz de la lámpara, los actos de devoción de San Francisco, y, considerando con atención las palabras que decía, se sintió tocado e impulsado por el Espíritu Santo a mudar de vida. Así fue que, llegado el día, llamó a San Francisco y le dijo:
-- Hermano Francisco: he decidido en mi corazón dejar el mundo y seguirte en la forma que tú me mandes.
San Francisco, al oírle, se alegró en el espíritu y le habló así:
-- Messer Bernardo, lo que me acabáis de decir es algo tan grande y tan serio, que es necesario pedir para ello el consejo de nuestro Señor Jesucristo, rogándole tenga a bien mostrarnos su voluntad y enseñarnos cómo lo podemos llevar a efecto. Vamos, pues, los dos al obispado; allí hay un buen sacerdote, a quien pediremos diga la misa, y después permaneceremos en oración hasta la hora de tercia, rogando a Dios que, al abrir tres veces el misal, nos haga ver el camino que a Él le agrada que sigamos.
Respondió messer Bernardo que lo haría de buen grado. Así, pues, se pusieron en camino y fueron al obispado. Oída la misa y habiendo estado en oración hasta la hora de tercia, el sacerdote, a ruegos de San Francisco, tomó el misal y, haciendo la señal de la cruz, lo abrió por tres veces en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Al abrirlo la primera vez salieron las palabras que dijo Jesucristo en el Evangelio al joven que le preguntaba sobre el camino de la perfección: Si quieres ser perfecto, anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y luego ven y sígueme (Mt 11,21). La segunda vez salió lo que Cristo dijo a los apóstoles cuando los mandó a predicar: No llevéis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni calzado, ni dinero (Mt 10,9), queriendo con esto hacerles comprender que debían poner y abandonar en Dios todo cuidado de la vida y no tener otra mira que predicar el santo Evangelio. Al abrir por tercera vez el misal dieron con estas palabras de Cristo: El que quiera venir en pos de mí, renuncie a sí mismo, tome su cruz y sígame (Mt 16,24). Entonces dijo San Francisco a messer Bernardo:
-- Ahí tienes el consejo que nos da Cristo. Anda, pues, y haz al pie de la letra lo que has escuchado; y bendito sea nuestro Señor Jesucristo, que se ha dignado indicarnos su camino evangélico.
En oyendo esto, fuese messer Bernardo, vendió todos sus bienes, que eran muchos, y con grande alegría distribuyó todo a los pobres, a las viudas, a los huérfanos, a los peregrinos, a los monasterios y a los hospitales. Y en todo le ayudaba, fiel y próvidamente, San Francisco.
Viendo uno, por nombre Silvestre, que San Francisco daba y hacía dar tanto dinero a los pobres, acuciado de la codicia, dijo a San Francisco:
-- No me has terminado de pagar aquellas piedras que me compraste para reparar las iglesias; ahora que tienes dinero, págamelas.
San Francisco se sorprendió de semejante avaricia, y, no queriendo altercar con él, como verdadero cumplidor del Evangelio, metió las manos en la faltriquera de messer Bernardo y, llenándolas de monedas, las hundió en la de messer Silvestre, diciéndole que, si más quisiera, más le daría.
Messer Silvestre quedó satisfecho y se fue con el dinero a casa. Pero por la noche, al recordar lo que había hecho durante el día, se arrepintió de su avaricia y se puso a pensar en el fervor de messer Bernardo y en la santidad de San Francisco; a la noche siguiente y por otras dos noches recibió de Dios esta visión: de la boca de San Francisco salía una cruz de oro, cuya parte superior llegaba hasta el cielo, mientras que los brazos se extendían del oriente al occidente. Movido por esta visión, dio, por amor de Dios, todo lo que tenía y se hizo hermano menor; y llegó en la Orden a tanta santidad y gracia, que hablaba con Dios como un amigo habla con su amigo, como lo comprobó repetidas veces San Francisco y se dirá más adelante.
Asimismo, messer Bernardo recibió de Dios tanta gracia, que con frecuencia era arrebatado en Dios durante la contemplación; y San Francisco decía de él que era digno de toda consideración y que era él quien había fundado esta Orden, porque fue el primero en abandonar el mundo sin reservarse cosa alguna, sino dándolo todo a los pobres de Cristo; él fue el iniciador de la pobreza evangélica al ofrecerse a sí mismo, despojado totalmente, en los brazos del Crucificado.
El cual sea bendecido de nosotros por los siglos de los siglos. Amén.

lunes, 14 de septiembre de 2009

MADRE INÉS CERCA DE NOSOTROS

Esta es la entrada no. 100 de este blogecito, así que esto equivale a un aniversario o algo así. Y que mejor que festejarla con Madre María Inés Teresa Arias la "patrona de este blog".
Pues... Ella se mostró muy generosa con Lili hermana de Norma mi nuera.

En la noche del miércoles al jueves de la semana pasada le robaron su carro de su cochera, por la mañana con mucha tristeza y resignación Lili dio por perdido su carro, lo reportaron y pensó que estaría sin automovil tal vez hasta Diciembre en que pudieran comprar otro.

Lili tiene una de las reliquias de Madre Inés y la había traído en su bolsa todo el tiempo, pero el viernes le llevaron una cadenita de plata que había encargado para ponerse la medallita y así lo hizo, cuanta gente llegaba a su lugar de trabajo le preguntaba que quien era la de la medallita y Lili les platicaba de Madre Inés.
Mas tarde recibieron una llamada informándoles que el carro había sido recuperado y que fueran a las oficinas donde habían hecho el reporte. Los recibió una licenciada no muy amable, pero en seguida se acercó un muchacho muy amable que los llevó al corralón (lugar en el que se guardan los carros robados) y estando ahí los recibió el mismo que había recibido el reporte del robo, fueron muy amables, y les sorprendía que alguién hubiera llamado para decirles que el carro estaba ahí, varias veces les preguntaron que quién les había llamado, porque no se acostumbra, sino que es el interesado el que llama.

El carro había sido encontrado en el área de los Santorales, lugar en donde difícilmente un carro pueda quedar entero. Sin embargo el automovil estaba en buenas condiciones a excepción del estereo y las bocinas y además el carro tenía una falla que ya habían tratado de arreglársela desde hacía tiempo y no se había podido. Y resultó ya no la tenía, así que se lo devolvieron mejor de lo que se lo llevaron.

Lili reconoció inmediatamente la intervención de Madre Inés y a quienes les platicaba le decían: es que tú platicabas de ella y la dabas a conocer por eso te devolvió el favor.


Madre Inés, se da a conocer entre nosotros y nos asegura que el Señor nos conoce, conoce nuestras inquietudes y se compadece de nosotros.

Me alegra mucho que esta entrada No. 100 esté llena de bendiciones y le agradezco a Madre María Inés sus atenciones y su cariño y por todos los favores recibidos.

GRACIAS POR TALES PADRES


BIOGRAFÍA. MADRE MA. INÉS

4.- Gracias Jesús porque me cae concediste tales Padres.
De esta manera tienen que pasar tres años más para que pueda realizarse en esa vocación por la que se siente cada vez más atraída. Aunada a esa amarga espera, una terrible prueba tiene que sufrir junto con toda su familia.

Su hermano Eustaquio había sido enviado a Los Ángeles, California para continuar sus estudios de ingeniería en una universidad dirigida por padres jesuitas. Para el cumpleaños de su mamá regresa a Mazatlán; pero desde su llegada, un dolor agudo y vómito frecuentes, manifiestan los primeros síntomas de la fatal enfermedad. Con sólo veinte años, una peritonitis fulminante acaba con su vida. Su amado hermano con quien había compartido toda clase de bellos momentos se va de la forma más inesperada y absurda. El vacío que deja en cada uno de los miembros de esa numerosa familia es enorme y muy difícil de superar.

Una profunda huella deja en Manuelita la heroica resignación de sus padres. Su único hijo, en la plenitud de la edad, en el colmo de las ilusiones; cuando su temperamento, inteligencia y jovialidad sólo auguraban un halagüeño provenir; es arrebatado de sus brazos por una enfermedad implacable.

En la memoria de la joven queda grabada para siempre, la figura de su madre, de rodillas a la cabecera de la cama del moribundo, oprimida de dolor y sin derramar una lágrima. Durante las últimas horas de la vida de su hijo, se la pasa hablándole, inspirándole actos de amor, de conformidad, de humildad y de perdón. El enfermo, mientras tanto, repite con tal naturalidad y paz que todos quedan edificados. Manuelita recuerda maravillada como su hermano no deja de pronunciar los nombres de Jesús y de María, hasta casi el momento de expirar.

Su padre, por otro lado, lleno de impotencia no hace más que dar vueltas por la habitación, sin tener el valor de acercarse y ver el sufrimiento de su hijo tan querido. Al morir, sintiendo un dolor indescriptible, ve como su esposa, inundada de lágrimas se inclina para amortajar al joven ya inerte; don Eustaquio, traspasado por la pena se acerca a su mujer, la besa en la frente y sólo puede decirle: Hija, ¡Bendito sea Dios!. Su esposa repite: Sí, ¡Bendito sea Dios!.

El haber contenido el llanto todos esos días, pues nadie puede manifestar abiertamente la profunda pena, ocasiona que la madre de Manuelita y una de sus hermanas enfermen gravemente: la vena aorta se les inflama tanto que parece estar a punto de reventar. El médico prescribe reposo absoluto y por esa razón no pueden asistir a los funerales del joven Eustaquio. Su padre tampoco se encuentra en condiciones de resistir la despedida final. No podía concebir que aquél cuerpo atlético de su amado hijo se encontrar por la clase de enfermedad padecida, en un estado avanzado de descomposición que los obliga a sepultarlo inmediatamente. Aún así, aquel día se llevan a cabo las elecciones presidenciales y el ya casi anciano abogado, con todo su dolor a cuestas y ante el asombro de quienes conocían por lo que estaba pasando, lo ven llegar a las urnas y emitir su voto.

Después de la muerte de su hermano, Manuelita tiene que esperar once meses más para ingresar con las Clarisas. Después de la jubilación de su padre como juez de distrito, toda la familia se había trasladado nuevamente a Tepic y es de allí de donde parte hacia la tan anhelada vida conventual. En Mazatlán, su padre la entrega a la hermana del Señor Obispo de Tepic, desterrado en Estados Unidos, para abordar el tren que las cruzaría por los estados de Sinaloa y Sonora para llegar a Los Ángeles, California.

Por un lado a Manuelita le angustia enormemente dejar a sus padres, todavía muy tristes ante la terrible pérdida de su hermano; ella es la primera, después de Eustaquio, que sale fuera de casa, y su partida parece ser definitiva. A pesar de haber tenido hasta entonces una complexión más bien robusta, en los últimos meses pierde cerca de ocho kilos. Le duele además, alejarse de cada una de sus hermanas; siempre tan unidas y cariñosas. Pero por otro lado, la ilusión de dedicar su vida a la oración, apartada del mundo para entregarse por entero al enlace pleno con Jesús y ofrecerle su obediencia, castidad y pobreza, la llenan de una paz y alegría interior muy difícil de explicar.

domingo, 13 de septiembre de 2009

DECÁLOGO PARA LEER BIEN LA BIBLIA





Septiembre: mes de la Biblia
1. Nunca creer que somos los primeros que han leído la Santa Escritura. Muchos, muchísimos a través de los siglos la han leído, meditado, vivido, transmitido. Los mejores intérpretes de la Biblia son los santos.

2. La Escritura es el libro de la comunidad eclesial. Nuestra lectura, aunque sea a solas, jamás podrá ser en solitario. Para leerla con provecho, hay que insertarse en la gran corriente eclesial que conduce y guía el Espíritu Santo.

3. La Biblia es “Alguien”. Por eso se lee y celebra a la vez. La lectura mejor de la Biblia es la que se hace en la Liturgia.

4. El centro de la Santa Escritura es Cristo; por eso, todo debe leerse bajo la mirada de Cristo y cumplido en Cristo. Cristo es la clave interpretativa de la Santa Escritura.

5. Nunca olvidar que en la Biblia encontramos hechos y dichos, obras y palabras íntimamente unidas unas con otras; las palabras anuncian e iluminan los hechos, y los hechos realizan y confirman las palabras.

6. Una manera práctica y provechosa de leer la Escritura es comenzar con los santos Evangelios, seguir con los Hechos y las Cartas e ir entreverando con algún libro del Antiguo Testamento: Génesis, Éxodo, Jueces, Samuel, etcétera... No querer leer el libro del Levítico de corrido, por ejemplo. Los Salmos deben ser el libro de oración de los grupos bíblicos. Los profetas son el “alma del Antiguo Testamento: hay que dedicarles un estudio especial.

7. La Biblia se conquista como la ciudad de Jericó: dándole vueltas. Por eso, es bueno leer los lugares paralelos. Es un método entretenido, pero muy provechoso. Un texto esclarece al otro, según aquello de San Agustín: “El Antiguo Testamento queda patente en el Nuevo y el Nuevo está latente en el Antiguo”.

8. La Biblia debe leerse y meditarse con el mismo Espíritu con que fue escrita. El Espíritu Santo es su autor principal y es su principal intérprete. Hay que invocarlo siempre antes de comenzar a leerla y al final, dar gracias.

9. Nunca debe utilizarse la Santa Biblia para criticar y condenar a los demás.

10. Todo texto bíblico tiene un contexto histórico donde se originó y un contexto literario donde se escribió. Un texto bíblico, fuera de su contexto histórico y literario, es un pretexto para manipular la Palabra de Dios. Esto es tomar el nombre de Dios en vano.

+ Mario De Gasperín Gasperín
Obispo de Querétaro

viernes, 11 de septiembre de 2009

UNA VIDA OFRECIDA POR EL PAPA Y LA IGLESIA

Del Folleto Adoración Eucarística y Maternidad Espiritual para la Santificación de los Sacerdotes. (Congregación del Clero)


Una vida ofrecida por el Papa y la Iglesia

En el sentido más verdadero, justamente en el corazón del Vaticano, a la sombra de la cúpula de San Pedro, se encuentra un convento consagrado a la “Mater Ecclesiae”, a la Madre de la Iglesia. El simple edificio, usado en precedencia para distintas finalidades, hace algunos años fue reestructurado para adecuarlo a las necesidades de una orden contemplativa. El mismo Papa Juan Pablo II hizo que este convento de clausura fuera inaugurado el 13 de mayo de 1994, el día de la Virgen de Fátima; aquí las religiosas habrían consagrado su vida por las necesidades del Santo Padre y de la Iglesia.
Esta tarea es confiada cada cinco años a una orden contemplativa diferente. La primera comunidad internacional estaba formada por Clarisas provenientes de seis países (Italia, Canadá, Ruanda, Filipinas, Bosnia y Nicaragua). Más tarde llegaron las Carmelitas, que han continuado a rezar y a ofrecer su vida por las intenciones del Papa. Desde el 7 de octubre del 2004, fiesta de la Virgen del Rosario, se encuentran en el monasterio siete hermanas Benedictinas de cuatro nacionalidades. Una filipina, una estadounidense, dos francesas y tres italianas.

Con esta fundación, Juan Pablo II mostraba a la opinión pública mundial, sin palabras, pero de modo muy claro, cuánto la escondida vida contemplativa sea importante e indispensable, también en nuestra época moderna y frenética, y cuál valor le atribuye a la oración en el silencio y sacrificio escondido. Si él deseaba tener en sus cercanías a religiosas de clausura para que rezaran por él y por su pontificado, esto también revela la profunda convicción que la fecundidad de su ministerio de pastor universal y el éxito espiritual de su inmensa obra provinieran, en primera línea, de la oración y del sacrificio de otros.
También el Papa Benedicto XVI tiene la misma profunda convicción. Dos veces fue a celebrar la Santa Misa en el convento de “sus religiosas”, agradeciéndoles la ofrenda de su vida por él. Las palabras que él dirigió el 15 de septiembre de 2007 a las Clarisas de Castelgandolfo, sirve también para las religiosas de clausura del Vaticano:
“He aquí pues, queridas hermanas, lo que el Papa espera de ustedes: que sean antorchas ardientes de amor, ‘manos unidas’ que velan en oración incesante, desapegadas totalmente del mundo, para sostener el ministerio de aquel que Jesús llamó para conducir su Iglesia”.
La Providencia dispuso realmente muy bien que, bajo el pontificado de un Papa que tanto aprecia a San Benito, puedan estarle cercanas de modo especial, justamente las hermanas Benedictinas.


Foto: Encuentro con el Santo Padre Juan Pablo II en su biblioteca privada, el 23 de diciembre de 2004.

FLORECILLAS DE SAN FRANCISCO 1

EN HOMENAJE A CONCHITA SERVÍN
A TODOS LOS FRANCISCANOS Y FRANCISCANAS
DEL TEMPLO DE SAN FRANCISCO Y SANTA CLARA DE ASIS EN MEXICALI
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo crucificado y de su Madre la Virgen María. Este libro contiene ciertas florecillas, milagros y ejemplos devotos del glorioso pobrecillo de Cristo messer San Francisco y de algunos de sus santos compañeros.
En alabanza de Cristo. Amén
Capítulo I


Los doce primeros compañeros de San Francisco
Primeramente se ha de considerar que el glorioso messer San Francisco, en todos los hechos de su vida, fue conforme a Cristo bendito; porque lo mismo que Cristo en el comienzo de su predicación escogió doce apóstoles, llamándolos a despreciar todo lo que es del mundo y a seguirle en la pobreza y en las demás virtudes, así San Francisco, en el comienzo de la fundación de su Orden, escogió doce compañeros que abrazaron la altísima pobreza.
Y lo mismo que uno de los doce apóstoles de Cristo, reprobado por Dios acabó por ahorcarse, así uno de los doce compañeros de San Francisco, llamado hermano Juan de Cappella, apostató y, por fin, se ahorcó. Lo cual sirve de grande ejemplo y es motivo de humildad y de temor para los elegidos, ya que pone de manifiesto que nadie puede estar seguro de perseverar hasta el fin en la gracia de Dios.
Y de la misma manera que aquellos santos apóstoles admiraron al mundo por su santidad y estuvieron llenos del Espíritu Santo, así también los santísimos compañeros de San Francisco fueron hombres de tan gran santidad, que desde el tiempo de los apóstoles no ha conocido el mundo otros tan admirables y tan santos. En efecto, alguno de ellos fue arrebatado hasta el tercer cielo, como San Pablo, y éste fue el hermano Gil; a otro, el hermano Felipe Longo, le fueron tocados los labios con una brasa, como al profeta Isaías; otro, el hermano Silvestre, hablaba con Dios como lo hace un amigo con su amigo, como lo hacía Moisés; otro volaba con la sutileza de su entendimiento hasta la luz de la sabiduría divina como el águila, o sea, Juan Evangelista, y éste fue el humildísimo hermano Bernardo, que explicaba con gran profundidad la Sagrada Escritura; otro fue santificado por Dios y canonizado en el cielo cuando aún vivía en la tierra, y éste fue el caballero de Asís hermano Rufino (1).
Y así, todos se distinguieron por singulares señales de santidad, como se irá viendo seguidamente.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Un minuto franciscano 4





San Francisco nos enseña que la pobreza y el
anonadamiento son !la fuente de la alegría perfecta!

paz y bien

TÍO JESÚS (6)

En una visita que hice a Monterrey nos fuimos Gerardo, Helena mi hija, y yo a Linares para ver a tío, era el mes de febrero y hacía bastante frío, cuando llegamos él nos abrió la puerta y su cara fue de tanta sorpresa y alegría que no paraba de abrazarnos y besarnos y decía y repetía: “Esto es un don de Dios” “Esto es un don de Dios”. La casa estaba muy fría y el estaba vestido como siempre lo vi cuando no traía su sotana, con pantalón negro y camisa blanca, y traía puesto un sweter gris un poco gastado y lo que estaba haciendo era pegar (con kolaloca) unas hojas de su liturgia de las horas (breviario) porque se le habían soltado, y para él eso era primordial.
Ya le fallaba la memoria y Gerardo le platicaba que un sacerdote amigo de tío acababa de fallecer en Monterrey y tío se entristeció y dijo: Mañana ofreceré la Misa por él. Más al rato Gerardo volvió a nombrar al sacerdote y tío ya no recordaba lo que le había dicho, se lo volvió a repetir y volvió a decir: mañana ofreceré la Misa por él. Entramos a su cuarto y sentí que entraba a su cuarto de Arramberri, los mismos muebles, el mismo librero con los mismos libros. Tan humilde, pobre y sencillo pero ahora con su cabeza completamente blanca, pero la misma mirada amable, la misma sonrisa que salía de su corazón de tío y sacerdote. Fuimos al comedor que no tenía más que unas sillas metálicas de tijera, y las puso en medio del cuarto que estaba bastante frío, y nos sentamos a platicar, hablaba con Gerardo de sacerdote a sacerdote, hablaban de la “Gracia” creo que fue cuando más conscientemente lo amé y amé su sacerdocio, él era mi tío pero sobre todo era sacerdote, estaba perdiendo la memoria pero no olvidaba ni por un momento a quien pertenecía. A Dios. Luego nos fuimos a comer, al llegar al restaurante, nos recibieron como si fuéramos gente importante, porque íbamos con tío, los meseros se acercaban y lo saludaban con mucho respeto y cariño, al rato llegó el dueño y lo mismo. Y tío seguía sin recordar que su amigo sacerdote había muerto y le enviaba saludos con Gerardo. Volvimos a la casa, estuvimos un rato más con él y me miraba y con sus manos tomaba mi cara y besaba mi frente como aquel día de mi Primera Comunión, también lo hacía con Helena y se reía de alegría y volvía a repetir: “Esto es un don de Dios”. Nos despedimos y se quedó en la puerta mirándonos hasta que dimos vuelta. Gerardo bromeaba diciendo, creo que el Padre… se va a quedar esperando su Misa…. Pero estoy segura que sí ofreció la Misa por su amigo porque también estoy segura que guardaba todos sus afectos en el Cáliz y en la Patena en donde todos los días consagraba el Pan y el Vino.
Fue la última vez que lo vi…. Un tiempo después me habló Gerardo para decirme que había muerto…. Y no lloré, sino que sentí dentro de mí que había que dar gracias, bendecir a Dios porque él ya estaba en el Cielo. Ya estaba en la casa de su Padre y desde allá sigue queriéndonos como tío y sacerdote.
Luego Chacha me platicó que al final de su vida vivió en la Casa del Obispo de Linares P. Ramón Calderón y que las religiosas que lo atendían decían que después de su muerte ellas pedían su intercesión porque lo consideraban un sacerdote muy santo.

Tengo algunos recuerdos más pero con estos basta. Están grabados en mi memoria y en mi corazón, tal vez si platicara con mis hermanos de estas cosas tendrán una versión diferente… tal vez así es….. Pero lo que sé y estoy muy segura es de que amé a Tío Jesús con todo mi corazón.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

ME AMÓ Y ME LLAMÓ. 3

BIOGRAFÍA Madre. María Inés Teresa Arias
3.- Me amó y me llamó a pertenecerle por entero.
En mayo de 1924 la familia tiene que dejar Tepic y trasladarse a Colima donde le sobran la fiestas familiares, los paseos y otras sanas diversiones. Los pretendientes no faltan pero ninguno logra conmoverla. En septiembre de ese mismo año, en una sala de cine Manuelita empieza a sentirse enferma pero por no arruinar la diversión de los demás, oculta su malestar y su agudo dolor. Hasta finalizada la función, sus hermanos se dan cuenta de su condición. Se le diagnostica una apendicitis que en poco tiempo la hace perder muchos kilos. Días después es llevada a Guadalajara donde los médicos recomiendan la cirugía; pero la joven siente pánico y se niega a operarse. Después de un tratamiento, regresa a Colima y aunque todavía le aquejan las molestias, por momentos la enfermedad parece ceder. Antes de partir, Angelita, la amiga que le había hospedado en la capital tapatía, le presta "Historia de un Alma", el libro sobre la vida de Santa Teresita del Niño Jesús. Su lectura provoca un vuelco en el corazón y en la mente de esta joven de veinte años.
Para octubre, durante la semana en que se celebra el Congreso Eucarístico en la ciudad de México, todos los mexicanos católicos oran fervorosamente por los destinos de la Iglesia, pues la situación se vuelve crítica. Los sufrimientos físicos que Manuelita padece son ofrecidos como sacrificio a través de la oración constante. En un momento de elevada introspección, una experiencia íntima, comprensible para ella pero incomprensible para los demás, cambia su vida para siempre. Es entonces cuando sabe que por fin ha llegado la hora de su transformación y ya no puede resistirse: ¡Me será imposible explicar lo que entonces pasó por mi alma! ¡Cuán arrepentida estaba! Dios, el Amor, me atraía con fuerza irresistible. Sólo quería amar y darme a Él-deja en uno de sus escritos-.
A partir de aquel día de octubre, todo es distinto. Manuelita manifiesta inmediatamente su resolución de sufrir la operación que tanto teme. Un valor desconocido en ella empieza a poseerla. Siente unos deseos enormes de confesarse y se dirige enseguida a buscar un sacerdote. Después de la absolución la inunda una paz inmensa que le hace llorar de alegría. Una vez que recibe a Jesús Sacramentado siente tal gozo espiritual que tiene el impulso de pedirle que en ese momento se la lleve a su lado.
El 19 de Noviembre, en Guadalajara, se realiza la operación. Nueve días después, la joven, sin la menor molestia, sale por su propio pie del sanatorio. Antes de su toma de hábito en 1929, ella recuerda y deja por escrito que después de esa cirugía vive una semanas a las que llama “días de gracia” Estaba verdaderamente endiosada, nada me turbaba, las ansias de manifestar a Dios mi amor, me consumían…
Cuando semanas después regresa a Colima, sus amigas ya no pueden reconocerla. Algunas están convencidas de que la cirugía ha tenido los efectos de una conversión; pero para otras jóvenes es difícil entender la nueva forma de pensar y actuar de Manuelita.
La rutina familiar cambia también. Se levanta antes del amanecer y ya para las seis está en el templo. Permanece orando hasta las ocho y media y durante todo el día hace presente a Dios en cada puntada de su costura o bien en cualquier ocupación o trabajo doméstico. Empieza a sentirse hastiada de la vanidad de sus amigas. Los paseos y diversiones se van convirtiendo en una tortura. Ya no parece haber lugar para ella en el mundo: …entonces comprendí por qué me era imposible amar a los jóvenes que se me acercaban. Ninguno podía saciar las ansias de mi corazón.
La familia tiene que mudarse de nuevo. A finales de 1925 viven en Mazatlán, Sinaloa y allí, en aquél bello lugar, Manuelita empieza a practicar una especie de ascetismo. La situación de la Iglesia se torna cada vez más compleja, y ella ofrece innumerables sacrificios que consisten desde abstenerse de algún alimento o golosina, hasta permanecer en silencio, sin replicar, cuando por un malentendido, es víctima de una injusticia.
La futura misionera viviría durante esos meses continuas batallas. A periodos de inmensa paz, siguen momentos de lucha contra ciertas tentaciones del Enemigo que amenazan con arrebatarle el intenso gozo de permanecer unida a Jesús en la oración.
Después de algunas vacilaciones y sintiéndose ya totalmente segura, decide consagrarse toda a Dios por el camino de la vida contemplativa. En abril de 1926 viaja a la ciudad de México para solicitar su ingreso en el convento del Ave María. Su estancia en la capital es de lo menos oportuna. Los cultos se prohíben, y de un día para otro, los Sagrarios quedan vacíos. Esa situación vuelve imposible su ingreso al convento y a los dos meses regresa desolada. Tanto sus padres como su director espiritual se niegan a dar su consentimiento hasta quedar más o menos resuelto el conflicto político-religioso que prevalece en todo el país.

martes, 8 de septiembre de 2009

NATIVIDAD DE MARÍA


Niña celestial, que con tantos prodigios de gracias te dignaste mostrar tus deseos de ver honrada tu tierna infancia -aquel período de tu existencia que fue tan grande ante Dios, por el privilegio de tu inmaculada concepción y natividad dichosa. Tú, la más privilegiada entre las hijas de Eva, vuelve hacia mí, desde esa preciosa Cuna, tus ojos llenos de dulzura y bondad, y continuando tu oficio de Mediadora y Abogada, haz que vea cumplida mi súplica.
No salga yo defraudada en mis esperanzas de tu venerada Cuna, sino que consiga las gracias y los consuelos que te pido.
A mí y a todos, ¡oh María!, alcánzanos el verdadero espíritu de la devoción a Ti, ¡Virgen Niña!, y el don inapreciable de la perseverancia final. Así sea.

TÍO JESÚS (5)

!ALEGRÍA TOTAL, GERARDO ACABA DE MANDARME FOTOS DE TÍO JESÚS!

Luego lo cambiaron a Gral. Terán y allá fuimos a estar con él para celebrar su 40 aniversario sacerdotal. Había llovido mucho en esos días y el río estaba crecido, desde lejos se oía el estruendo del agua. La Iglesia llena de gente, todos amontonados y mi cuñada llevaba a su niña de meses, se sintió sofocada y se salió para irse a la casa parroquial donde se preparaba el festejo y Helena mi hija se fue detrás de ella, al terminar la Misa, entramos en la casa y le pregunto por Helena y anda vete que ella ni cuenta se dio de que Helena iba detrás de ella…. Qué locura, eso fue buscarla y buscarla y no aparecía por ningún lado, oía yo el ruido que hacía el río y temblaba… en fin.. que tío Jesús rezaba y todos como locos por un lado y por otro y apareció lejísimos, nos avisó la policía, porque tío Jesús los llamó. La tenía una señora que en cuanto la vio dijo: esta niña no es de aquí y se la llevó a su casa. Cuando me la dio, a mi me temblaban las piernas y sentía que me desmayaba… cuando llegamos con tío Jesús ya casi se acababa el festejo y ni habíamos comido y tío Jesús nos abrazaba y nos besaba, y daba gracias a Dios.
En 1981 ya cerca de la muerte de mamá, tío Jesús estuvo en Roma y Tierra Santa, y cuando regresó nos traía recuerdos de por allá, venía feliz, platicando todo lo hermoso que era para un sacerdote estar en Roma y sobre todo en Tierra Santa… sucedió que iba con un grupo de sacerdotes y peregrinos y fue en el tiempo en que el Papa Juan Pablo II había sufrido el atentado y se encontraba hospitalizado, y cómo fueron hasta el hospital para rezar por él como hacía mucha gente y supo el Papa que era un grupo de sacerdotes pidió que le subieran los recuerdos que traían para bendecírselos, no podía dejar a su presbiterio sin un signo de especial atención. Luego en Tierra Santa esos mismos rosarios benditos por el Papa, los llevó al Santo Sepulcro y se le llenaba la boca cuando contaba que los había metido en el hoyo de la Cruz de Cristo y eso era lo que nos traía. Tengo ese Rosario siempre cerca de mí. Tiene la bendición del Papa, tiene el dolor de Cristo y el amor de tío Jesús. Ha sido el Rosario con el que he rezado en los momentos más difíciles de mi vida y también los felices.
A los poquitos meses murió mamá después de una larga y dolorosa enfermedad, Tío Jesús la visitó en varias ocasiones, la escuchaba, la consolaba y la bendecía. El día de su funeral tío Jesús presidió la Eucaristía junto con otros muchos sacerdotes que conocían y querían a mamá y a papá y compañeros del seminario de Gerardo mi hermano que poquitos días antes había sido enviado a Roma y mamá le había dicho, tú ve a cumplir la voluntad de Dios y deja que los muertos entierren a los muertos, nos vemos en el Cielo, con eso le decía lo importante que era seguir al Señor y que ella ya estaba lista para partir. En esa Misa, que se celebró en Monterrey y también se celebraba en Roma con los maestros de Gerardo. Tío Jesús dijo: Esta no es una Misa de funeral es una Misa de acción de gracias porque Graciela, mi hermana, ha cumplido su anhelo de ir al Padre, eso se quedó profundamente grabado en mi corazón.
Cuando me vine a vivir a Mexicali, pues ya poco contacto tuve con tío Jesús. Una de las últimas veces que lo vi fue en Caborca, Sonora cuando coincidimos en la fiesta del 50 aniversario sacerdotal de tío Roberto, también hermano de papá y de tío Jesús; cuando nos vimos nos abrazamos con tanto cariño, me sentí igual que cuando era niña y llegaba a la casa. Me senté en una mesa con él y ya estaba como mas callado aunque con su humildad y alegría de siempre recuerdo que dijo: a mi también me celebraron mis 50 años de sacerdote aunque no tan pomposamente como a Roberto porque aquello era una “fiesta patria”…ese día le quité una canita y la guardé de recuerdo, se reía mucho de la canita pero la he conservado. También guardé su firma temblorosa ya, que dejó en el libro de recuerdos que nos dieron en esa ocasión.

lunes, 7 de septiembre de 2009

SE ME DIO NACER EN UNA FAMILIA EXCEPCIONAL. 2

BIOGRAFÍA Madre María Inés Teresa Arias
Por razones de trabajo, el licenciado Eustaquio Arias Arroniz y su esposa, se ven obligados cada cierto tiempo, a cambiar de lugar de residencia. Manuelita, como le llamaban cariñosamente, nace en Ixtlán del Río, Nayarit el 7 de julio de 1904; pero su niñez y adolescencia transcurren en otros lugares del este e la República Mexicana: Tepic, Guadalajara, Mazatlán y Colima.
2.- Se me dio nacer en una familia excepcional.
Los padres de Manuelita provienen de familias profundamente cristianas y ambos tratan con la misma preocupación, de formar a sus hijos de acuerdo a sólidas convicciones. Tanto ella como sus hermanas y el pequeño Eustaquio, estudian en colegios dirigidos y orientados por religiosas, y aunque allí se les inculca en el fervor a las devociones católicas, aprenden más del ejemplo de sus propios padres.
Don Eustaquio se convierte en una figura central para la formación de sus ocho hijos; pero es decisiva en la vida y vocación de Manuelita. Era un hombre de una esmerada educación proveniente de una familia considerada de abolengo. Había cursado la carrera de leyes con una trayectoria que lo lleva muy pronto a ser magistrado. Todos le conocen como un juez intachable. Ni el ambiente antirreligioso que predominaba, ni el ocupar puesto públicos, pueden disminuir en este hombre, su enorme fe y devoción cristiana. A todos sus hijos quiso añadirles el día de su bautismo el nombre de Jesús, pues Él era su modelo y guía.
Para Manuelita no representa nada extraordinario dedicar varias horas a la oración. Tanto ella como sus hermanos lo aprenden de su padre. Don Eustaquio, después de la cena, apenas terminada la sobremesa en la que comenta a su mujer los principales asuntos del día, se aísla del bullicio familiar para iniciar largas meditaciones. Por momentos su introspección lo lleva a caer de rodillas sin importarlo que los sirvientes lo miren con curiosidad.
A Manuelita desde muy pequeña le gusta observar a su padre. Por las noches lo ve dar vueltas por los corredores de la casa en una actitud de total recogimiento. En una ocasión, después de ver como eleva con frecuencia su rostro al cielo, le pregunta qué tanto hace. Él le contesta sonriendo: Platico con Dios; nos entendemos muy bien, de corazón a corazón. A lo largo de su vida ella tendría tiempo de comprobar que ese hombre al que tanto admiraba, mantendría hasta el final de su vida, esa fuerte y estrecha relación divina.
La caridad es una práctica cotidiana en el hogar de los Arias y tanto las niñas como el pequeño Eustaquio aprenden antes de saber leer, a ser generosos y sensibles a las necesidades de los demás. La educación en aquellos años era muy rígida y en la mayoría de los casos, los niños aprendían a costa de duros castigos. Manuelita y sus hermanos disfrutan, por el contrario, de un padre juguetón, lleno de jovialidad, que los tiene embelesados y los hace felices: “Jamás nos dirigió una palabra áspera, ni siquiera “tonta”. Cuando tenía que corregirnos, lo hacía por la convicción y con palabras llenas de cariño y de fuerza” – escribió en su Diario, la misionera clarisa.
Doña María Espinoza, por su parte, se entrega en alma y cuerpo a su esposo y a sus hijos. Los acontecimientos dolorosos que la vida le presentaría, habrían de sacar a flote una fortaleza y valor admirables, nacidos de su inquebrantable fe cristiana. La religiosa al referirse a ella evocaría a la mujer fuete del evangelio.
En la memoria de Manuelita quedaban grabados sólo bellos recuerdos de sus padres. El secreto de la efectiva educación que heredan tanto ella como sus hermanos, resulta del ya muy conocido, pero difícil proceso de educar coherentemente a través de la palabra y el ejemplo. De ese conjunto de muchas hermanas y un varón, todos diferentes en su forma de ser, cualquiera podía suponer que la niña que más tarde elige recluirse en un convento de clausura, toma tal decisión por reunir en sí misma, el perfil de una persona de carácter taciturno o introvertido. Para sorpresa de todos, la pequeña Manuela es quizá demasiado vivaz y traviesa. La cercanía, por orden de nacimiento, con su único hermano, la hace compartir con él juegos de acción y secundarle en algunas correrías intrépidas. Destaca sobre todo en esta futura misionera, su espontaneidad y alegría por un lado, y por otro, su forma de ser decidida y tenaz.
Doña María pone un especial interés en formar a una niña de estas características. No debieron ser pocas las veces en que Manuelita tiene que ser reprendida por su madre para aprender bien la lección. Cierta vez la niña quiso acompañar a su nana al mercado. Al regresar de hacer las compras, la señora Arias se da cuenta de que su hija muerde una manzana que no ha sido comprada. La pequeña, sin entender todavía lo que significa llevarse algo sin pagar su precio, simplemente la había tomado del puesto donde se exhibía. Su madre la obliga a que la nana la lleve de nuevo al mercado y que sea la niña misma quien confiese al vendedor lo que ha hecho, para después pagar la fruta. En cuestiones de rectitud, su madre le enseñaría, que de ninguna manera había que ser condescendiente.
Al terminar la educación primaria en Guadalajara, Manuelita estudia la carrera de comercio en Tepic, Nayarit. Prono la adolescencia la convierte en una muchacha bonita, inquieta y soñadora, como a la mayoría de su edad. Sin rebasar nunca sus sólidos principios morales y religiosos, ella disfruta de paseos y fiestas en compañía de amigas, hermanos y primos. Los esposos Arias no pretenden, como en muchos otros hogares, mantener a sus hijas alejadas del mundo, pues confían plenamente en que sabrán conducirse con sano juicio y sensatez.
La joven manuelita muestra a los quince años excelentes dotes naturales. Con especial cariño se involucra en la educación de sus hermanas pequeñas, María Teresa y Carmelita. No sólo dedica tiempo para jugar con ellas, también ejerce gran ascendencia sobre la motivación de sus estudios y su apego a las devociones cristianas. Cuando su hermana mayor, María, muestra interés en fundar una academia comercial para señoritas, Manuelita es la primera que se interesa en ayudarla en todo lo necesario. Eran entonces evidentes ya, las señales que manifestaban en ella una clara inclinación hacia el servicio y las relaciones humanas.

La alegría de Manuelita, no obstante, exaspera a algunas personas. Un día, uno de sus primos le confiesa haberse esforzado por hacerla enojar. Después de mucho intentarlo se convence de que es casi imposible. En otra ocasión, cuando laboraba en un Bando, después de una jornada de excesivo trabajo, una compañera malhumorada le grita que su mal humor aumenta sólo de verla a ella tan contenta. Este tipo de situaciones preocupa mucho a esta joven que, en el fondo, lucha todos los días y con todas sus fuerzas contra un carácter fuerte que intenta dominarla; el sólo imaginar que éste pudiera desatarse a rienda suelta, la horroriza.
La familia Arias tiene costumbre de oír misa diaria y Manuelita encuentra en la Eucaristía y en su devoción a la Virgen María, fuertes aliadas con quienes combatir su lucha interna.
A los dieciocho años parece tener quince. Los pretendientes empiezan a rondarla y a ella le gusta lucir y ser atendida. En especial un joven alemán la pretende formalmente y vidita con frecuencia su casa. La joven, adivinando sus serias intenciones, cada vez que el supuesto novio intenta hablar de matrimonio, se las ingenia para desviar la conversación y olvidar el asunto. Una de sus hermanas tiene que fungir como intermediaria para escuchar la petición del aspirante; pero es desencantado inmediatamente pues ella asegura que Manuelita está muy lejos de pensar en casarse.
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