Hoy 9 de Enero, cumplió años Helena mi hija. Hace 37 años cuando estaba en la sala de partos, después de 9 horas de trabajo de parto, por fin, nació, grande, bien formada, y me la enseñaron cara a cara, nos miramos por primera vez, tenía sus ojos grandes, enromes, bien abiertos.... todavía puedo sentir una lágrima caliente cayendo de lado sobre la mesa. El médico me preguntó ¿por qué lloras? y contesté: de emoción, de alegría..... Luego, en casa, teniéndola en los brazos dándole el pecho, lo mismo, sus ojos abiertos, mirándome fijamente..... nos seguimos mirando ella no parpadeaba, solo me miraba y yo soñaba en cómo sería su vida... lo rápido que pasaría el tiempo y yo sin saber que tenía guardado el futuro para nosotros.
Su vida no ha sido nada de lo que yo soñé, pero su vida ha sido nuestra salvación, ha sido una vida que tiene un valor infinito..... nos ha mantenido unidos a su alrededor y Dios ha hecho lo que ha querido... nos ha ido dando lo que necesitamos para que ella esté bien. Nunca de mas... siempre lo justo... en el momento... a cada instante....
¿Cuál es el plan de Dios en su vida? Yo no lo sé, alguna vez, en los principios pregunté ¿por qué Señor?
Luego cuando poco a poco fui madurando y tratando de aceptar la realidad que se me echaba encima. Algunas veces pregunté ¿para qué, Señor?.... ya no hago preguntas... dejo al Señor hacer su voluntad... ningún temor por tremendo que sea, que llegue a asaltarme en las madrugadas, por ejemplo: ¿qué será de ella cuando ya no estemos? es suficiente para hacerme dudar que Dios tiene el poder de hacer que todo sea perfecto. Mis pensamientos, mis ansiedades, mis miedos.... no tienen razón de ser.....Hoy me mira, con los mismos ojos abiertos, grandes, enormes.... fijamente..... y yo sé: Dios la ama y eso basta.
En estos momentos, igual que lo he hecho en otras ocasiones, sólo puedo decirte: ¡Felicidades! Acójelas!!!
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