MI DOMINGO. Aventura

Mi domingo igual y distinto como todos los domingos. Mi vida es demasiado quieta como para escribir aventuras, sin embargo, la aventura del domingo se da, siempre se da.... en las cosillas cotidianas y siempre y sobre todo en el alma.

Como todos los domingos nos fuimos a misa de 9 de la mañana, aquí, hago un paréntesis. Digo con toda tranquilidad "como todos los domingos".... ahí empieza la aventura. Nunca sé si podremos ir a la misa todos juntos.... pero así fue... otro domingo más en que vamos todos juntos: Mi marido, Helena y yo. Una mañana fresca. Al llegar el guardia que cuida nuestros carros en la calle es el primero en darnos la bienvenida. En el atrio, la señora que vende los 5 minutos de oración también nos da los buenos días.... las señoras que venden los tamales.... también. 

Nos acomodamos en "nuestra banca" es nuestra porque nadie quiere estar ahí... no tiene reclinatorio acolchonado... de hecho no tiene reclinatorio. Así que nadie pelea ese lugar y si a eso le agregamos que el templo en misa de 9 no se llena pues con toda confianza "nuestro" lugar siempre está disponible para nosotros. Tenemos la vista completa sin obstrucciones directo hasta el altar.... claro que... cuando ya empezó la misa la gente sigue llegando.... y llegando.... 

Quería confesarme y no sabía si podría desprendérmele a Helena, estaba algo aprehensiva... me tomaba fuerte de la mano y la cambiaba de posición a cada momento.... "me aventuré" y dije con tranquilidad: Ahorita vengo, voy a confesarme.... Me miró con sus ojos tan grandes, tan transparentes.... algo seria....y me soltó.... le repetí para darle seguridad: no me tardo ahorita vengo. Se acomodó mas apretada a su papá. Y me dirigí a la capilla.... había algo así como cinco gentes antes de mi....  pedía a Jesús: permiteme hacer una buena confesión, no importa que sea rápida, pero que sea buena. Los cinco primeros pasaron bastante rápido mientras se leía la primera lectura y el salmo....y yo en seguida... hice mi confesión rápida también..... pero completa. Recibí el perdón de Dios sin ninguna oposición de su parte. Algunas personas se quejan porque quieren ser escuchadas con todo detalle... hacer largas explicaciones de las razones de sus pecados..... en realidad a mi me impacta mucho la rapidez.... esa rapidez en enumerar mi lista de pecados, unos más graves que otros, y en seguida la absolución es lo que realmente me impacta.... de hecho me deja anonadada....es la mas grande prueba de la inmensa misericordia de Dios. Es el abrazo fuerte de mi Señor que casi ni necesita que termine de decirle: Pequé.... para que yo ya esté inmersa en su Amor. Salgo del confesionario con una sonrisa que no puedo ocultar.... Al entrar de nuevo al templo.... todavía ni siquiera empezaba el Evangelio..... un matrimonio voltea a mirarme y me pregunta ¿están confesando? tal vez como me vieron ir y volver tan pronto pensaron que no había confesiones.... contesté que sí.... y se fueron ellos también al lugar del encuentro con la Gracia.

Helena, me ve llegar y me sonríe y otra vez se me acurruca y me sostiene la mano con fuerza. La Misa una corriente de paz, de amor, de gracia.... la presencia de Jesús Resucitado en su Palabra y luego en el maravilloso momento de la Consagración.... el caminar a su encuentro en la comunión.... el volver a la banca con el sabor de su amor.... también todo eso es rápido pero al mismo tiempo me hace sentir que aunque yo no sea capaz de comprender la grandeza de ese milagro....Él no deja de estar conmigo.... con todos los que comulgamos.... y vuelvo a sentir en mi corazón un agradecimiento que siempre será pequeño porque no doy para mucho.... pero que como lo renuevo cada día el Señor sabrá que si lo siento..... y agradezco su presencia pero también le agradezco el que yo pueda pertenecer a la Iglesia a su Iglesia... es tan maravillosa..... Esa es la gran aventura.