viernes, 3 de septiembre de 2010

LA CURACIÓN DE UN PARACAÍDISTA MUSULMÁN

Hermano Albert Pfleger, marista.

Un monje de la Abadía de Latroun en Israel dio un testimonio oido de boca del propio Padre José, cura de Anjara.

Nasser, un joven musulmán, paracaidista del ejército jordano en Ammán, al momento de dar un salto tiene una caída que le desplaza una vértebra y lo obliga a guardar cama. Estaba comprometido a una joven musulmana, alumna de las Hermanas del Rosario. Grande es la tristeza de los novios. Nasser es enviado a Londres donde, después de recibir una inyección, se queda paralizado para toda la vida. Regresa al hospital militar de Ammán. Los padres de la novia piensan en romper la petición de mano y Nasser también.

Una amiga de la novia, la Hermana L. del Rosario, movida por el Santo Espíritu, visita a Nasser y le entrega una Medalla Milagrosa. El la besa y decide llevarla. La Hermana L. le dice: "lo que los médicos no pueden hacer, Dios lo hará y te curará." Esa noche, Nasser oye una voz: "Nasser estás curado, levántate." El responde: "Imposible, estoy paralizado a vida." Por segunda vez, la voz le dice: "Nasser levántate, estas curado". La misma respuesta. Una tercera vez: "Soy la Madre de Jesús, en su Nombre, yo te curo, levántate." Y en ese momento, siente dos manos vigorosas que lo ponen de pie. Está curado.

Lleno de alegría, realmente curado, despierta todo el hospital. Médicos y enfermeras no pueden creer. Al día siguiente, pide un certificado como prueba de su curación milagrosa. Se le hace un certificado diciendo que su curación es humanamente inexplicable. Qué importa, Nasser se hace el apóstol de María y declara por todos lados que "Sittna Mariam", Nuestra Señora María, lo curó. Toma parte con su novia en una Misa de acción de gracias. Nada se opone ya a su unión. Y Monseñor Sinnaan, obispo de Ammán es informado del hecho y lo someten a su apreciación, así como del deseo de Nasser de convertirse al cristianismo.

Artículo de "Mensaje y Mensajeros" n° 163, Dic. de 1984
Recopilación mariana 1986 del Hermano Albert Pfleger, marista.
Fuente: mariedenazareth.org

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