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Helena damnificada con un rasguñito
y su pantalón rasgado |
Verdaderamente, que poco es decir gracias, ante tanta bondad del Señor. Nos protegió y se apiadó de nosotros en este terremoto tan espantoso que nos tocó vivir. Se movió la tierra con una potencia increíble pero la misericordia de Dios fue más fuerte.
No nos percatamos de que tan grande había sido la magnitud hasta que otro día pudimos ver las noticias y las imágenes, y entonces me dí cuenta de que tan grande fue la mano de Dios sobre nosotros. Se cayeron muchas cosas, pero sólo se rompió un vasito... todo lo demás ahí se quedó. La televisión se fue de cabeza, pero no se descompuso y hasta la computadora que no quería trabajar quedó bien.
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Tiradero de libros y mi perra asustada |
Ayer me platicaba mi hermana que cuando se deseperaba por llamarnos para ver cómo estábamos, en su libreta telefónica junto a mi télefono estaba el de una prima, que es mucho mayor que nosotros y a la que nunca veo, y le llamó para pedirle que rezara por nosotros. Inmediatamente, encenció el cirio recién estrenado y se puso a rezar... también mi querida hermana en Cristo, Alma (sobrina de Madre Inés), me llamó para decirme que habían estado rezando, lo mismo mi hermano y así como una cadena... y que decir de los tres o cuatro Rosarios y cinco Coronillas que recé durante la noche sin parar.
La Virgen de Guadalupe, tenía desde ayer un color muy suave y brillante.... ¿será mi imaginación? pero así la vi y la Virgencia pequeñita ante la cual hago mis oraciones de la noche.... tenía una sonrisa... ¿será mi imaginación?, pero así la vi.
!Gracias Dios mío! !Gracias mi Madre Santísima! !Gracias hermanos! Aleluya, Aleluya......
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