«No sólo es cierto que la época que menos ha determinado qué es el progreso sea la más «progresista». Es que la gente que menos ha determinado qué es el progreso resulta ser la más «progresista». A la masa corriente, a los hombres que nunca se han preocupado por el progreso, quizás podría encomendársele ese progreso. Los individuos particulares que hablan de progreso saldrían disparados en todas direcciones cuando se diera el pistoletazo de salida. G.K. Chesterton.»
A parte de darme risa la comparación que hace este autor tan maravilloso, a los que veo en la línea de salida para salir corriendo sin rumbo ni dirección, tienen un rostro bien definido, veo por ejemplo, al candidato que ahora se dice "espiritual" ahora resulta que la izquierda es "espiritual", otros que saldría en sentido contrario, un jefe de gobierno y un gobernador y los secretarios de educación, las feministas etc. etc. Y no podría dejar de ver en esa línea de salida a los medios de comunicación atropellándose unos a otros para dar alcance en la noticia a todos estos progresistas que tienen sus metas ... porque cada uno proclama en que consiste el progreso, pero la verdad es que no hablan del progreso del pueblo sino de "su progreso" el cual puede ser tranquilamente definido como su propio bienestar personal.
Y a esos a los que dice Chesterton que se les podría encomendar el progreso tal vez se les aplicaría las palabras del Apóstol: «He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe.8 Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida».
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