jueves, 30 de julio de 2009

Un milagro en Japón (3a. Parte)

Luis, sobrino de Madre Inés, hijo de Tere su hermana, recién casado con Martha fueron al Japón becados por el gobierno Japonés, pues fue el segundo mejor promedio de la Universidad. Martha estaba viviendo con las Hnas. Clarisas durante ese tiempo y ocurrió algo muy especial. Había un muchacho, mexicano también, que iba a estudiar igual que ellos al Japón. Durante el viaje, en el avión Luis y él platicaban sobre la fe y el muchacho que se llamaba Alberto, no creía en Dios y por más que Luis trataba de darle argumentos, Alberto los negaba. En ese tiempo todavía vivía Tía Manuelita (nombre de pila de Madre Ma. Inés Teresa), pues esto fue en 1976.


Pues sucedió que estando allá, Alberto se empezó a sentir mal y fue tanto que tuvo que ir al médico y entonces después de estudios y análisis le dan la terrible noticia: tenía leucemia.


Como iban becados por el gobierno Japonés, mandaron por su familia, y lo atendieron con todos los cuidados. Como Martha estaba con las Hermanas, iban a visitarlo, le llevaban comida, le acompañaban en todo cuanto podían, le ponían agua de Lourdes y oraban mucho. Un día ofrecieron llevarle un crucifijo de la Congregación, y Alberto le pidió a su hermano que le consiguiera una cadena para poder llevar el crucifijo, el muchacho como pudo, sin conocer el idioma, ni el cambio del dinero, compró aquella cadena y lo puso en el cuello de aquel que no creía con manos temblorosas y después de eso se tanquilizó, ahora necesitaba sentir la protección de Dios en su terrible enfermedad.

Empezó a mejorar y en los siguientes estudios, resultó completamente sano, no tenía nada, y en el parte médico pusieron: cuacari masen (se alivió...no sé), no podían dar ninguna explicación científica para que algo así hubiera sucedido. Volvió a México y llevaba los regalos que los demás muchachos enviaban a sus familias pero él llevaba dos regalos maravillosos: la salud y la fe.


Ya en vida de Madre María Inés quedaba claro que la Virgen de Guadalupe cumplía cabalmente la promesa de estar con ella y con la obra de las Hnas. Clarisas Misioneras. Muchos favores se realizaron a otras personas, la familia de Madre Inés ya nos los irá platicando.


1 comentario:

  1. Jóse
    Mil gracias por todo el esfuerzo para que todos conozcan a Tía Manuelita, no cabe duda Dios te escogio para ello y no tengo palabras para agradecerlo, pero El si y estoy segura que te llenará de Bendiciones al igual que a tu familia.

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