Esta pequeña presentación de pp se hizo para un encuentro de catequistas en el mes de abril de 2005, se inició antes de la muerte del SS Juan Pablo II y se presentó en los días después de su muerte y recién elegido el Papa Benedicto XVI. En esos momentos, fue tan emotivo y significativo, no hubo un alma en aquel recinto que no llorara de emoción, de tristeza y de esperanza al hacerle este homenaje al Santo Padre. El tema tenía este título, La Relevancia del Papa en la Iglesia, no era propiamente pensando en el homenaje pero fue resultando así, porque mientras se elaboraba, escuchaba las noticias de su agonía, y luego de su muerte.Aún hoy al revivir aquellos momentos las lágrimas se asoman a los ojos, pero de una manera distinta, hoy es de gozo y agradecimiento por haber vivido en su tiempo, de haberlo visto, escuchado, palpado. ¡Qué Papa nos regaló Dios!
El Papa Juan Pablo II se entregó a la Iglesia, desde mucho antes de su pontificado, desde su juventud. Su vocación sacerdotal brotó en los momentos más oscuros del siglo XX durante la ocupación nazi en su país natal, Polonia. En ella, sirvió a la Iglesia como Sacerdote, Obispo, Arzobispo y Cardenal, luchó a brazo partido con el pueblo polaco por la libertad para expresar su fe, junto con su venerado Cardenal Primado Stefan Wiszynski. De ahí fue llamado por Cristo para servir a la Iglesia Universal como su Pastor Supremo.
Fue un Papa misionero, inició en México su recorrido por los caminos del mundo, En sus viajes alcanzó con su mensaje de amor a pueblos pequeños, a naciones importantes, a todos nos habló de Cristo.
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