Voy a decir muy, muy poquito de mi primera y muy querida mejor amiga: Lourdes Sáenz Garza. Fuimos amigas desde niñas, pero el mérito de esa amistad fue de ella. Mis hermanas mayores eran amigas de su hermana mayor, Tonieta, y yo era amiga de la amiga de mis hermanas, y Lourdes era amiga de las amigas de su hermana...¿se entiende? Ibamos juntas de paseo, inventábamos fiestas, hasta nos llegamos a hacer un uniforme para andar todas iguales, siempre juntas las cinco.
Pero un día, llegó solita Lourdes a la casa, recuerdo tan bien, estar sentada en un banquito alto junto a la ventana de la cocina, viendo cocinar a tía Carola, cosa que me encantaba, era en la mañana, la ventana tenía papel transparente de colores simulando un vitral, y el árbol de mango daba sombras y luces con el movimiento de las hojas. (nada que ver con lo que estoy platicando), cuando sonó el timbre de la puerta y en un momento me llamó tía Alicia: ¡Jóse, Jóse! te busca tu amiguita Lourdes, ¡Ah!... eso no había pasado antes, siempre todas juntas en montón.... Y salen mis hermanas por algún lado, salen mis tías por otro lado, salen mis hermanitos por ahí para avisarle a mamá y todos a ver a "esas amiguitas"... Nos fuimos al columpio grande del corredor y nos pusimos a platicar, luego a jugar y así empezó nuestra verdadera amistad....¡qué lindo recuerdo! Pasamos juntas por la adolescencia con sus altibajos, sus descubrimientos, los muchachos que nos gustaban, las pláticas interminables, las canciones que nos emocionaban, las soledades compartidas y todas esas cosas que nos pasan en la adolescencia, llegamos a la juventud... los novios.... los estudios... los trabajos.... las bodas, primero me casé yo, y muy cerquita de mi boda estuvo la de Tonieta, y al año siguiente el inmenso dolor de su muerte junto con Jaime su esposo, sus hermanitas gemelas y las dos más chiquitas... es un dolor que todavía se siente, no ha pasado del todo, se renueva cada 22 de agosto día del accidente, 19 de abril, día de su cumpleaños y así en fechas que fueron significativas para nosotros.
Como Lourdes era un poco más chica que yo, se casó después, un 28 de julio. Estuvimos embarazadas juntas, yo de Helena mi segunda hija y ella de Gaby su primera hija, parimos con un mes de diferencia... luego, las dietas juntas, los quitakilos nos obsesionaban, pero también nos mantenían muy unidas, hasta que llegamos a ser unas esbelturas... seguiamos compartiendo la vida, a los niños, las fiestas de cumpleaños, las recetas de dieta, los vestidos, etc. etc. etc.
Por las vueltas que da la vida, yo me vine a vivir a Mexicali, y la separación nos afectó bastante, en esas épocas las comunicaciones eran por carta y teléfono, no había internet, nos escribíamos mucho, nos llamábamos por teléfono siempre que podíamos..... Entonces llegó su enfermedad, un cáncer de seno, operaciones, quimioterapias, y todo eso yo acá y ella allá. Mantuvo siempre la alegría, la confianza y la amistad, salió adelante y siguió la vida.... hasta que un día... el cáncer volvió... pero a los ganglios... y ya no quedó mucho tiempo.... un día me llamó Martha su hermana y me dijo a boca de jarro... ¡Vente porque a Lourdes le queda muy poco tiempo! era Enero......
Me fui, estuve como 15 días en Monterrey en casa de las Tías (mis tías amadas), y diario me iba a casa de Lourdes. Estaba tan cansada, tan débil, pero quería vivir, tenía a sus hijas chiquitas. Un día me preguntó ¿me estoy muriendo? Federico, su esposo, no quería que le dijeran... pero ella lo sabía, más bien lo sentía, más bien tenía la certeza de que así era... no tuve que contestarle, entonces nos acostamos en su cama, y platicamos de muchas cosas, rezamos y hablamos de lo que San Pablo decía: "ni ojo vio, ni oído oyó, ni mente imaginó lo que el Señor tiene preparado para los que le aman". Recuerdo que ella estaba haciendo la novena a la Virgen de Shoenstatt, le llevaban la comunión a diario.... un día dijo como en un susurro ¡Ay Jesús, ya no me quieras tanto! y se sonrió... porque le acababan de decir que Jesús mostraba su amor en el sufrimiento.... el 29 de Enero me llamó Martha, y me dijo: Ya se murió Lourdes.... salí corriendo y llegué a su casa, en su cuarto, estaba su papá Oliver, sentado en una silla junto a la cama, hablándole con una ternura, despidiéndose de ella, de la sexta hija que se le iba.... Don Oliver era un hombre fuerte, siempre lo persibimos como un hombre brusco, rústico, que poco mostraba sus sentimientos, pero en ese momento era un papá ante su hija muerta. Me quedé en la puerta y él me hizo una seña para que entrara, la toqué en la mano todavía tibiecita, le acaricié la frente, todavía húmeda por el sudor de la lucha contra la muerte y lloré, lloré mucho....
¿Por qué hoy hago el recuerdo de mi primera mejor amiga? Porque hoy es su cumpleaños, sólo llegó a cumplir 38.
¿Cómo describiría a Lourdes? como una mujer amorosa, sencilla, muy tranquila, dulce, buena y para mi.... "mi mejor primera amiga" ¡Feliz Cumpleaños! Lourdes, nos vemos en el Cielo.
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