Hoy como cada domingo fuimos a nuestra acostumbrada Misa de 9 de la mañana, un día fresco, muy agradable. Helena se portó divinamente bien, seriecita, tranquila, atenta... no podíamos pedir más... A la hora de la paz, las personas que están a nuestro alrededor por los general las mismas de cada domingo, se acercan de la manera más amable y cariñosa a darle la paz a Helena, ya la tienen bien identificada y le sonrien con mucho cariño. La Misa fue presidida por Fray Fernando, es muy buen sacerdote y muy acertado en las homilías... pero.... tiene una costumbre; cuando hacemos fila para comulgar en lugar de que nosotros avancemos hasta adelente junto al altar, él camina con el copón hacia atrás, así, cuando nos toca a nosotros ya está casi en la puerta de salida... y tiene otra costumbre, Helena se tarda en acomodarse y Fray Fernando va muy aprisa, entonces le dice: !abre la boca! y mi niña se ataranta... eso me da susto porque a Helena si la presionan no podemos saber cual será su reacción. Durante toda la Misa, le estuve pidiendo a Jesús: Por favor, que Fray Fernando no le diga !abre la boca! y que Helena la abra rápido.... pero... no sucedió ni lo uno ni lo otro.... afortunadamente Helena abrió su boquita con mucho cuidado pero Fray si le dijo: !abre la boca!... en fin, Jesús no me concedió lo que le pedí pero tampoco pasó nada.... y cumpliendo el propósito del día... nos quedamos un ratito después de misa para agradecerle su presencia....Al salir, nos entretuvimos con un fray que vendía cirios pascuales y el muchacho muy atento y sensible, le dedicó a Helena toda su atención, la saludó, le hizo plática y se despidió de ella de mano... Mi niña se vino muy contenta por que "el muchacho la saludó".
Luego nos fuimos a casa de Gloria que salia en un rato más para Monterrey, le dejamos el cirio, nos regaló fruta y pollo. Todavía pudimos llegar al Wallmart y comprar algunas cosillas.
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