El rosario de una Madre
Padre Albert Pfleger
Un estudiante, que en otros tiempos rezaba mucho, ya habiendo perdido el fervor de la infancia, vio un día un rosario al borde de la carretera. Su primer pensamiento fue pasarlo por alto, pero su amor a la Santa Virgen despierta y decide recogerlo y limpiarlo, mientras se decía: “Si no se lo puedo devolver a quien lo perdió; se lo entregaré a la Virgen misma. Todos los rosarios están destinados a venerarla, así que se lo dejaré en su altar en la primera iglesia que encuentre”.
Entró, entonces, en la primera iglesia y se fue derecho a depositarlo al altar de la Virgen que lo estaba esperando. “Reza el rosario antes de dejarlo en el altar”, le oye decir. El estudiante conmovido, se arodilla y como en en otros tiempos, reza el rosario, pero una ola de pensamientos le asalta; oye una voz que le habla y le dice muy claro: “ Hazte sacerdote, hijo. Te has vuelto infiel ante el llamado de mi Hijo y sin embargo, esa es tu única vocación. Vuelve a tu amor de otra época y sigue tu vocación”. Esas palabras, como un rayo de luz, penetró al joven en lo más profundo del alma. Después de reflexionar y orar, se dijo: “Sí, Madre mía, acepto, regreso a ti y con tu ayuda seré un sacerdote de Jesucristo”
Y mantuvo su palabra, llegó a ser sacerdote y muy buen sacerdote. Además de sus oraciones, rezaba todos los días con el rosario que había encontrado en la carretera, el cual le había valido el favor de su vocación de sacerdote.
Años después la voluntad de Dios quiso que el joven sacerdote fuera designado capellán en un hospital. Un día le llevan un enfermo que había entrado gritando: “No me habléis nunca de religión, yo soy incrédulo, no creo en nada”. Sin embargo, el capellán bondadoso le visita y aunque fue rechazado con desdén se dirige al enfermo:
-Y bien, amigo, voy a rezar un rosario por usted.
- No me hable de rosario, le responde el enfermo.
- Pero esta oración sólo puede hacerle bien.
- Al contrario, Señor Abad, el rosario es la causa de mi desgracia
- Cómo así mi amigo? Qué quiere decir usted con eso?
-Ya que usted me lo pide, se lo voy a contar. En mi infancia, mi madre me hacía rezar el rosario con ella, todos los días. Cuando crecí debí partir a la ciudad para aprender un oficio. Ahí, mis amigos me indujeron al mal, al menosprecio de la ley de Dios. En eso andaba, cuando fui llamado a casa. Mi madre agonizaba. Para no hacerla sufrir, fingiendo le prometí rezar parte del rosario, cada día, cuantas veces pudiera. Mi pobre madre me entregó, entonces, su rosario. Después de su entierro, volví al taller; pero en el camino, por obra del demonio, me vino a la mente este pensamiento: “Despréndete de ese rosario, tíralo lejos”. Yo lo hice y lo lancé con menosprecio sobre la carretera. Desde entonces, soy desgraciado, creo que vivo bajo una maldición.
El sacerdote conmovido le pregunta: “En qué momento y en qué año, le ocurrió esto? Ante la respuesta precisa del enfermo, el padre se saca del bolsillo el rosario y le dice: “Amigo, reconoce usted este rosario?” El enfermo lanzó un grito: “Es el rosario de mi madre!” Y lo tomó amorosamente en sus manos, lo besaba llorando.
- Y bien, dijo, ahora, el capellán, este rosario que usted llama la causa de su desgracia ha sido la de mi felicidad, a él le debo ser sacerdote. Ahora mi amigo, él también va a ser la suya.
- Sí, Señor Abad, yo me quiero confesar.
- Mañana vendré para administrarle el sacramento de los enfermos. Mientras tanto le dejo el rosario para que repare su falta, lo recuperaré más tarde.
Días después, el enfermo murió besando el rosario de su madre, feliz y santificado.... Y el sacerdote tomó de nuevo el rosario que desde entonces lleva siempre consigo.
Fragmento de Sacerdocio y Renovación
Citado en el compendio mariano del P. Albert Pfleger 1977
Fuente: mariedenazareth.org
hola mi nombre es La Sra Maria Luz O choa ,y me gusto mucho esta pagina , yo y mi familia estamos pasando una prueba muy dificil, perdi a mi hijo mayor de solo 21 anos hace unos meses y este tiempo a sido muy dificil para todos ,pero para mi mas , me refujio cada dia desde que mi hijo fallecio en resar el rosario ,, todoos los dias ,y me pongo en manos de Dios nuestro Senor para que me de fuerzas a mi y ami familia a llevar esta cruz asi como el la llevo y yo llevo esa misma espada clavada en mi corazon como la llevo la Viegen M aria , que a ella y a su hijo les pido fuerzas ,y NUESTRO PADRE CELESTIAL , Y AL ESPIRITU SANTO LE PPIDO SU LUZ PARA QUE ME GUIE A ACEEPTAR LA VOLUNTAD DE DIOS ,Y FUERZAS EN ESTA PRUEBA TAN DIFICIL,,SOLO QUE ME ES MAS DIFICIL PORQUE MI HIJO MENOR Y MI ESPOSO ESTAN MUY ALEJADOS DE DIOS,, Y ME DUELE EN EL ALMA ,, POR FAVOR LE PIDO DE CORAZON UNA ORACION POR MI FAMILIA Y ,MUCHAS GRACIAS POR ESTE PORTAL ,MUY HERMOSO ,, QUE DIOS LOS VENDIGA Y SIEMPRE SUIGAMOS TENIENDO FE EN DIOS NUESTRO SENOR AMEN...
ResponderEliminarQuerida María Luz, he leído su comentario y el dolor tan grande que lleva en su corazón de madre, solo la Madre de Dios puede comprenderlo mejor que nadie. Tenga la confianza de que sus oraciones son escuchadas y atendidas. Ella misma nos lo dice, siempre y especialmente mañana en su hermoso día que celebraremos y cada vez, a cada uno nos vuelve a decir ¿no estoy yo aquí que soy tu Madre? Su esposo y su hijo terminarán por tener esa fe que en algún momento parece apagada. Siga sosteniéndose en el Santo Rosario. y yo me uniré a sus oraciones para que sepa que no está sola. Un abrazo en el Señor Jesús.
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