Fray Luis y fray bueno |
Cómo es nuestra costumbre fuimos a Misa de 9 de la mañana, pero hoy con un espíritu renovado, porque es la primera que nos concede el Señor en este año... Pues como es costumbre también asistir a Misa me lleva a algunas reflexiones. Esta vez me fue llevando por algunos vericuetos, porque la presidió Fray Luis, que como ya he dicho padece de Altzheimer, y siempre es ayudado por otro buen fray para que no se le pase nada del rito... Me llama tanto la atención que solo necesita una ayudadita y él enseguida sabe lo que continua y lo hace muy bien... es porque más que en su memoria está grabado en su corazón su ser sacerdotal. Es tan humilde y sencillo que su espiritualidad se respira.
Mi Linda |
Luego recordé a Linda, tan linda, cómo la quise.. es la mamá de Yoli mi querida comadre... Yo la sentía un poquito mi mamá también, porque gracias a Dios pudimos convivir mucho con ella. Linda en los últimos años de su vida también padeció Altzheimer, todo se le fue olvidando, hasta su hija... ella decía que era su hermana mayor.... pero hubo algo que no se le olvidó.... El Avemaría... En cualquier mortificación o angustia que tenía por su memoria derrumbada ella rezaba el Avemaría.
Y eso me llevó a otra reflexión. Como catequistas siempre enseñamos el catecismo con el método de ver, juzgar y actuar y le agregábamos memorizar. Es tan importante memorizar las verdades de la fe, las oraciones cotidianas. Muchos dicen que repetimos como pericos... pero eso sólo puede ser si el corazón no repite esas mismas verdades y oraciones en el amor.
La experiencia de Fray Luis y de Linda me lo confirman... puede fallar todo pero la memoria que se guarda en el corazón, permanece.
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